Las
propuestas de campaña de Donald Trump, el nuevo presidente de Estados Unidos,
comenzaron a tener efectos apenas se declaró su victoria. En el plano
económico, entre sus propuestas principales, Trump prometió renegociar el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), incautar las remesas
derivadas de sueldos ilegales, deportar a 11 millones de inmigrantes
indocumentados y construir un muro fronterizo, todas medidas que afectan
directamente a México.
No
en vano la noche de la elección el dólar llegó a cotizarse en 20,74 pesos
mexicanos, con una pérdida del 13,21 por ciento frente al precio de 18,32
registrado por Reuters antes de que Trump ganara la presidencia. Estados
Unidos es el principal mercado de las exportaciones mexicanas con un
intercambio aproximado de 350 mil millones de dólares anuales. Según los
expertos, las propuestas de Trump
aislarían la economía estadounidense y afectarían los tratados comerciales a un
nivel que recuerda los peores momentos de las crisis económicas mexicanas como
pasó con el Efecto Tequila en 1994, bajo la presidencia de Ernesto Zedillo, y
en 2008 bajo el gobierno de Felipe Calderón.
Consultoras, como Capital Economics, han pronosticado que
el cambio podría llegar hasta los 25 pesos mexicanos por dólar. Juan Carlos
Moreno-Brid, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
afirma que sería un
“choque muy fuerte” para una economía abierta como la de México, al punto de
que podría bloquear las inversiones de otros países y afectar las exportaciones.
“Sería
un terremoto porque el 80 por ciento de las exportaciones de México se dirigen
a Estados Unidos”, explica Moreno-Brid. “Además, Trump ha jurado
bloquear los proyectos de inversión en México y gravar con impuestos
exportaciones como los automóviles. Eso va a afectar el cambio y muchas variables macroeconómicas”.
Isaac Katz, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo
de México (ITAM), dice que cualquier intento de derogar el TLCAN afectaría a
más de 7 millones de empleos que dependen del tratado, así como la fabricación
de muchos productos estadounidenses que cuentan con insumos manufacturados en
México.
Según
Katz, la incautación o la aplicación de impuestos a las remesas es una medida
que no solo afectaría a México, sino a muchas economías centroamericanas y a
los mexicanos más pobres.
Sin
embargo, el economista no prevé una crisis tan aguda como las que ya se han
vivido en México: “Las circunstancias son muy distintas a las de 1994 porque el
tipo de cambio era fijo y el Banco de México había vendido todas sus reservas.
Eso provocó que el dólar pasara de 4 a 8 pesos en tres días pero ahora el
cambio es flexible y el gobierno no interviene”.
En todo caso el gobierno mexicano podría, en primera
instancia, solicitar la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para
implementar planes de contingencia con el fin de ganar tiempo mientras se
conocen las primeras decisiones económicas de Trump. Moreno-Brid no prevé el inicio de una
espiral inflacionaria, pero asegura que la crisis podría empeorar los viejos
problemas económicos que México no ha resuelto.
“Esto
contribuye a agravar el lento crecimiento del país y provocará más ajustes en
las finanzas públicas”, asegura el experto. “El gobierno debe
implementar una estrategia que fortalezca su mercado interno y redistribuya el
ingreso para no depender tanto de las exportaciones porque actualmente el
comercio mundial está prácticamente estancado”.
El
peso mexicano ha experimentado muchos altibajos relacionados con la campaña de
Trump. De hecho el peso perdió el 10 por ciento de su valor frente al
dólar durante el último año, por lo que las fluctuaciones del cambio han sido
drásticas.
La
victoria de Trump también sacudió los mercados financieros globales como pudo
verse en la venta frenética de acciones en los mercados asiáticos.
Los inversores reaccionaron en tiempo real a los primeros
resultados y eso se evidenció en el índice Dow Jones que registró una baja en
los contratos de acciones a futuro de más del 3 por ciento.
“Los
mercados de acciones de la región asiática se han vendido fuertemente porque
los inversionistas se preocupan de que las políticas proteccionistas inicien
una guerra comercial y aminoren el crecimiento”, dijo Shane Oliver, economista
de la firma australiana AMP Capital.
Los
precios del petróleo también cayeron en los mercados mundiales a niveles que
recuerdan las cotizaciones luego del brexit, en junio. Los contratos de
acciones a futuro del West Texas Intermediate (WTI) cayeron a un mínimo de
43,07 dólares por barril, un descenso de más del 4 por ciento desde su último
cierre y su nivel más bajo desde septiembre. El crudo Brent bajó un 2,5 por
ciento ubicándose a 44,87 dólares el barril.
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