El Gobierno
y la española Telefónica lograron un acuerdo para capitalizar la empresa del
mismo nombre y evitar su causal de disolución.
El
Gobierno es dueño del 32% de Colombia Telecomunicaciones, por lo que tendrá que aportar
$1,2 billones a la empresa, mientras que Telefónica en su calidad de accionista
mayoritario le inyectaría capital por $3,2 billones a la misma empresa.
Tal como lo había anticipado Dinero, la española
Telefónica y el Gobierno Nacional lograron un acuerdo de capitalización que le permita a la
empresa alcanzar un mejor flujo de caja en Movistar.
Según fuentes cercanas a la empresa, a octubre la deuda sobre Ebitda de la
empresa era de casi 2,7 veces, cercana a los promedios. Los tres puntos
adicionales los entrega el pago al patrimonio autónomo Parapat, que hoy
representa casi $500.000 millones anuales y cerca de 77% de la caja de la
compañía.
En
esas condiciones, y para mantener el ritmo de inversiones, que son del orden de
$1 billón al año, la empresa tiene que endeudarse y, por cuenta de pagar esa
obligación, la deuda está creciendo más de lo previsto.
El Parapat es el vehículo que se utilizó cuando se
liquidó Telecom, en el año 2002, y nació Colombia Telecomunicaciones. Los activos quedaron en el
patrimonio y la empresa paga un arriendo por la utilización de los equipos.
Los cálculos de la empresa son que el Estado ha recibido en estos 14 años cerca
de $6,5 billones por este concepto.
Esos recursos han ingresado para atender diferentes
compromisos: por ejemplo, el
patrimonio autónomo de remanentes, que fue una figura de la liquidación donde
se pagaban deudas de la antigua Telecom. El Parapat también le manda
dinero a un patrimonio autónomo pensional que luego le giraba inicialmente a
Caprecom para el pago de pensionados.
En su momento, un informe del banco de inversión Merrill
Lynch señalaba que la
empresa tiene un apalancamiento muy superior al promedio del mercado y registra
una reducción de 9% del Ebitda. De hecho, mientras en promedio las
empresas del sector tienen un indicador de deuda sobre Ebitda de 2,5 veces en
Europa, y en América Latina puede estar apenas por encima de las dos veces, en
el caso de Movistar Colombia la cifra llega a 5,8 veces. La conclusión de la banca es que
la compañía necesita tomar decisiones sobre su futuro y su nivel de deuda, y
plantea dentro de las estrategias avanzar en un proceso de capitalización de
hasta 300 millones de euros; es decir, un poco más de $1 billón.
Movistar también se enfrenta al alza de la inflación
durante el 2016, que superó todas las expectativas e incluso llegó a triplicar
la meta del Banco de la República al alcanzar el 9% en julio. Esto generó un incremento de los
pagos fijos del Parapat.
De 2002 a 2006 el esquema de pago del Parapat se hacía
como un porcentaje de la utilidad operacional. En 2006 –cuando se da el proceso
de capitalización con Telefónica–, el contrato se modifica y se establece un perfil de pagos fijos, que
arranca en cerca de $375.000 millones y se va incrementando en el IPC + 4
puntos.
El acuerdo iba dentro de las expectativas, hasta hace un
par de años, cuando la inflación se fue por encima de los rangos metas. “La situación ya no aguanta
mucho más. Imagínese lo que implica eso en una obligación de largo plazo que
está programada con el Marco Fiscal de Mediano Plazo con una inflación de 3,5%
y que ya ha bordeado 8%”, dijo un analista del sector.
A esto hay que sumarle la aplicación del nuevo esquema de
normas contables internacionales (Niif). Antes de que Colombia aplicara estas
nuevas normas, el Parapat era un contrato de largo plazo que solo se registraba
el año correspondiente. A
partir de las Niif tiene que reflejar el valor total del contrato y la realidad
económica del tamaño del compromiso, lo que empeora los resultados de la
empresa de telefonía y hace más urgente su capitalización.
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