Así
es starlink, el proyecto global de internet de elon musk que cubrirá el cielo
de satélites... y enfada a los astrónomos.
Ya
hay 300 satélites en el espacio de los 12.000 que la compañía tiene como
objetivo.
La compañía de tecnología aeroespacial SpaceX continúa
trabajando en su proyecto Starlink, una red de internet de alta velocidad que
funcione a nivel global a través de satélites que construyan una
megaconstelación alrededor de la Tierra, lo que ha suscitado las críticas de astrónomos.
El objetivo de la empresa, propiedad de Elon Musk, a quien también pertenece la
firma de vehículos eléctricos Tesla, es desplegar 12.000 satélites para
"ofrecer internet de banda ancha de alta velocidad a ubicaciones donde el
acceso ha sido poco confiable, costoso o no disponible", explica en
su página oficial.
SpaceX espera poder comenzar a dar servicio en el norte de Estados Unidos
(EE UU) y Canadá en 2020, y llegar a casi todas las zonas pobladas el
próximo año.
Para ello, Starlink ya tiene 300 satélites en órbita, que se desorbitan
solos al final de su vida útil y que se queman en la atmósfera terrestre en un periodo de uno a cinco
años debido a que se encuentran a una latitud menor que otros satélites (550 kilómetros frente a 1.000
kilómetros o más).
Estos
satélites tienen un diseño compacto que aprovecha al máximo el Falcon 9,
el cohete que los pone en órbita, y pesan unos 260kg. Tiene cuatro antenas muy potentes que le otorgan de una
gran capacidad de rendimiento y que pueden redirigirse rápidamente.
También están compuestos por paneles solares y sistemas de propulsióniónicos
alimentados por criptón, lo que les permite moverse y deshacerse al
final de su vida útil. Además, cuentan con rastreador de estrellas, lo que les da la capacidad
de colocarse en el sitio exacto para garantizar el mejor funcionamiento posible
de la banda ancha. De igual forma, tienen un sensor que detecta los escombros para evitar que
colisionen con ellos.
Cómo
dan internet los satélites Starlink
El proyecto de Musk es un nuevo internet satelital. Las señales de internet no se envían a través de cables eléctricos, sino que transmiten información a través del vacío del espacio, donde funciona un 47% más rápido que en un cable de fibra óptica.
El
internet satelital actual funciona gracias a grandes naves espaciales que
orbitan a más de 35.000 kilómetros por encima de en un lugar específico del
planeta. La distancia tan grande
a la que se encuentra, provoca que exista una tardanza mayor en el envío y la
recepción de datos.
En
el caso de Starlink, al situarse más cerca de la Tierra y establecer redes,
pueden transportar grandes cantidades de información muy rápidamente a
cualquier lugar del planeta, incluyendo los océanos y los lugares en los que la
fibra no se puede instalar o es muy caro hacerlo.
El
enfado de los astrónomos
Aunque el proyecto ha gustado mucho por lo innovadora que resulta la propuesta, muchos son los astrónomos que se han quejado porque consideran que los satélites impedirán una visión limpia del cielo y el espacio.
Tras
el lanzamiento de la primera tanda de 60 satélites el pasado 23 de mayo de 2019,
muchos detectaron una cadena de luces que generó mucha preocupación.
"Puedo protestar porque alguien ponga un cobertizo
que obstruya mi visión, ¿pero
hay algo que pueda hacer si alguien lanza miles de satélites al cielo?",
aseguró a The Atlantic Krzysztof Stanek, astrónomo de la Universidad Estatal de
Ohio.
Que SpaceX cubriera con una capa oscura sus satélites para que dejaran de brillar no
calmó los ánimos de sus detractores. "El cielo nocturno es un bien común, y lo que
tenemos aquí es una
tragedia de los bienes comunes", se quejó en la BBC Dave Clements,
astrofísico del Imperial College London.
"Se
interponen en el camino de todo. Nos perderemos todo lo que esté detrás
de ellos, ya sea un
asteroide potencialmente peligroso cercano o el quásar más distante del
Universo", añadió también.
Ya
son 300 los satélites en la órbita de la Tierra.
El proyecto de Musk es un nuevo internet satelital. Las señales de internet no se envían a través de cables eléctricos, sino que transmiten información a través del vacío del espacio, donde funciona un 47% más rápido que en un cable de fibra óptica.
Aunque el proyecto ha gustado mucho por lo innovadora que resulta la propuesta, muchos son los astrónomos que se han quejado porque consideran que los satélites impedirán una visión limpia del cielo y el espacio.
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