El
trabajador debe mostrar todas sus habilidades y aptitudes para sobrevivir en
épocas de cambio.
Estas
situaciones, que no dependen de los empleados, se deben afrontar con talento,
confianza y liderazgo.
Cambios
económicos, políticos y sociales determinan de manera constante el mercado
laboral. De hecho, Colombia ha tenido transformaciones importantes en
los últimos meses y por eso los empleados tienen que estar preparados.
Una de las mayores preocupaciones al efectuar estos
procesos surge en el tratamiento que se da al recurso humano de las compañías y la forma en que se
adaptarán a los cambios organizacionales.
En
las compañías siempre se presentarán reestructuraciones y por eso el trabajador
debe estar abierto a los cambios y decisiones que tome la empresa, porque puede
darse la eliminación de cargos, debido a la duplicación de escalas, cambios en
la estructura y el clima laboral.
Pueden presentarse dos opciones: el cargo se queda o se elimina. Ahí se
inician los procesos de ‘outplacement’ (reubicación laboral) para los cargos
que se prescinden. Con el
recurso humano que queda se empieza el manejo del cambio y adaptación que
siguen en la estructura.
Generalmente en una fusión el recurso humano más afectado es el de la empresa que es
comprada, porque la otra organización llega con su propio personal. Es un momento de crisis.
En
la mayoría de casos salen los trabajadores más estables, con más tiempo y en
edades con dificultad para encontrar trabajo.
Se
aconseja estar atentos a la posible compra de la compañía en la que se
labora e ir preparando un plan b y empezar la búsqueda de un nuevo empleo con
antelación.
Sin embargo, el ideal en los procesos de fusión y adquisición es tratar de mantener
el personal de las dos empresas, e incluso brindar oportunidades de
crecimiento profesional en las nuevas escalas de la organización.
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