Los
compuestos de sabor del tabaco encontrados en el “líquido” de los cigarrillos
electrónicos aumenta la inflamación en las células endoteliales que recubren la
superficie interior de los vasos sanguíneos y de los vasos linfáticos, y pueden
causar toxicidad cardiovascular.
Los días en que las personas jóvenes piensan que fumar
cigarrillos es genial puede
estar llegando a su fin. Pero existe otra realidad.
El
uso de tabaco entre los jóvenes ha disminuido cerca de 25 por ciento en menos
de una década, de 4.5 millones entre los estudiantes de escuela
intermedia y secundaria en 2011, a 3.6 millones en 2017, de acuerdo con la
Encuesta Nacional de Jóvenes y Tabaco (National Youth Tobacco Survey, NYTS) de
2017.
Sin embargo, el uso de los cigarrillos electrónicos se ha disparado convirtiéndose
en el producto de tabaco más usado tanto entre los estudiantes de escuela
intermedia como en los de secundaria desde 2014, de acuerdo con el
informe del Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)
de morbilidad y mortalidad. Entre los 3.6 millones de usuarios de tabaco en
2017, 2.1 millones utilizaban cigarrillos electrónicos.
De
acuerdo con la encuesta de jóvenes sobre tabaco, el número de estudiantes de
escuela secundaria que informaron ser usuarios de cigarrillos electrónicos
aumentó enormemente en 78 por ciento entre 2017 y 2018, a 3.5 millones,
revertiendo la disminución previa de uso de tabaco.
Los números entre estudiantes de escuela intermedia
aumentó por 48 por ciento a 570,000.
Los
autores del estudio enumeran tres presumibles causas para el aumento en el uso
de los cigarrillos electrónicos en el pasado año: el diseño atractivo de los
productos electrónicos, el alto contenido de nicotina y las opciones tentadoras
de sabor de frutas y dulces.
También es popular con los jóvenes hoy en día un
dispositivo para fumar que ha abarcado siglos, con orígenes en la antigua
Persia e India. Visite el “hookah”, un lugar esencial en el escenario de la
vida nocturna del sur de Florida, con bares y cafés hookah que son una gran
atracción entre los estudiantes universitarios.
“Está
siendo problemático, por decir lo menos”, dice el Dr. Metee
Comkornruecha, director de la división de medicina de adolescentes de Nicklaus
Children’s Hospital. “Desafortunadamente,
estas dos formas de fumar son percibidas incorrectamente por el público como
uno menos dañino y entonces puede que los padres no estén tan preocupados si
ven a sus hijos siendo parte. Dice que puede que lo vean como una situación de “el menor de dos
males”, comparado al uso del cigarrillo.
Comkornruecha advierte que la nicotina emitida por estos
productos es altamente adictiva y puede causar daño al cerebro en desarrollo de
un adolescente. Dice que la
educación y reglamentaciones más estrictas relacionadas al mercadeo y empaque
de los cigarrillos electrónicos y los hookahs son clave para combatir el
aumento entre los usuarios jóvenes.
“Ambos
dispositivos tienen productos con sabor que parecerían estar mercadeados para
jóvenes o adultos jóvenes. Fumar hookah o pipa de agua es a menudo visto
como una actividad comunal y un evento social dado el aumento de esos bares en
nuestras comunidades”, dice. “En el fondo, como padres y ciudadanos, necesitamos darnos cuenta del
daño potencial que estos productos pueden causar a nuestra juventud en
desarrollo.”
Los cigarrillos electrónicos, que debutaron en Estados
Unidos en 2006, son también conocidos como bolígrafos vaporizadores. Son dispositivos de batería para
fumar que tienen cartuchos que el usuario llena con líquido para ese uso que
usualmente contiene nicotina, sabores y químicos.
El líquido se calienta en un aerosol, que el usuario
inhala y luego exhala como vapor. Los bolígrafos vaporizadores vienen en diferentes tamaños, formas y
colores y pueden cargarse en un puerto USB. El término “vapeo” o
vaporizador es usado comúnmente para describir el uso de los cigarrillos
electrónicos. Hasta recientemente, había disponible poca información sobre los
riesgos de salud de los productos electrónicos de tabaco, pero ahora, más estudios y
resultados de pruebas aleatorias están en los titulares.
Un estudio publicado el pasado año en la revista de la
Asociación Americana del Corazón, muestra que los compuestos de sabor del tabaco encontrados en el
“líquido” de los cigarrillos electrónicos aumenta la inflamación en las células
endoteliales que recubren la superficie interior de los vasos sanguíneos y de
los vasos linfáticos, y pueden causar toxicidad cardiovascular. La
investigación preliminar también sugiere que las personas que fuman cigarrillos
electrónicos son más propensas a sufrir de enfermedades del corazón y
accidentes cerebrovasculares, que los no fumadores.
“Vemos a muchos pacientes que han utilizado y están
utilizando cigarrillos electrónicos”, dice el Dr. Carlos R. Zayas Torres,
cardiólogo de Orlando Health Heart Institute, quien se especializa en
enfermedades cardiovasculares. “Algunas veces, los pacientes dicen que se inclinan a los cigarrillos
electrónicos porque creen que es una alternativa limpia y segura o cree que es
una alternativa a la terapia para dejar de fumar, o creen que reduce la
exposición del humo de segunda mano.
“En
este momento, es difícil ver en la población joven los efectos a largo plazo de
los cigarrillos electrónicos”, dice, “pero definitivamente estamos
viendo más eventos cardiovasculares. Hace diez años, era raro ver infartos del
miocardio en personas menores de 50 años. Hoy en día, vemos pacientes en ese
grupo de edad llegando semanalmente al hospital con eventos cardiovasculares
agudos”, dice.
“Estos eventos son desencadenados por factores de riesgo
como fumar (incluyendo cigarrillos electrónicos), obesidad, inactividad física,
hipertensión y diabetes.”
Si el vapeo es una mejor alternativa que el fumar sigue
siendo un tema candente.
El CDC dice que los cigarrillos electrónicos “tienen el potencial de beneficiar a
los fumadores adultos no embarazadas, si se usa como un substituto completo de
los cigarrillos regulares y otros productos de tabaco.”
Para personas que son adictas a la nicotina, el usuario
puede todavía obtener su “dosis” del vapeo, y la cantidad de nicotina puede ser
reducida al seleccionar líquido de baja dosis, que ha sido favorecido entre
antiguos fumadores de cigarrillos.
Un estudio publicado el pasado mes en New England Journal
of Medicine muestra que
los cigarrillos electrónicos eran más efectivos para dejar de fumar que la
terapia de reemplazo de nicotina, cuando es acompañado por apoyo en comportamiento.
De acuerdo con FDA, casi 90 por ciento de fumadores
adultos de todos los días comenzó a fumar para los 18 años y cerca de 2,000
jóvenes menores de 18 fuman su primer cigarrillo diariamente en Estados Unidos.
“El
uso de los productos de tabaco, no importa el tipo”, de acuerdo con FDA, “casi
siempre comienza y se establece durante la adolescencia cuando el cerebro en
desarrollo está más vulnerable a la adicción de nicotina.”
El pasado año, la FDA tomó pasos para prohibir la venta
de cigarrillos electrónicos con sabor en las tiendas tradicionales de venta al
detal a través de Estados Unidos, con la esperanza de que más jóvenes no opten
por el vaporizador.
Las variedades con sabor pueden ser vendidos actualmente
solo en tiendas con edad restringida o a través de los comerciantes en línea, que deben verificar la edad del
cliente.
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