EL
tiempo que los menores de dos años pasan frente a la pequeña pantalla pasó de
la media hora de 1997 a las dos horas y media de 2014
Hubo un tiempo no tan lejano en el que la televisión no
era un estímulo tan poderoso para niños muy pequeños. Podían más las muñecas,
los juegos de construcción, las cajas de música o un balón de fútbol. Hoy, es tan adictiva como las
drogas de diseño, al menos en Estados Unidos, donde el tiempo delante de la
pequeña pantalla se ha multiplicado por cinco en menores de dos años desde
1997, incluso en la era de los smartphones, las tabletas y demás aparatos
electrónicos.
De acuerdo a un estudio, se ha pasado de la media hora de 1997 a las dos horas y
media invertidas en 2014 por el público infantil frente a sus programas
favoritos en la tele. Los datos del informe, publicado por el JAMA
Pediatrics, provinieron de lo aportado por los propios padres.
En total, el tiempo dedicado a la pantalla, desde
cualquier aparato, incrementó
de la hora y media de 1997 a un espacio ligeramente superior a las tres horas
de 2014, una tendencia que los expertos temen que pueda ir en aumento
por la "invasión tecnológica" que sufren la mayoría de los hogares en
países occidentales.
La
buena noticia es que las horas frente a la pantalla de niños de entre 3 y 5
años no varió en exceso, estable en torno a las 2 horas y media diarias.
Fueron los más pequeños de la casa los que redujeron la distancia con respecto
a sus hermanos mayores.
Esos excesos frente al televisor se han asociado en el
pasado con problemas de aprendizaje y de tipo emocional para los niños, lo que
desembocó en la recomendación de la Academia Americana de Pediatría de evitar
las pantallas por completo por niños menores de 18 meses en 2016.
La vida a través de una pantalla La autora del estudio,
Weiwei Chen, profesora asistente de la Universidad Internacional de Florida,
aseguró que tenía curiosidad como madre por saber cuánto tiempo "pasan
nuestros hijos hoy en día frente a teléfonos inteligentes, iPads, televisiones
y todo tipo de pantallas". El resultado ha sido demoledor.
El
informe es un fiel reflejo del cambio en el estilo de vida de las familias y en
la proliferación de las nuevas tecnologías. Antes solo se tenían en
cuenta los videojuegos y los ordenadores junto con la televisión para medir
estos comportamientos. Ahora, en la ecuación del tiempo frente a la pantalla
están también los móviles, los iPad y los libros electrónicos. Aún así, la tele domina.
Mucho
ha tenido que ver el empuje de Silicon Valley y la infinita ambición de las
plataformas de streaming como Netflix, Amazon o Hulu. Su catálogo para
público infantil es inmenso en comparación con la programación disponible hace
20 años, una batalla a la que pronto se sumarán Disney y Apple. Suerte tratando
de alejarlos de la televisión.
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