A
pesar de que actualmente los esfuerzos de la mayoría de gobiernos europeos se
está centrando en el despliegue de una red de puntos de recarga públicos que
permitan a los usuarios realizar viajes con sus coches eléctricos, lo cierto es
que hasta que no se estandaricen las cargas ultra-rápidas que permitan a los
conductores sin garaje cargar su coche eléctrico en una electrolinera en
minutos, la mayor parte de las cargas se producirán en los hogares.
La
carga rápida suele ser en corriente continua, para la que hay normalizadas una
serie de potencias (50 kW y 100 kW son carga rápida, 150 kW carga super-rápida,
350 kW carga ultra-rápida). Por otro lado, las cargas semi-rápidas suelen ser en corriente alterna:
11 kW o 22 kW. En algunos países del norte de Europa, estas dos últimas
potencias están muy estandarizadas en los hogares unifamiliares, si bien en
España no es tan común.
Dentro
de unos años, lo más probable es que haya muchos coches eléctricos con baterías
de unos 65 kWh de capacidad (es decir, unos 400 km de autonomía reales en ciclo
mixto). A 11 kW, el tiempo de carga de esta batería sería de unas 6 horas,
mientras que a 22 kW de 3
horas. En el caso de la carga rápida, se llegaría al 80% de carga en
aproximadamente 1 hora y
20 minutos a 50 kW; 40 minutos a 100 kW; 25 minutos a 150 kW; y 10 minutos a 350 kW.
En el día a día, sin embargo, los españoles apenas realizamos 30 km diarios con el
coche. Por lo tanto, al cabo de una semana laboral, un coche eléctrico
de media apenas habrá
realizado 150 km, por lo que le quedará más del 60% de su carga. Por
ello, cargando cada pocos días en casa por la noche, conseguimos tener siempre la batería con mucha autonomía
disponible, sin tener que recurrir a tomas de alta potencia.
La mayor parte de los coches eléctricos del mercado pueden cargar como máximo a 7,4
kW de potencia en monofásica, a veces incluso menos. Dependiendo de
nuestras necesidades, podremos contratar diferentes potencias: 2,3 kW; 3,45 kW;
4,6 kW; 5,75 kW; 6,9 kW… (estas son las antiguas potencias estandarizadas, ahora cada usuario puede
contratar la potencia exacta que desee conveniente).
Así, si conectamos el coche a diario o cada pocos días, una potencia de 3,45 kW debería
servir de sobra, si bien sería recomendable tener algo más de margen y apostar
por 4,6 kW o 5,75 kW.
Si por el contrario queremos apostar por un punto de
carga muy polivalente en nuestro hogar, una potencia de 6,9 kW nos permitirá
ganar autonomía de forma más rápida en caso de emergencia. A dicha potencia, un coche de 65
kWh se cargaría por completo en 9 horas y media; en menos de 5 horas
para el 50%, 2 horas y cuarto para el 25%… En resumen, ganaríamos unos 30 km por cada 40 minutos de
carga, una cifra ideal para el día a día.
Autonomía
ganada tras 8 horas de carga:
2,3
kW: 113 km
3,45
kW: 170 km
4,6
kW: 226 km
5,75
kW: 283 km
6,9
kW: 340 km
11
kW: 542 km
22
kW: 1.083 km
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