A
través de su blog, el magnate americano ha expresado sus dudas sobre la
viabilidad de electrificar vehículos de gran tonelaje, aviones o barcos, ya que
cree que las baterías son excesivamente grandes y pesadas.
Bill
Gates no confía en que las baterías puedan alimentar los grandes vehículos de
transporte por carretera, los barcos o los aviones.
A través de su blog personal, Bill Gates ha manifestado su opinión sobre la
electrificación de los grandes vehículos de transporte por carretera y
los sectores de la aviación y la navegación. Y no ha sido para elogiarla ni
para animar a sus desarrolladores. Más bien todo lo contrario. El magnate americano está convencido que las grandes y
pesadas baterías que estos vehículos necesitarán para recorrer largas
distancias son un obstáculo insalvable y que su futuro está en los
biocombustibles.
En marzo de este año, el empresario estadounidense anunció que, tras 45 años,
abandonaba el consejo de administración de Microsoft para dedicarse a
sus labores filantrópicas a través de la Fundación Bill y Melinda Gates. En los
últimos meses el fundador de Microsoft ha sido protagonista de la actualidad por la pandemia de
la Covid-19 y su posible relación con ocultas conspiraciones
relacionadas con una posible vacuna.
A través de esta institución se ha centrado en emplear su fortuna para intentar
solucionar los principales problemas del mundo, entre ellos el cambio climático. En su
blog, Gates advierte la
repercusión de la pandemia en este fenómeno que está provocando
“terribles sufrimientos y dificultades económicas durante los últimos meses”.
Todavía en medio de ella “y por
difícil que sea imaginarlo en este momento, el cambio climático tiene el
potencial de ser aún más devastador”.
En varias ocasiones, se ha manifestado como defensor de la
electrificación del automóvil. En febrero, en una entrevista realizada
por el youtuber Marques Brownlee anunció que había adquirido un Porsche Taycan
y, poco después, que también se había hecho con la propiedad del primer yate de hidrógeno del mundo
por la módica cantidad de 590 millones de dólares.
Afirma
que a oferta es cada vez mayor, de manera que el comprador ya dispone de
un abanico de decisión amplio para seleccionar qué tipo de vehículo quiere
adquirir, con el formato
que más se adapte a sus necesidades y a un precio que, poco a poco, se
va reduciendo.
Sin embargo, este apoyo no lo extiende a vehículos de gran tonelaje ni a otros
sectores del transporte. La dificultad para que se produzca este salto
lo achaca a las grandes y pesadas baterías que se necesitan para hacerlas
competitivas con los combustibles. “Cuantas más baterías use, más peso se agregará y más energía se
necesitará”. Bill Gates no cree que los grandes avances en la tecnología
de las baterías logren alcanzar una solución práctica para vehículos tan
grandes como los grandes tráiler de 18 ruedas, los barcos de carga o los
aviones de pasajeros: “La
electricidad funciona cuando es necesario cubrir distancias cortas, pero
necesitamos una solución diferente para vehículos pesados de largo recorrido
". En su opinión, este espacio lo cubrirán en un futuro los biocombustibles.
Las declaraciones del magnate suponen un jarro de agua
para los programas de desarrollo que ya están en marcha como el Tesla Semi, el de Nikola Motor, el
de Daimler con el tráiler eléctrico de Clase 8 Freightliner eCascadia, o el de
Paccar, que trabaja con las marcas DAF, Peterbilt y Kenworth. En cuanto a los aviones
eléctricos, el propio CEO de Tesla, Elon Musk ha estado barajando en los
últimos tiempos que podrían ser viables cuando la densidad de energía de las
baterías alcanzase los 400 Wh/kg, un objetivo para el que muchos
fabricantes están trabajando actualmente y que él creo que se harán realidad en
cinco años.
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