Las bicicletas eléctricas son tendencia
en el mercado. Las e bikes están de moda y cada vez son más los usuarios que se
atreven con este tipo de bicicleta. Una modalidad que permite acercar el ciclismo a diferentes perfiles de persona
que hasta hace bien poco, por unos motivos u otros, era complicado que pudieran
disfrutar de este deporte en su plenitud.
La llegada y el impacto comercial de
las bicicletas eléctricas no está exento de debate. Las e-bikes enfrentan a dos
polos opuestos. Por un
lado los defensores de la bicicleta eléctrica y de sus beneficios y por el otro
los detractores de este tipo de modalidad. Una disputa que lleva tiempo
en el aire y que no termina de decantarse por ninguno de los dos bandos. La industria es evidente que
tiene mucho que decir en todo esto pero más allá de los intereses
comerciales de las marcas toca
analizar las ventajas e inconvenientes de las bicicletas eléctricas para
de esta forma tener claro hasta qué punto merece la pena la compra de una
bicicleta eléctrica.
¿Bicicleta eléctrica si o no?
Ventajas y puntos a favor de la
bicicleta eléctrica
– Accesible para un público más amplio: para mi la gran ventaja de la
bicicleta eléctrica es la posibilidad que ofrece de acercar el ciclismo a un
público más amplio y diverso. La bicicleta eléctrica permite que personas de cierta edad, con sobrepeso
o con una condición física bastante pobre disfruten de la bicicleta prácticamente
de la misma forma que lo hacen los ciclistas más entrenados. Gracias a la
llegada de las e-bikes personas que disfrutaban viendo este deporte por
televisión pueden subir por primera vez algunos de los puertos de montaña más
duros y emblemáticos de la historia del ciclismo.
-Posibilidad de igualar niveles: No serías la primera pareja que
termina enfadada porque un miembro de la pareja va más rápido que el otro. Gracias a la bicicleta eléctrica
es más fácil igualar el nivel entre dos o más personas. El motor permite
que personas en peor condición física sean capaces de seguir la rueda de deportistas más
entrenados. Las E-bikes también ofrecen la posibilidad de que miembros de diferentes generaciones
compartan un buen rato encima de la bicicleta. Ahora abuelos, padres, nietos e hijos pueden salir
a rodar conjuntamente.
-Transporte sostenible: Este punto puede parecer una
tontería puesto que la bicicleta convencional es incluso un transporte más
sostenible que la bicicleta eléctrica. Por esto conviene matizar que la ventaja
que veo de la bicicleta eléctrica es en comparación a otros medios de
transporte que si contaminan como el coche o las motocicletas.
En las
grandes ciudades centro europeas mucha gente se desplaza al trabajo en
bicicleta. Al fin y al cabo detrás de todo esto hay unos hábitos, unas
costumbres y unas barreras culturales que la bicicleta eléctrica puede ayudar a
romper. Las e-bikes están
cada vez más trabajadas y apenas necesitan de esfuerzo físico para avanzar a
una velocidad más que interesante. Cualquier persona se puede subir a
una bicicleta eléctrica y utilizarla como medio de transporte ecológico. El
desnivel, la pereza o la pésima condición física ya no sirven de excusa.
Ahorra energía al ciclista: Es evidente que con la bicicleta
eléctrica emplearás menos energía para llegar al mismo sitio. El motor te ayuda a avanzar y te
permite superar las pendientes más fuertes con menos fuerza. La
incorporación de un motor en la bicicleta es indudable que supone un ahorro de
energía importante para el deportista. La autonomía de la batería que hasta hace poco era el
punto débil de estos modelos ha mejorado bastante de forma que se pueden hacer
recorridos más largos con total seguridad.
Inconvenientes de la bicicleta
eléctrica
-Precio: El precio para mi sigue siendo la gran asignatura pendiente de las bicicletas eléctricas, el gran inconveniente. Cada vez más marcas ofrecen este tipo de bicicleta en su catálogo pero siguen presentando unos precios bastante elevados en comparación a una bicicleta convencional de prestaciones parecidas. Evidentemente esto frena a muchos usuarios que no están dispuestos a gastarse una suma tan importante de dinero por una bicicleta. La competencia del sector crece y cada vez es más dura por lo que las marcas se ven obligadas a ofrecer productos a un precio más ajustado.
Con suerte en un par o tres de años veremos bicicletas eléctricas más que decentes alrededor de los 1000-1500 euros.
-Autonomía: La mejora en este sentido también
es notoria pero por mucha mejora que aparezca siempre tendremos el
condicionante de la batería. Hace 5 años era un riesgo salir en bicicleta
eléctrica a hacer rutas de más de 3 horas ya que en cualquier momento te podías
quedar tirado en medio de la montaña. Actualmente la bateria tiene más autonomía y además casi
todas las marcas ofrecen diferentes rangos de velocidad para gestionar la
autonomía del motor. El modo “ahorro de energía” está muy trabajado y se
pueden recorrer muchos kilómetros en esta posición.
-Peso: No hace falta decir que el motor tiene un peso y
que por lo tanto las
bicicletas eléctricas siempre serán más pesadas que las bicicletas
convencionales de gama parecida. Este lastre se nota especialmente en
las e-bikes de gama medio-baja que son bastante “tanque” y en ocasiones son
difíciles de manejar (especialmente las bajadas).
Si tu presupuesto es más grande como es lógico podrás disponer de una eléctrica mucho más ligera y manejable. De hecho los mejores modelos de e-bike no tienen nada que envidiar a algunas bicicletas MTB de aluminio y de gama baja.
El mercado tiene mucho margen de mejora y aunque el lastre siempre estará presente no tardaremos en ver bicicletas eléctricas MTB con la mitad del peso actual.
-Excesiva comodidad: Lo del mundo de las eléctricas es
verdad que puede provocar que algunos ciclistas se acomoden con el sistema
motor. Con lo de acomodarse me refiero a que el nivel de actividad física se
vea reducido causando un impacto directo sobre la salud. El motor es bastante tentador
cuando sabes que puedes llegar al mismo punto sin necesidad de hacer el mismo
esfuerzo. Este punto es el que ha generado enfrentamientos importantes
entre los que ven la
bicicleta eléctrica como un invento para “pijos” y señoritos y los que
interpretan la incorporación de un motor como una facilidad más.
Opinión
Afirmar rotundamente que las bicicletas eléctricas merecen la pena es algo quizá demasiado agresivo pero en general y en mi opinión es verdad que no existe ningún motivo con suficiente peso como para poner en duda dicha afirmación.
Las bicicletas eléctricas han aportado
más soluciones que problemas
y es que gracias a ellas ahora el ciclismo es un deporte más abierto y integrador.
Con la llegada de las e-bikes la
condición física del usuario es menos importante y gracias a la autonomía de los motores personas
mayores e incluso con algunos problemas de salud pueden seguir disfrutando de
este deporte.
Lo más importante a la hora de decidir
si comprar o no una bicicleta eléctrica es tener claro el perfil de ciclista. Si eres una persona que se
mantiene en buena forma, quiere seguir mejorando su condición física o no tiene
problemas para seguir el ritmo de tus compañero no veo ninguna necesidad de entrar en el mundo eléctrico.
Si por el contrario eres una persona de
edad relativamente avanzada,
que lleva años con una vida sedentaria, que dispone de poco tiempo para
entrenar y esto le impide
poder salir con sus compañeros de toda la vida sin ninguna duda la
bicicleta eléctrica es la
solución.
Se trata de valorar tus prioridades y
tus necesidades. Cada ciclista es un mundo
y por lo tanto la valoración global y generalizada puede llevar al error.
-Precio: El precio para mi sigue siendo la gran asignatura pendiente de las bicicletas eléctricas, el gran inconveniente. Cada vez más marcas ofrecen este tipo de bicicleta en su catálogo pero siguen presentando unos precios bastante elevados en comparación a una bicicleta convencional de prestaciones parecidas. Evidentemente esto frena a muchos usuarios que no están dispuestos a gastarse una suma tan importante de dinero por una bicicleta. La competencia del sector crece y cada vez es más dura por lo que las marcas se ven obligadas a ofrecer productos a un precio más ajustado.
Con suerte en un par o tres de años veremos bicicletas eléctricas más que decentes alrededor de los 1000-1500 euros.
Si tu presupuesto es más grande como es lógico podrás disponer de una eléctrica mucho más ligera y manejable. De hecho los mejores modelos de e-bike no tienen nada que envidiar a algunas bicicletas MTB de aluminio y de gama baja.
El mercado tiene mucho margen de mejora y aunque el lastre siempre estará presente no tardaremos en ver bicicletas eléctricas MTB con la mitad del peso actual.
Afirmar rotundamente que las bicicletas eléctricas merecen la pena es algo quizá demasiado agresivo pero en general y en mi opinión es verdad que no existe ningún motivo con suficiente peso como para poner en duda dicha afirmación.
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