Una empresa estadounidense que fabrica productos de hule
espuma le ha dado una fortuna a una familia de empresarios. Los ambientalistas
dicen que sus artículos descartables contaminan el planeta.
La primera taza que Dart
comercializó. La reacción
violenta contra el hule espuma está pasando factura: las ventas han disminuido
y la compañía ha ampliado sus ofertas para incluir más productos de papel.
Esta empresa familiar fue
cofundada en Míchigan por un veterano de la Segunda Guerra Mundial que tenía
las licenciaturas de Matemáticas, Ingeniería y Metalúrgica, y desarrolló
productos que, en gran parte, ayudaron a impulsar la economía moderna. Dart fabrica, por millones,
vasos térmicos, estuches, tapas para vasos de café, así como tenedores y
cuchillos desechables, es decir, los recipientes de un solo uso que permiten
que los estadounidenses coman y beban cuando van en camino. Les da
empleo a aproximadamente 15.000 personas en catorce estados de Estados Unidos.
Pero ahora muchos de los
productos que produce esta empresa de bajo perfil del Medio Oeste
estadounidense son
señalados por algunos críticos como una peste que contribuye al problema
mundial de la contaminación por plásticos.
Las ciudades y los estados
están prohibiendo cada vez más uno de los productos emblemáticos de Dart: los
recipientes para alimentos y bebidas de poliestireno expandido —conocido como unicel, isopor,
telgopor, tecnopor y otras variantes en Latinoamérica—, los cuales
pueden dañar a los peces y a otros tipos de especies marinas. En diciembre, el
gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, propuso que en todo el estado se prohibieran los
recipientes de un solo uso hechos de poliestireno expandido, conocido en
inglés más comúnmente, y de manera poco precisa, como Styrofoam (la marca
registrada de un material que se usa normalmente como aislante). El año pasado,
los estados de Maine y Maryland prohibieron los recipientes hechos con espuma de poliestireno y
casi 60 países han promulgado prohibiciones similares o están en el proceso de
aprobarlas. Algunos
funcionarios electos y grupos ambientalistas afirman que es difícil reciclar de
manera significativa los recipientes de poliestireno.
“Existen pruebas abrumadoras de que este material
está dañando a la Tierra de modo importante”, dijo Brooke Lierman, una
legisladora de Maryland que apoyó la prohibición en su estado.
La fábrica de Dart en
Chicago. La compañía fabrica, por millones, productos que incluyen tazas
desechables, empaques o contenedores de comida, vasos de papel, tapas de tazas
de café y tenedores y cuchillos de plástico.
Los académicos y expertos industriales todavía están
analizando la mejor forma de cuantificar los efectos a largo plazo que pueden
tener en el cambio climático los recipientes de un solo uso hechos de diversos
materiales (plástico, papel, vidrio). Sin embargo, según los ambientalistas, el
daño que la contaminación por plásticos puede causar en la vida marina es
inmediato.
“Hasta donde sé, un vaso de papel nunca ha matado a ningún
animal marino”, señaló Jan Dell, una
ingeniera que trabajaba en la industria de los plásticos y que ahora dirige
Last Beach Cleanup, un organismo que se enfoca en combatir la contaminación por
plásticos.
Las mismas propiedades que pueden hacer que el unicel sea un
problema ambiental también hacen rentable su fabricación. Los costos son bajos
debido a que el unicel es 95 por ciento aire y puede fabricarse con
relativamente poco plástico en bruto.
William A. Dart no inventó
los vasos de unicel, pero sí se volvió un experto en su producción en masa.
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