Las
nuevas imágenes del glaciar Thwaites, apodado 'Doomsday', evidencian que está
en grave peligro, pues se derrite a toda velocidad.
El
"glaciar del fin del mundo", Thwaites localizado en la Antártida
occidental no recibe este apodo por casualidad: tiene el potencial de devastar
el mundo.
Este glaciar tiene aproximadamente el tamaño de Gran Bretaña y, según las
estimaciones de la NASA, si se derritiera aumentaría considerablemente el nivel del mar.
Pero este hecho por sí mismo no es lo más preocupante. El problema es lo que desencadenaría esta cascada
de derretimiento del hielo.
Como ejemplo, los glaciares actualmente protegidos del
calentamiento del océano gracias al respaldo de este enorme glaciar quedarían
expuestos, lo que
provocaría un aumento del nivel del mar que acabaría sumergiendo bajo las aguas
ciudades tan importantes como Nueva York o Miami e incluso los Países Bajos.
Si ya de por sí éramos conscientes de que estaba retrocediendo a un
ritmo alarmante, un reciente estudio publicado en la revista Proceedings
of the National Academy of Sciences teme que este ritmo pueda acelerarse aún más tras descubrir que el
aumento del daño debilita la integridad de la plataforma de hielo, por lo que
están comenzando a agrietarse más y más.
En fase inicial de
desintegración
El
glaciar se está derritiendo a un ritmo alarmante: aproximadamente 0,8
kilómetros por año. Los científicos estiman que el glaciar perderá todo
su hielo en unos 200 a 600
años. Cuando lo haga, elevará
el nivel del mar entre 0,5-0,6 metros.
Los investigadores analizaron imágenes de satélite tomadas entre 1997 y 2019
para documentar el creciente daño de las plataformas de hielo. El objetivo era identificar de
qué forma el daño creciente a la plataforma de hielo estaba afectando su
fuerza, monitoreando las secciones agrietadas y fragmentadas desde el borde del glaciar. La
investigación se centró en el rápido desarrollo de las áreas dañadas de las plataformas
de hielo de Pine Island y Thwaites, donde el glaciar se encuentra con el
océano. Las imágenes no
dejan lugar a dudas: muestran grietas y fisuras en los glaciares.
El modelo reveló que, a medida que la plataforma de hielo está viéndose más dañada,
inicia un proceso de retroalimentación que debilita aún más la plataforma de
hielo, acelerando el desarrollo de áreas de adelgazamiento y grietas que resultan en
rupturas de secciones de hielo. Este hallazgo demuestra la importancia
de considerar estos procesos de retroalimentación de cara a hacer previsiones de aumento del
nivel del mar y evaluar la estabilidad de las plataformas de hielo que
aún perviven.
Las
claves de este descubrimiento
Los investigadores creen que el daño observado en las plataformas de hielo generará aún más fracturas, porque:
Socava
la integridad estructural de las plataformas de hielo.
Debilita las plataformas de hielo y las hace más vulnerables al calentamiento del aire y las temperaturas del océano.
Crea un ciclo de retroalimentación, lo que lleva a más debilitamiento y más detrimento de la estructura.
Recordemos
que los niveles del mar están aumentando actualmente alrededor de 3,5
milímetros por año, y el glaciar Thwaites representa entre un 4 y un 5%
del total, por lo que la importancia de este glaciar va mucho más allá de su
propia supervivencia. La
liberación de las masas de hielo convertidas en agua podría devastar
asentamientos costeros en todo el mundo.
Si toda
la capa de hielo de la Antártida se derritiera, los científicos estiman que el
nivel del mar aumentaría unos 60 metros.
Los investigadores creen que el daño observado en las plataformas de hielo generará aún más fracturas, porque:
Debilita las plataformas de hielo y las hace más vulnerables al calentamiento del aire y las temperaturas del océano.
Crea un ciclo de retroalimentación, lo que lleva a más debilitamiento y más detrimento de la estructura.
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