El
pez león es un voraz depredador y ha tenido un impacto devastador en las
especies nativas de peces.
Pueden
devastar ecosistemas, aniquilar especies nativas y causar pérdidas cuantiosas a
la economía.
El
impacto de las especies invasoras se está agravando en América Latina. Es
una iniciativa conjunta de la Facultad de Ciencia Forestales de la Universidad
de Concepción y el Instituto de Ecología y Biodiversidad en Chile.
"Si
lo encuentras, mátalo y congélalo": la alerta en EE.UU. por el
voraz pez cabeza de serpiente que respira fuera del agua.
"Las
especies exóticas invasoras están aumentando en las Américas y en particular en
Sudamérica. Además, la actividad humana sobre el continente sudamericano
va en aumento, con nuevos caminos, áreas de cultivos y ciudades lo que hace que el continente se
vuelva más propenso a estas invasiones", explicó el experto, quien
es actualmente uno de tres codirectores del informe global sobre especies
invasoras de IPBES, un organismo dependiente de la ONU.
"Sin duda, el cambio climático va a debilitar aún más la capacidad
de las especies nativas para poder soportar la entrada y el impacto de estas
especies invasoras", agregó.
¿Cuándo
una especie es considerada invasora?
Cómo 12.000 toneladas de desperdicios de naranjas hicieron un "milagro verde" y revivieron un bosque en Costa Rica
"Las
especies invasoras son especies exóticas, es decir de otras regiones o
continentes, que el ser humano ha introducido en el ambiente, y que se reproducen en grandes números
generando impacto para la biodiversidad, los ecosistemas y el bienestar humano",
explicó el experto chileno.
Pauchard seleccionó siete ejemplos de especies exóticas
invasoras y dañinas que son emblemáticas en América Latina.
1.
CASTOR (CASTOR CANADENSIS)
Los árboles roídos por los castores americanos en Tierra del Fuego no se recuperan.
Fue introducido en el sur de Argentina y Chile y ocupa Tierra del Fuego, generando diques que destruyen los bosques nativos.
Los
primeros 20 castores fueron introducidos en Tierra del Fuego por la armada de
Argentina con la idea de que los habitantes locales iniciaran un comercio de
pieles.
Pero ante la falta de depredadores naturales -como osos y
coyotes- estos roedores
semiacuáticos se han reproducido rápidamente y se estima que su población
supera los 100.000 individuos.
El
castor roe los árboles hasta derribarlos y los troza para construir su
madriguera.
Si bien los árboles en América del Norte pueden crecer
otra vez después de haber sido afectados por estos roedores, los de Sudamérica mueren luego de ser roídos por
estos animales.
2.
ÁRBOLES Y ARBUSTOS LEGUMINOSOS INVASORES
La mimosa (Acacia dealbata) fue introducida como planta ornamental, pero desplaza a especies nativas.
Pauchard cita como ejemplo la mimosa (Acacia dealbata), el retamo espinoso (Ulex europaeus) y el marabú (Dichrostachys cinerea).
"En
Sudamérica hay muchas especies de plantas que fueron introducidas como
ornamentales, forestales o para controlar la erosión".
"Algunas
de ellas crecen de manera descontrolada compitiendo con las especies nativas,
causando daños económicos y aumentando la frecuencia de incendios",
señaló el experto.
La mimosa, por ejemplo, una planta originaria de
Australia, fue introducida
como planta ornamental para jardines por sus flores amarillas.
Pero
el árbol es un gran superviviente. Crece rápidamente, se adapta a cualquier tipo de
suelo y segrega una sustancia que dificulta el crecimiento de otras plantas
en sus proximidades, por lo que las especies nativas no logran competir.
El retamo espinoso, originario de Europa, también compite con especies
nativas por nutrientes, además de formar densos matorrales difíciles de erradicar y propagar
incendios por ser
muy inflamable debido a sus resinas.
3.
MOLUSCOS INVASORES
El caracol africano llegó a Brasil en la década del 70 y desde ahí se propagó a diferentes países de Sudamérica.
En este grupo se encuentran el mejillón dorado (Limnoperna fortune), el caracol africano (Achatina fulica) y el caracol venenoso de mar (Rapana venosa).
"Se
han introducido moluscos terrestres y marinos con múltiples impactos, desde la
trasmisión de enfermedades como el caracol africano, hasta la
destrucción de infraestructura como el mejillón dorado. Esto ocurre en toda
Sudamérica", afirmó Pauchard.
En
el caso del mejillón dorado, se cree que esta especie originaria de China llegó
a América del Sur a través del agua de lastre de embarcaciones transoceánicas.
El agua de lastre es el agua cargada en el puerto de
origen que transporta un barco cuando viaja con las bodegas vacías para no
darse vuelta en el mar. Cuando
llegan a su puerto de destino los barcos descargan el agua liberando los
mejillones.
El
caracol gigante africano carga con diversos parásitos en sus tejidos y
secreciones de baba. En contacto con las personas, los parásitos pueden
causar diversas afecciones como la meningoencefalitis eosinofílica.
Estos
moluscos ocluyen caños y tomas de agua para consumo humano, así como canales de
riego y tomas en generadores de centrales eléctricas.
4.
PECES: PEZ LEÓN
El pez león es un voraz depredador y ha tenido un impacto devastador en las especies nativas de peces.
Los peces invasores son un problema en zonas costeras y cursos de aguadulce de Sudamérica.
El caso emblemático es el pez león (Pterois volitans),
que fue introducido como pez de acuario y liberado en el Caribe y que
actualmente está dispersándose hacia Sudamérica.
Es
un voraz predador y debido a sus espinas exteriores, muy difícil de controlar.
Originario
de Indonesia, está presente en el Atlántico desde mediados de los 80. La
FAO señala que "el pez león es un verdadero espécimen exótico que llama la
atención. De su cabeza emergen brillantes y venenosas espinas."
"Su
resistencia a los elementos es asombrosa. Sin un depredador natural que los
mantenga a raya, el impacto del pez león en las poblaciones de las especies de
peces nativos y las comunidades que dependen de ellas, ha sido
devastador".
5.
INSECTOS INVASORES
La avispa chaqueta amarilla ataca colmenas desplazando a las abejas. También es carnívora y tan voraz que puede atacar al ganado y a las personas.
Entre los ejemplos citados por Pauchard están la avispa chaqueta amarilla (Vespula germanica) y el abejorro europeo (Bombus terrestres).
"Los insectos pueden ser de origen accidental o intencional. Avispas como la V. germanica se han introducido accidentalmente y son depredadoras de especies nativas y afectan el bienestar humano", explicó Pauchard
La
avispa chaqueta amarilla es originaria del norte de Europa. Cuando
atacan una colmena en busca de miel y de polen, estas avispas llegan a
desplazar a las abejas que la habitan, dejándola vacía. También se alimentan de frutas, por lo que dañan
plantaciones de manzanas y otras especies. Y además son carnívoras, por
lo que atacan al ganado e incluso a las personas. Su picadura es peligrosa, porque el veneno puede generar
una reacción alérgica.
El
abejorro europeo (Bombus terrestris) se ha expandido rápidamente en
Chile provocando la
reducción de la presencia del abejorro patagónico (Bombus dahlbomii).
6.
ANFIBIOS: RANA TORO
La rana toro es una de las especies más nocivas y su consumo puede afectar la salud humana.
Varios anfibios también se han vuelto invasores, compitiendo con las especies nativas y depredando la fauna nativa.
La rana toro (Lithobates catesbeianus) puede llegar a medir 20 cm.
Es
una de las especies más nocivas por varios motivos: tiene un alto potencial
reproductivo, las larvas producen secreciones tóxicas y por tanto carecen de
depredadores naturales fuera de su área de origen, y puede transmitir
patógenos.
Es
originaria de América del Norte y se ha expandido debido a la cría en cautiverio
para consumo humano y su uso como mascota.
Tiene
un grave impacto en los ecosistemas, ya que reduce las poblaciones de especies
nativas y transmite patógenos como el Batrachochytrium dendrobatidis, el
hongo que ha causado el declive de anfibios a escala global.
El
consumo de ejemplares nacidos en aguas contaminadas puede afectar a la salud
humana.
7.
HONGO QUÍTRIDO
El hongo quitridio ataca la piel de los anfibios e impide el correcto balance de agua, sales y minerales, generando un fallo cardíaco en los animales.
Es una enfermedad que afecta a los anfibios (ranas y sapos) nativos de Sudamérica, originaria de Sudáfrica. Causa la muerte de los anfibios y ha generado el declive mundial de este grupo.
Se estima que de las cerca de 500 especies que están en
caída por esta plaga, más de 400 viven en América Latina.
La
quitridiomicosis ataca la piel de los anfibios e impide el correcto balance de
agua, sales y minerales, generando un fallo cardíaco en los animales.
También
puede interrumpir la respiración de la piel y producir toxinas que
alteran la respuesta inmunológica.
"No
liberes mascotas en ambientes naturales"
El aumento de la amenaza de las especies invasoras se deben a que el comercio internacional ha crecido exponencialmente en las últimas décadas en Sudamérica y en el mundo, aumentando así la entrada de especies para cultivos, crianza de animales, acuicultura, mascotas, y también las introducciones accidentales de insectos, hongos patógenos y microorganismos, según explicó Pauchard.
"El
transporte aéreo, terrestre y marítimo es el vector que permite la llegada de
nuevas especies tanto intencionales como accidentales".
Cada país debe adoptar una estrategia de bioseguridad que incluya controles
prefrontera y respuestas rápidas apenas se detecta una especie
potencialmente invasora, afirmó el experto de Chile.
Y la ciencia ciudadana también puede jugar un papel
importante.
¿Qué
podemos hacer en nuestros propios países para ayudar a combatir las especies
exóticas dañinas?
Una
de las recomendaciones es evitar la liberación de mascotas y especies de
acuario en ambiente naturales.
"Lo más importante es que cada ciudadano debe exigir a las autoridades ambientales de sus países que consideren a las especies invasoras como un problema importante para la biodiversidad y el bienestar humano y que implementen estrategias nacionales para controlarlas", señaló Pauchard.
Y
también debemos evitar la introducción y propagación de nuevas especies.
En ese sentido, "las recomendaciones más simples incluyen preferir
especies nativas para plantar en nuestros jardines, no comprar semillas
en internet, y evitar la liberación de mascotas y especies de acuario en ambientes naturales".
"Hay
muchas historias trágicas de cómo liberaciones de especies, para evitar su
sufrimiento, terminan causando un impacto desastroso en la biodiversidad de un
lugar. En estos casos, es importante que pidan consejo a su
veterinario".
Cómo 12.000 toneladas de desperdicios de naranjas hicieron un "milagro verde" y revivieron un bosque en Costa Rica
Los árboles roídos por los castores americanos en Tierra del Fuego no se recuperan.
Fue introducido en el sur de Argentina y Chile y ocupa Tierra del Fuego, generando diques que destruyen los bosques nativos.
La mimosa (Acacia dealbata) fue introducida como planta ornamental, pero desplaza a especies nativas.
Pauchard cita como ejemplo la mimosa (Acacia dealbata), el retamo espinoso (Ulex europaeus) y el marabú (Dichrostachys cinerea).
El caracol africano llegó a Brasil en la década del 70 y desde ahí se propagó a diferentes países de Sudamérica.
En este grupo se encuentran el mejillón dorado (Limnoperna fortune), el caracol africano (Achatina fulica) y el caracol venenoso de mar (Rapana venosa).
El pez león es un voraz depredador y ha tenido un impacto devastador en las especies nativas de peces.
Los peces invasores son un problema en zonas costeras y cursos de aguadulce de Sudamérica.
La avispa chaqueta amarilla ataca colmenas desplazando a las abejas. También es carnívora y tan voraz que puede atacar al ganado y a las personas.
Entre los ejemplos citados por Pauchard están la avispa chaqueta amarilla (Vespula germanica) y el abejorro europeo (Bombus terrestres).
"Los insectos pueden ser de origen accidental o intencional. Avispas como la V. germanica se han introducido accidentalmente y son depredadoras de especies nativas y afectan el bienestar humano", explicó Pauchard
La rana toro es una de las especies más nocivas y su consumo puede afectar la salud humana.
Varios anfibios también se han vuelto invasores, compitiendo con las especies nativas y depredando la fauna nativa.
El hongo quitridio ataca la piel de los anfibios e impide el correcto balance de agua, sales y minerales, generando un fallo cardíaco en los animales.
Es una enfermedad que afecta a los anfibios (ranas y sapos) nativos de Sudamérica, originaria de Sudáfrica. Causa la muerte de los anfibios y ha generado el declive mundial de este grupo.
El aumento de la amenaza de las especies invasoras se deben a que el comercio internacional ha crecido exponencialmente en las últimas décadas en Sudamérica y en el mundo, aumentando así la entrada de especies para cultivos, crianza de animales, acuicultura, mascotas, y también las introducciones accidentales de insectos, hongos patógenos y microorganismos, según explicó Pauchard.
"Lo más importante es que cada ciudadano debe exigir a las autoridades ambientales de sus países que consideren a las especies invasoras como un problema importante para la biodiversidad y el bienestar humano y que implementen estrategias nacionales para controlarlas", señaló Pauchard.
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