Es
muy difícil que aquellas personas que se dedican a comprar y vender acciones en
la bolsa, algún día sean millonarios al estilo Bill Gates o Carlos Slim.
Los grandes multimillonarios del mundo, no llegaron a ser
multimillonarios gracias al arte de comprar y vender acciones de empresas que
cotizan en bolsa.
Estos,
acumularon su gran riqueza gracias a su inversión constante en una misma
empresa, inversión que han mantenido durante años e inclusive décadas.
Sólo quienes han sido dueños durante mucho tiempo de sus
empresas, de sus acciones, han logrado cosechar el éxito.
De
allí se deduce que comprar acciones a buen precio para luego venderlas y seguir
comprando y vendiendo indefinidamente, no es la mejor forma de hacerse
millonario.
Hay que apropiarse de la empresa, sentirse y ser dueño de ella, algo que no
se puede cuando se compra una acción con el único objetivo de venderla o cuando
suba de precio o cuando presiente que va a bajar.
Las
inversiones en bolsa sufren un constante sube y baja, por lo que los
beneficios obtenidos en una temporada se pierden en otra.
Comprar acciones en bolsa es casi como jugar al bingo;
unas veces se gana y otras veces se pierde.
La mejor forma de hacerse millonario, es ser accionista
de una empresa con proyección de crecimiento, que le permita en un mediano o
largo plazo acumular capital, beneficios.
Si Bill Gate se hubiera dedicado a comprar y vender
acciones, no sería el actual propietario de una de las empresas más grandes del
mundo, sino que sería un inversionista mas en bolsa dedicado a cazar oportunidades volátiles y a
evitar calamidades siempre presentes.
Así
que si pretende ser millonario algún día, lo mejor es identificar una empresa
que ofrezca una gran proyección, invierta en ella y hágase parte de ella..
Lo complicado del asunto, es que no es fácil identificar
una empresa que cumpla con esas expectativas. Hace 9 años nadie daba un peso
por Google, y hoy es de los grandes. ¿Cual será la empresa que hoy no valga
nada pero que en 10 años sea una de las más grandes del mundo?. Eso solo lo saben los verdaderos
visionarios, los verdaderos empresarios.
Para
ser millonario, hay que ser empresario, hay que tener olfato, visión, ser
arriesgado, constante y fiel. Si usted es de las personas que sale de
sus acciones tan pronto ve que algo no funciona bien, no es una persona que
pueda aspirar a ser parte de una empresa del futuro.
Un
jugador de bolsa nunca será propietario de una gran empresa, porque para ello,
se requiere construirla, y ello significa sobrevivir durante años los
riesgos y la incertidumbre, algo que no es propio de un jugador de bolsa.
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