Algunos
padres preferirían hablar con sus hijos de cualquier cosa, menos de dinero.
Pero esta reticencia tiene un costo muy alto. Los expertos dicen que si bien
hay muchas maneras de discutir finanzas con los jóvenes, dos cosas son ciertas:
empezar temprano y hacerlo a menudo.
The Wall Street Journal invitó a tres personas a unirse
en una discusión sobre esta cuestión: Annamaria Lusardi, directora de la cátedra Denit
Trust de economía y contabilidad en la Escuela de Negocios de la Universidad
George Washington; Ted Beck, presidente y director ejecutivo de la Fundación Nacional para la
Educación Financiera; y Nathan Dungan, fundador y presidente de Share Save Spend LLC, que ayuda
a educar a las familias sobre el uso del dinero. A continuación,
extractos editados de la discusión.
Encontrar momentos docentes
WSJ:
¿Por qué es importante enseñar habilidades financieras a los niños?
Beck: En
algún momento los jóvenes tendrán que tomar decisiones financieras por su
propia cuenta, y tienen que estar preparados. Obtener habilidades
financieras en la niñez da mejores oportunidades y hace que sea más difícil
sacar ventaja de una persona en el futuro.
DUNGAN: Una de las razones más importantes para dotar a los jóvenes de
habilidades financieras críticas es que estas pueden mejorar significativamente su
calidad de vida. Enseñarles acerca del dinero no sólo les dará
herramientas para alcanzar objetivos financieros típicos tales como ahorrar
para ir a la universidad, sino
que también ayudará a abordar problemas cualitativos tales como el impacto del
dinero en sus relaciones.
WSJ:
¿Cuáles son las habilidades financieras más importantes que enseñar a los
niños?
Dungan: Yo aliento a las familias a ejecutar gran cantidad de experimentos
apropiados para cada edad de sus hijos. Esto incluye desde darles una
mensualidad de a US$6 por semana cuando están en la escuela primaria o de unos
pocos cientos de dólares (o más) cuando estén en la universidad. La clave es proporcionar una
variedad de oportunidades para que puedan tomar decisiones con dinero por un
período prolongado, ya
que eso les ayudará a construir confianza y desarrollar capacidades críticas
con que mejorar su bienestar financiero. Y no se olvide de permitir
muchos errores. Es mucho mejor para ellos cometer errores con el dinero en un
ambiente controlado donde puedan entrenarse para el momento en que deban
valerse por sí mismos.
Lusardi: Simplemente hablar con los niños sobre el dinero. Hablamos con
ellos sobre muchos temas, pero no tanto sobre dinero.
WSJ:
¿Cómo hablar con ellos? ¿Qué les decimos?
Beck: La manera más efectiva de enseñarles es tener frecuentes discusiones,
pero sin regañarlos. Busque momentos docentes y esté siempre dispuesto a
responder a las preguntas de sus hijos. Si ellos ven que usted u otra persona
toman una decisión financiera determinada, pregúnteles si creen que fue la
decisión correcta. La
reflexión es una poderosa herramienta de enseñanza.
Lusardi: Los niños ya están tratando con dinero, de modo
que hay muchos casos que se pueden utilizar. Por ejemplo, podemos hablar con ellos acerca
de qué hacer con el dinero de su mensualidad y sobre la conveniencia de ahorrar
en comparación con el gasto. Los padres también pueden hablar de las
decisiones que toman, por ejemplo, por qué están ahorrando para la futura
educación de los hijos.
Dungan: A mí me gusta plantear preguntas abiertas a los niños. Por
ejemplo, ¿cuál es el error más grande que se ha cometido jamás con dinero? ¿Por
qué una persona joven debería compartir parte de su dinero con una causa u
organización?
WSJ:
¿Hay algo que se puede decir a los niños que está mal cuando se trata de
dinero?
Lusardi: Hay muchas lecciones potencialmente erróneas, y es por eso que
siempre me ha preocupado que la educación financiera de los niños esté solo a
cargo de los padres. Por ejemplo, uno puede enseñarles lecciones equivocadas
como “mantenerse alejado de la bolsa de valores” o “nunca pedir prestado”.
Dungan: Yo advierto a los padres que no compartan demasiado sus tensiones
financieras con sus hijos. Los niños no tienen la misma capacidad
emocional para manejar información sobre la pérdida del empleo o una caída
significativa en el mercado. Otro error común: esperar que los niños sean
perfecto con el dinero.
Beck: Evitar
la angustia y tener cuidado de no crear miedo o culpa por lo que le pasó a
usted o a otra persona. Los niños repiten todo lo que se les dice, así
que si usted no quiere que divulguen algo, no se los diga.
WSJ:
¿A qué edad debemos empezar a enseñar habilidades financieras a nuestros hijos?
Beck: Yo
recomiendo que sea entre el año y los tres años de edad. Ese es un buen
momento para empezar a hablarles sobre el dinero como herramienta de cambio y
sobre qué es el endeudamiento, el comercio o el ahorro. Entre las edades de 8 a 10 pueden aprender el
valor temporal del dinero. En el caso de los preadolescentes y
adolescentes, mi esposa y yo dejamos a nuestros niños manejar las ventas de
garaje, que es un experiencia muy práctica para ellos ¡Y además limpian el
sótano! Con los adolescentes, un trabajo a medio tiempo proporciona una gran
experiencia en el mundo real.
Dungan: Tan pronto como pronuncian la frase: “Quiero...”.
A los 4 o 5 años los niños
ya manejan muy bien la cuestión del dinero y sus necesidades. Con
frecuencia advierto a los padres que si no conversan de dinero con su hijo
están más o menos abdicando su papel en la conformación de la narrativa del
dinero a la cultura de consumo.
WSJ:
¿Si tuviera que enseñar a sus hijos algunas lecciones importantes sobre el
dinero antes de dejar la casa de los padres, cuáles serían?
Beck: Las normas de la Coalición JumpStart para la
Educación en Finanzas Personales son un gran recurso. Estas reglas abarcan pautas para enseñar a los
niños desde el jardín infantil a los primeros años de la secundaria.
Lusardi: Las principales lecciones deberían girar en torno de la independencia
financiera, para que no tengan que volver a vivir con sus padres…tres
conceptos simples (el poder de la tasa de interés compuesto, el funcionamiento
de la inflación y la diversificación del riesgos) son sumamente efectivos en el
largo plazo para capacitar en la toma de decisiones financieras.
WSJ:
¿Con qué frecuencia habría que hablar con nuestros hijos de dinero?
Lusardi: Con la mayor frecuencia posible, porque la repetición refuerza
el aprendizaje.
Beck: La
enseñanza de habilidades financieras debe estar incorporada en las decisiones y
discusiones diarias. Hablar de finanzas debe ser parte de nuestra forma de
vida, como hablar de nuestra salud. Estar atento a los momentos docentes
y a aquellos momentos en que podemos hacer que nuestros hijos participen de una
discusión. Siempre ser positivo, pero no presione y sea tan insistente hasta el
punto que ellos se desconecten y nos arriesguemos a perder su atención. No
trate de hablarlo todo en una sola sesión.
Dungan: A mí me gusta más aprovechar el momento, dar lecciones de cinco minutos
un par de veces por semana en lugar de grandes discusiones una vez al mes o una
vez al año, porque estas cosas aburren a los chicos. Por ejemplo,
comparar distintas compras cuando se está con ellos en una tienda o llevarlos a
un banco para abrirles una cuenta y depositar dinero a esa cuenta cada tanto.
WSJ:
¿Qué papel desempeñan las escuelas para enseñar a los niños habilidades
financieras, sobre todo cuando algunas personas dicen que muchas escuelas han
intentado pero no han tenido éxito en esta área?
Beck: Lo
ideal es que la enseñanza de habilidades financieras sea un esfuerzo combinado
entre el hogar y el aula. La gestión del dinero es una habilidad que
debe enseñarse en todas las escuelas, pero la participación de los padres es
fundamental para que sea eficaz. La cuestión es que necesitamos tener estándares de calidad y dar
educación financiera adecuada para que el tiempo que se habla en clase sea
efectivo.
WSJ:
¿Qué consejos finales darían sobre la mejor manera de enseñar a los niños
habilidades financieras?
Beck: Recuerde no ser intimidante.
Dungan: Mantener el rumbo y mirar a largo plazo. El esfuerzo que se
invierte hoy y en el futuro va a ayudar a sus hijos a manejar una variedad de
problemas de dinero, incluyendo los inevitables contratiempos y obstáculos que
seguramente encontrarán en su camino.
Lusardi: Hacer que los temas sean relevantes para que los niños puedan ver por
qué deben preocuparse por ellos.
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