China.
Es importante revisar el comportamiento de su economía a
la luz de las nuevas tendencias mundiales.
No
es nada nuevo en los mercados que el crecimiento de China se ha venido
desacelerando desde el 2011 donde se podían ver tasas de 2 dígitos, en marzo de ese año por ejemplo
fue de 10.2%, hasta estabilizarse en un nivel de alrededor entre 6.5% y 7.0%
durante el último año y lo que va de este. Sin embargo, la expectativa
en los mercados ha aumentado desde la publicación del último dato de
crecimiento que para el
primer trimestre de 2017 fue de 6.9% anual en medio de un escenario que
permite esperar para este año de mayor demanda a nivel mundial.
¿Por
qué estar tan pendiente del crecimiento de China? Bueno en primer lugar el
crecimiento de la economía china implica un crecimiento en la demanda de
commodities, como hierro, petróleo y carbón, lo que tiene un fuerte impacto en
los países productores, como Colombia entre otros. Además de esto, los
mercados para sus exportaciones en Estados Unidos podrían no estar amenazados
como se pensó inicialmente ya que pareciera que el presidente Trump ha bajado el tono de su discurso con
China durante sus primeros 100 días de mandato.
La verdadera pregunta de fondo es ¿Durará este impulso en
el largo plazo? No es fácil determinarlo, pero los datos de exportaciones en abril han moderado un
poco el entusiasmo que desato el PIB ya que mostraron un aumento de 8% lo cual
en si no es malo, pero está muy por debajo del 11.3% que el mercado esperaba
y lo mismo sucedió con las
importaciones que crecieron 11.9% frente a un estimado de 18%.
Pero China no es solo comercio, existe una importante preocupación en los
mercados, y está relacionada con los niveles de deuda del país, donde ha
aumentado significativamente en términos corporativos muy concentrado en
los llamados productos de administración de riqueza (wealth management
products).
Si
bien el gobierno chino se encuentra en un esfuerzo importante por regular este
tipo de actividades, su entrada en los balances podría generar un deterioro del
sistema financiero afectando eventualmente el nivel de crecimiento. Este
problema no es nuevo en el país asiático, pero el gobierno chino tiene participación en muchas de estas
entidades financieras y se ha convertido en un experto en su
micromanagement, con lo que hasta ahora ha evitado un contagio a la economía,
pero la pregunta real es que con el crecimiento que se ha dado en los wealth
management product ¿Hasta cuándo le alcanzara esa habilidad?
Lo
que, si es cierto, es que por bien que crezca la economía, su ritmo ya está muy
por debajo de los dos dígitos y con un sistema financiero cada vez más
comprometido, no habrá manejo del gobierno que valga, en otras palabras si bien, China continúa siendo
una de las grandes fuerzas detrás del crecimiento mundial, lo mejor es que se
abran nuevos mercados porque el gigante se está fatigando cada vez más y más.
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