El artículo 2 de la Convención Marco de las Naciones
Unidas se refiere explícitamente a la «estabilización de las concentraciones de gases de efecto
invernadero». Para estabilizar la concentración atmosférica de CO2, las emisiones mundiales tendrían
que reducirse radicalmente a partir de su nivel actual.
La mayoría de los países son miembros de la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El objetivo último de la
Convención es prevenir una interferencia humana peligrosa en el sistema
climático. Como se declara en la Convención, esto requiere que las
concentraciones de GEI se estabilicen en la atmósfera a un nivel en el que los
ecosistemas puedan adaptarse naturalmente al cambio climático, la producción de
alimentos no se vea amenazada y el desarrollo económico pueda proseguir de una manera sostenible.
La Convención Marco se acordó en 1992, pero desde entonces las emisiones globales
han aumentado.
Durante las negociaciones, el Grupo de los 77 (un grupo
de cabildeo en las Naciones Unidas que representa a 133 naciones en
desarrollo)224:4 presionó por un mandato que exigiera a los países
desarrollados «[tomar] la
iniciativa» en la reducción de sus emisiones. Esto se justificó sobre
la base de que: las emisiones del mundo desarrollado han contribuido más a la
acumulación de GEI en la atmósfera, las emisiones per cápita aún eran
relativamente bajas en los países en desarrollo y las emisiones de los países
en desarrollo crecerían para satisfacer sus necesidades de desarrollo.
Este mandato se sustentó en el Protocolo de Kioto de la
Convención Marco,82:290 que entró en vigencia en 2005. Al ratificar el
Protocolo de Kioto, los países más desarrollados aceptaron compromisos jurídicamente vinculantes de
limitar sus emisiones
Estos compromisos de primera ronda vencieron en 2012.
El presidente estadounidense George W Bush rechazó el tratado basándose en que «exime al 80 % del
mundo, incluido los
principales centros de población, como China y la India, de cumplimiento
y causaría un grave daño a la economía de Estados Unidos».
En la XV Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU,
celebrada en 2009 en Copenhague, varios miembros de la CMNUCC realizaron el
Acuerdo de Copenhague. Los miembros asociados con el Acuerdo (140 países, en
noviembre de 2010) aspiran
limitar el aumento futuro de la temperatura media global por debajo de 2 °C.
La XVI Conferencia (COP 16) se celebró en Cancún en 2010
Produjo un acuerdo, no un tratado vinculante, donde las
partes deben adoptar
medidas urgentes para reducir las emisiones de GEI para cumplir el objetivo de
limitar el calentamiento global a 2 °C sobre las temperaturas preindustriales
También reconoció la necesidad de considerar el
fortalecimiento de la meta a un aumento del promedio global de 1,5 °C.230
Discusión
científica
Casi
todos los científicos están de acuerdo en que los seres humanos están
contribuyendo al cambio climático observado. Desde 2004, se han
llevado a cabo al menos 9 encuestas a científicos y metaestudios de artículos
académicos sobre el calentamiento global
Pese a que hasta el 18 % de los científicos encuestados
puede disentir de la opinión consensuada, cuando se restringe a los científicos
que publican en el campo del clima, el 97 al 100 % está de acuerdo con el
consenso: el actual
calentamiento es principalmente antropogénico (causado por el ser humano)
Las
academias nacionales de ciencia han hecho un llamado a los líderes mundiales a
crear políticas que reduzcan las emisiones globales.
En la literatura científica, existe un fuerte consenso de
que las temperaturas superficiales globales han aumentado en las últimas
décadas y que la tendencia se debe principalmente a las emisiones
antropogénicas de gases de efecto invernadero
Ningún cuerpo científico de prestigio nacional o
internacional está en desacuerdo con esta opinión.
La
controversia del calentamiento global se refiere a una variedad de disputas,
sustancialmente más pronunciadas en los medios de comunicación de masas que en
la literatura científica, con respecto a la naturaleza, las causas y
consecuencias del calentamiento global
Las cuestiones en disputa incluyen las causas del
incremento de la media global de la temperatura aérea, especialmente desde la
mitad del siglo xx, si esta tendencia de calentamiento no tiene precedentes o
está dentro de las variaciones climáticas normales, si la humanidad ha
contribuido significativamente a ella y si el aumento es total o parcialmente
un artefacto de mediciones pobres
Disputas adicionales se refieren a las estimaciones de la
sensibilidad climática, las predicciones
del calentamiento adicional y cuáles serán las consecuencias del calentamiento global.
A partir de la década de 1990, en los Estados Unidos
think tanks conservadores se movilizaron para objetar la legitimidad del
calentamiento global como un problema social
Estos cuestionaron la evidencia científica, sostuvieron que el calentamiento
global será benéfico y afirmaron que las soluciones propuestas harían más daño
que bien. Algunas personas cuestionan aspectos de la ciencia del cambio
climático. Organizaciones tales como el libertario Competitive Enterprise
Institute, comentaristas conservadores y algunas empresas como ExxonMobil han
impugnado los escenarios IPCC de cambio climático, financiado a científicos que
disienten del consenso científico y proveído sus propias proyecciones del costo
económico de controles más estrictos. Algunas compañías de combustibles
fósiles han recortado sus esfuerzos en los últimos años o aun han pedido
políticas para reducir el calentamiento global.
Sondeos de la opinión pública
La
población mundial, o al menos los habitantes de regiones económicamente
desarrolladas, tomó consciencia del problema del calentamiento global a finales
de la década de 1980
Al principio, los grupos de sondeo empezaron a estudiar
las opiniones sobre el tema principalmente en Estados Unidos. La encuesta
seriada más duradera, llevada a cabo por Gallup en EEUU., halló oscilaciones relativamente
pequeñas cercanas al 10 % desde 1998 a 2015 en la opinión sobre la
seriedad del calentamiento global, pero con una polarización creciente entre
aquellos que les preocupa y a los que no.
La primera encuesta importante a nivel mundial, realizada
por Gallup en 2008-2009 en 127 países, encontró que el 62 % de la población mundial dijo saber
sobre el calentamiento global
En los países desarrollados de América del Norte, Europa
y Japón, más del 90 %
sabía sobre él (97 % en EEUU., 99 % en Japón); en países menos desarrollados, especialmente en
África, menos de un cuarto sabía sobre él, aunque muchos habían notado
los cambios meteorológicos locales
Entre aquellos que sabían sobre el calentamiento global,
había una gran variación entre las naciones en la creencia de que el
calentamiento era resultado de las actividades humanas.
Para el año 2010, con 111 países encuestados, Gallup
determinó que hubo una disminución sustancial respecto 2007-2008 en el número
de estadounidenses y europeos que consideraron el calentamiento global como una
seria amenaza
En
los Estados Unidos, solo un poco más de la mitad de la población (53 %) lo
considera ahora como una seria preocupación para ellos mismos o sus
familias; esto es 10 puntos por debajo de la encuesta de 2008 (63 %)
América Latina tuvo el mayor aumento de la preocupación:
un 73 % afirmó que es una seria amenaza para sus familias. Esta encuesta
global también encontró
que las personas son más propensas a atribuirlo a actividades humanas que a
causas naturales, excepto en los EEUU., donde casi la mitad (47 %) de la
población lo atribuye a causas naturales.
Una encuesta de 2013 realizada por Pew Research Center
for the People & the Press interrogó a 39 países sobre las amenazas
globales
De acuerdo con el 54 % de los encuestados, el
calentamiento global se encontraba entre las mayores amenazas globales
percibidas. En una encuesta de enero de 2013, Pew encontró que el 69 % de los estadounidenses dice
que no hay pruebas sólidas de que la temperatura media de la Tierra se ha
estado calentando durante las últimas décadas, seis puntos adicionales
desde noviembre de 2011 y doce desde 2009.
Un sondeo de 2010 en 14 países industrializados halló que
el «escepticismo» sobre el peligro del calentamiento global era mayor en
Australia, Noruega, Nueva Zelanda y los Estados Unidos, en dicho orden, con una
correlación positiva con las emisiones per cápita de dióxido de carbono.
En la década de 1950, la investigación sugirió un aumento
de las temperaturas y un periódico de 1952 comunicó un «cambio climático»
Después, esta frase apareció en un informe de noviembre
de 1957 en The Hammond Times que describe la investigación de Roger Revelle
sobre los efectos del aumento de las emisiones antropogénicas de CO2 en el
efecto invernadero: «puede
resultar en un calentamiento global a gran escala, con cambios climáticos
radicales»
Se usaron ambas frases solo ocasionalmente hasta 1975,
cuando Wallace Smith Broecker publicó un artículo científico sobre el tema:
«Cambio Climático: ¿Estamos
al borde de un calentamiento global pronunciado?»
La frase comenzó a entrar en uso común y en 1976 la
declaración de Mijaíl Budyko que «ha comenzado un calentamiento global» fue
ampliamente difundida. Otros estudios, como el informe del MIT de 1971, se
refirieron al impacto humano como una «modificación climática inadvertida»,
pero un influyente estudio de 1979 por la Academia Nacional de Ciencias de
Estados Unidos, encabezado por Jule Charney, siguió a Broecker en el uso de
calentamiento global para el aumento de las temperaturas superficiales,
mientras que describió los efectos más amplios del aumento de CO2 como cambio
climático.
En 1986 y noviembre de 1987, el climatólogo de la NASA
James Hansen dio testimonio ante el Congreso sobre el calentamiento global,
pero ganó poca atención
Hubo problemas crecientes de olas de calor y sequía en el
verano de 1988 y cuando Hansen testificó en el Senado el 23 de junio provocó el
interés internacional.255 Dijo: «El calentamiento global ha llegado a un nivel tal que podemos atribuir
con un alto grado de confianza una relación de causa y efecto entre el efecto
invernadero y el calentamiento observado». La atención pública se
incrementó durante el verano y calentamiento global se convirtió en el término
popular dominante, utilizado comúnmente tanto por la prensa como en el discurso
público.
En un artículo de la NASA de 2008 sobre los términos,
Erik M Conway definió
calentamiento global como «el aumento de la temperatura superficial media de la
Tierra debido a los crecientes niveles de gases de efecto invernadero»,
mientras que cambio
climático es «un cambio a largo plazo en el clima de la Tierra o de una región
de la Tierra»
Ya que los efectos como cambios en los patrones de
precipitaciones y el aumento del nivel del mar probablemente tendrían más
impacto que solo las temperaturas, consideró cambio climático global un término más científicamente exacto
y, al igual que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático, el sitio web de la NASA enfatizaría este contexto más amplio.
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