Como
es sabido, en los días recientes la selva del Amazonas enfrenta una de sus
peores crisis ambientales debido a una serie de incendios que ha sido imposible
controlar.
De acuerdo con observaciones realizadas por el Instituto
Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE, por sus siglas en
portugués), el número de
incendios aumentó en aproximadamente 85% con respecto al año pasado. En
números absolutos, en 2018 se registraron 9 mil 500 incendios en esta época del
año, mientras que en 2019
se han reportado ya 72 mil 843.
Al respecto se ha dicho que usualmente ocurren incendios
en esta temporada por tratarse de uno de los momentos más secos del año, aunque
la realidad es que en
todos los casos los incendios son resultado de una acción humana, ya sea
deliberada o accidental, como bien explicó un investigador del INPE.
En este caso los incendios están relacionados directamente
con el ser humano. Por
increíble que parezca, hay personas que prenden fuego intencionalmente a la
selva amazónica e incluso se trata de una especie de “tradición” brasileña
denominada queimada, cuyo propósito es arrebatarle superficie a la
Amazonia, “limpiar” el
terreno mediante el fuego y dejarlo así listo para el cultivo o el
pastoreo.
Quienes perpetran este ecocidio son fundamentalmente ganaderos, cuyo
poder ha aumentado significativamente en los últimos años luego de que Brasil se convirtió en uno de los
principales productores y exportadores de carne de res del mundo. De
acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, de las
exportaciones totales de carne realizadas actualmente, el 20% proviene de Brasil. En 2018, Brasil
exportó 1.64 millones de toneladas de carne, de las cuales el 44% tuvo como destino China y Hong
Kong.
El sector ganadero es así un factor fundamental de la
economía brasileña y, por consecuencia, de la política del país. Jair Bolsonaro, el presidente de
Brasil, mantiene una relación estrecha con hacendados y empresarios ganaderos,
quienes a su vez lo apoyaron durante su campaña para obtener la presidencia.
En ese sentido, este año la queimada perpetrada por los ganaderos fue
especialmente intensa pues, como sugieren algunos medios, la complicidad con el gobierno
ha extendido cierta sensación de impunidad hacia todo lo que los ganaderos
puedan hacer, con tal de
aumentar aún más la producción de carne en Brasil.
Los ganaderos organizaron una quema a lo largo de la autopista
BR-163, la cual pasa nada menos que por el corazón de la Amazonia. Sólo
que la situación se volvió incontrolable, sin que todavía se conozca bien a
bien la magnitud del desastre.
Cabe recordar que la selva del Amazonas es hogar de miles de especies de
seres vivos que no se encuentran en otro lugar del mundo y, asimismo, es una de las piezas
fundamentales del sistema climático de la Tierra, por lo cual la crisis
que ahora enfrenta podría tener consecuencias muy serias para el bienestar del
planeta en sí.
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