Japón
está planeando un hábitat que desafía las leyes de la gravedad.
El objetivo: colonizar Marte
Lo
de crear colonias de humanos en el espacio es de momento carne de ciencia
ficción, pero eso no nos ha impedido darle vueltas a una buena cantidad de
teorías que nos facilitarían la vida sobre la superficie de la Luna o Marte.
Llevamos décadas haciéndolo. Y no se nos da del todo mal.
Hemos
pensado en cómo extraer agua y oxígeno, en cómo conseguir materiales y la mejor
forma de construirnos "casas". Incluso estamos cultivando
tomates y pimientos en plena Antártida, a -40ºC, para aprender a hacerlo algún día en la árida superficie
de nuestro satélite.
Beber,
respirar y comer, tener un techo y materias para trabajar es importante, por
supuesto; pero hay otro factor igual de crucial para la vida más allá de
nuestro planeta: conseguir una fuerza de la gravedad similar a la de la Tierra
que nos facilite la existencia y no interfiera con nuestra salud.
Cuando piensas en la primera colonia en la Luna, ¿te la imaginas con gente que se
mueve a grandes zancadas, a lo Neil Armstrong, adaptándose a su peculiar
gravedad y la reducida atracción del satélite, o tal y como lo hacemos
los millones de personas que habitamos en la Tierra?
Una
idea digna de la ciencia ficción
En la Universidad de Kyoto y la firma Kajima Corp han estado dándole vueltas al tema y tienen una propuesta que parece sacada del mejor y más delirante libro de ciencia ficción: su idea —porque de momento es solo eso: una idea— consiste en crear un hábitat de gravedad artificial, amplias instalaciones en las que se recree una atracción similar a la que disfrutamos en la Tierra.
¿Cómo?
He ahí la genialidad del plan que quieren desarrollar en Japón: a través de una fuerza centrífuga generada por movimientos de rotación, una instalación que les ayudaría a moverse de una forma no muy distinta a como lo hacemos aquí, en nuestro planeta, cuando paseamos por la calle.
Así es como arquitectos e ingenieros imaginan la vida en
la Luna
“A medida que la vida espacial se hacía más realista la baja gravedad, como la de la superficie lunar, se comenzó a considerar un problema”, reflexiona Yosuke Yamashiki, director del Centro de Espaciología Humana (SIC) de la Universidad de Kyoto, en un comunicado en el que se explica que su centro y Kajima Construction Co. han decidido investigar cómo afrontar el reto.
No
se trata solo de que los futuros habitantes de la Luna o Marte puedan moverse
con comodidad. En juego, recalca SIC, puede estar la propia viabilidad de las colonias
humanas.
“Sin
gravedad es posible que los mamíferos no nazcan con éxito. Además,
aunque sí pudieran nacer, no
podemos esperar un crecimiento normal en condiciones de baja gravedad.
Cuando una persona crece en condiciones de baja gravedad, se convierte en un cuerpo que no
puede sostenerse por sí solo en la Tierra”, reflexionan desde el centro
de investigación nipón.
Su
comunicado llega, de hecho, poco después de que Scientific Reports publicase un
análisis sobre los efectos de la microgravedad en el sistema muscular y
óseo de los astronautas.
"Proponemos
un 'hábitat de gravedad artificial' en el espacio, en la superficie de la Luna
o en Marte, donde se puede utilizar la fuerza centrífuga de la rotación
para generar una gravedad equivalente a la del entorno terrestre. Creemos que las personas deben
vivir en las instalaciones a diario y disfrutar de la baja gravedad de la Luna
y Marte y de la ingravidez del espacio exterior solo cuando estén
trabajando, realizando investigaciones o por ocio", recoge el comunicado
nipón.
Estamos
cultivando plantas en la Antártida a -40º C. De su éxito depende que
colonicemos el espacio
El
diario nipón Asahi precisa que sus impulsores trabajan con un horizonte a largo
plazo, que se adentraría en el XXII. Antes, en 2050, eso sí, esperan que se pueda construir
una versión simplificada en la Luna.
“No
existe un plan como este en los programas de desarrollo espacial de otros
países”, recalcaba Yosuke Yamashjiki, del SIC, durante una conferencia
celebrada hace solo unos días.
La
idea es ambiciosa, pero si algo demuestran los nipones es que van sobrados de
ambición y capacidad para idear tecnologías para el futuro espacial, por
increíbles que parezcan.
Además de Lunar Glass y Mars Glass, los hábitats que planean para
nuestro satélite y el planeta rojo, como parte de su propuesta el equipo
propone un peculiar sistema de transporte espacial: un tren con gravedad
artificial que facilite la
comunicación entre la Tierra, la Luna y Marte.
En la Universidad de Kyoto y la firma Kajima Corp han estado dándole vueltas al tema y tienen una propuesta que parece sacada del mejor y más delirante libro de ciencia ficción: su idea —porque de momento es solo eso: una idea— consiste en crear un hábitat de gravedad artificial, amplias instalaciones en las que se recree una atracción similar a la que disfrutamos en la Tierra.
He ahí la genialidad del plan que quieren desarrollar en Japón: a través de una fuerza centrífuga generada por movimientos de rotación, una instalación que les ayudaría a moverse de una forma no muy distinta a como lo hacemos aquí, en nuestro planeta, cuando paseamos por la calle.
“A medida que la vida espacial se hacía más realista la baja gravedad, como la de la superficie lunar, se comenzó a considerar un problema”, reflexiona Yosuke Yamashiki, director del Centro de Espaciología Humana (SIC) de la Universidad de Kyoto, en un comunicado en el que se explica que su centro y Kajima Construction Co. han decidido investigar cómo afrontar el reto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios aqui: