Si las agencias calificadoras le
bajan el puntaje a la deuda colombiana, las tasas acá continúan bajando y en
Estados Unidos suben, se acabará la inversión de portafolio y quedaremos en
manos del narcotráfico para conseguir dólares. ¿Eso no es un mercado mafioso?
La firma calificadora de riesgo Moody’s advirtió hace dos semanas que podría bajar la
calificación crediticia de Colombia a grado negativo, debido a las
revisiones a la baja que se han hecho en materia de crecimiento y la falta de credibilidad del
Gobierno en el mercado financiero.
Según señaló Mauro Leos, jefe de la calificadora para América Latina a
la agencia Reuters, los
inversionistas parecen no confiar plenamente en las promesas del Gobierno.
Colombia es uno de los pocos países que tiene déficit tanto fiscal como en
cuenta corriente. “Creo
que el riesgo es que podría haber elementos que conduzcan a un panorama
negativo (para la calificación estable Baa2 de Colombia)”, afirmó.
Para examinar las afirmaciones de Leos hemos analizado la balanza
cambiaria –que suma importaciones, exportaciones, servicio de la deuda e
inversión extranjera- durante los últimos diez años.
Es claro como en este período la balanza comercial, o sea la suma de las
exportaciones menos las importaciones de bienes, es negativa, lo que indica que partimos de una mala base:
importamos más de lo que exportamos.
Este flujo negativo no alcanza a
ser compensado con la balanza de servicios, que resta el servicio de la deuda,
suma la inversión extranjera y resta la desinversión, o en otras
palabras es el resultado de la importación y exportación de servicios.
De manera que la balanza en
cuenta corriente es deficitaria durante casi todo el período analizado con
pequeñas excepciones en mayo de 2016, en el último trimestre de ese mismo año y
el primer trimestre de 2017, no porque haya más ingresos, sino que el negativo de la
balanza comercial se acorta ante la baja en importaciones. Al fin y al
cabo la economía solo creció un 1.1% en el primer trimestre, con una proyección
final de 1.8% en el año.
El hecho de que haya menos
importaciones no es una buena señal: en una economía que no crece, o decrece, las importaciones
industriales (la mayoría) bajan porque disminuye la inversión y
la demanda. Las exportaciones, por su parte, no han sido ayudadas por
los minerales y petróleo que alcanzan un máximo de 87 millones de dólares en
todo el período. Cabe
anotar que las continuas voladuras de los oleoductos influyen en las
insuficientes exportaciones petroleras.
En cuanto a las entradas de capitales (parte de la cuenta de servicios),
las perspectivas no son las mejores tampoco. La inversión extranjera directa
fue muy dinámica hasta mitad de 2014. De ahí en adelante esta disminuye acorde con la
volatilidad de la inversión externa en portafolio.
¿Qué significa inversión de portafolio? Esos son los capitales
extranjeros que entran a invertir en Títulos del Banco de la República -TES-,
que rentan entre un 5 y 6 por ciento. Las tasas de interés en Estados Unidos son más bajas, 1 ó
2 por ciento, lo que permite que los inversionistas americanos piden
prestado al dos por ciento y
colocan el dinero a un mínimo de 5% real, garantizado por la Nación.
La inversión en portafolio es positiva desde agosto de 2013 hasta
febrero de 2015. De ahí en
adelante hay una volatilidad que solo se estabiliza en 2016 y lo corrido de 2017. El incentivo ha sido la diferencia entre las
tasas de interés americanas y colombianas. Pero esta tendencia tiende a
revertirse en la medida
que las tasas en Estados Unidos van a crecer, mientras que en Colombia bajan:
este viernes la Junta Directiva del Banco de la República disminuyó la tasa en
25 puntos básicos, a 6.25 por ciento.
En la medida que el diferencial disminuye hay períodos donde el saldo de la inversión es negativo.
De la misma forma, la inversión extranjera total (ver gráfico) disminuye de un
máximo de 1.767 millones de dólares en junio de 2012 a mínimos de $510 millones
en febrero de este año.
Pero lo que es realmente
preocupante, es que la inversión extranjera se concentra cada vez más en
inversión de portafolio, como se aprecia a partir de julio 2016 y sobre todo
este año, cuando la inversión en portafolio es muy similar a la totalidad de la
inversión extranjera.
Si Moody´s baja la calificación de los TES, muy probablemente la inversión extranjera en
portafolio disminuirá, lo que ahondará el déficit en cuenta corriente y hará subir el precio del
dólar.
Esto referente a la economía formal. ¿Qué pasa en la ilegalidad? Nos
basamos en Insight Crime para
elaborar un indicativo del valor total de exportaciones de cocaína. Como
sabemos, la superficie sembrada de hoja de coca alcanza hoy las 188.000 hectáreas,
borrando de un plumazo los éxitos del Plan Colombia.
El rendimiento de cocaína por
hectárea se ha triplicado, puesto que los agricultores están experimentando
con diferentes variaciones de la planta para optimizar la producción. También se están mejorando las
técnicas de extracción para sacar la máxima cocaína posible de las hojas.
Según InSight Crime, estimaciones conservadoras dicen que de una hectárea de coca se sacan siete
kilogramos de cocaína. En 2016 se produjeron 1.316 toneladas métricas de
cocaína. Multiplicadas por US$27.000, que es el precio del kilo en Nueva York
según Businesss Insider, la producción anual alcanza los US$ 35.532 millones.
Cabe anotar que los precios en Europa y Australia son significativamente
superiores a los de Nueva York.
Suponiendo que solo la mitad de lo producido regresa al país, en un año pueden entrar US$
17.766 millones. Según vimos en la gráfica, en estos momentos están
entrando al país US$1.000
millones en inversión extranjera al año. Es decir, el ingreso por
exportaciones de cocaína supera
en 17 veces al ingreso por inversión extranjera.
Dado el valor de la exportación de cocaína, es claro que esos dólares que entran, mas no se
contabilizan, ejercen una presión enorme a la baja del precio del dólar.
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