La
adicción al trabajo, como cualquier otra, es una enfermedad que debe tener un
acompañamiento. El
exceso de tiempo dedicado a las actividades laborales puede llegar a ser bien
visto, pero es a la vez un enemigo silencioso de la productividad, la salud
física y la estabilidad emocional del talento humano.
La adicción
al trabajo se genera por que una persona se ve incompleta y pierde el
equilibrio en las diferentes facetas de su vida (trabajo, diversión, salud,
etc).
¿Cómo
evitar que se presente este problema?
El error que detona este tipo de comportamientos parte
del paradigma con el que estamos programados: “tener, para hacer, para luego ser”. Es importante
que la organización desarrolle en sus colaboradores una cultura de bienestar en la que cada
trabajador piense a partir del ser y de lo que lo inspira, de esta forma el
resultado será una persona que se proyecta como líder. La clave es “trabajar el paradigma al contrario;
primero definir quién es cada individuo y buscar desde la gerencia la manera de
desarrollar ese ser; que los trabajadores encuentren en la organización
un camino de realización y hallen también un balance de vida donde quepan sus
demás facetas”.
La
forma para evitar que existan adictos al trabajo está desde el desarrollo
integral de la persona, entendiendo que es una responsabilidad de aquel que
está liderando el equipo.
Síntomas
de un adicto al trabajo
Como cualquier enfermedad, la adicción al trabajo
presenta una sintomatología fácil de identificar en un colaborador:
·
Se comienza a enfermar de manera frecuente
·
Presenta conductas irascibles
·
Solo habla de trabajo
·
Se lleva trabajo para la casa, trabaja los fines
de semana y le parece inadmisible que otras personas no lo hagan
·
Encuentra constante frustración porque hace
mucho, pero los resultados no son tan buenos
·
Acumula periodos de vacaciones
Al
identificar una persona con tendencia a la adicción al trabajo, es importante
hablar con ella, ya sea que lo haga el superior directo o el área de
RRHH, para hacerle caer en cuenta de que tiene un problema y así poder comenzar
un proceso de recuperación.
Un
mal negocio por donde se mire
Las consecuencias de un adicto al trabajo se ven en
diferentes aspectos que van más allá de los resultados de la organización, en
donde claramente repercute su comportamiento de forma directa:
Efectos
en la salud: cansancio extremo, poca energía y poca capacidad de
concentración.
Efectos
del entorno familiar: sufren las relaciones de pareja y las relaciones
con los hijos.
Abandono
del grupo de amigos inmediato.
Frustración, que puede desencadenar en depresión por una
sensación de vacío constante.
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