La
inversión extranjera directa (IED) podría perder voltaje en el 2017, y se
señala que, en parte, se debería a una presunta incertidumbre jurídica y
tributaria, así como a la ausencia de venta de grandes compañías.
Aunque las cifras de la Balanza Cambiaria no son
definitivas, pues no incluyen aportes en activos y reinversión de utilidades,
indican que a abril 16 sumó 2.025 millones de dólares, con un descenso del 18,7 por ciento, frente
al acumulado de igual fecha del 2016, que fue de 2.491 millones de dólares.
Eso sumado, entre otros, al triunfo de la consulta
popular en Cajamarca (Tolima) para que no se exploten recursos mineros
energéticos en ese municipio, que llevó a la sudafricana AngloGold Ashanti a cancelar el proyecto de
oro La Colosa, han acrecentado la incertidumbre entre algunas empresas
foráneas.
Por ejemplo, la Asociación Colombiana de Minería (ACM)
dijo que existe la preocupación de que se podrían realizar consultas populares
que detengan la exploración o la producción, y piden la rápida reglamentación.
Igualmente, la intervención de Electricaribe por parte de
la Superintendencia de Servicios Públicos generó que Gas Natural Fenosa demandara a Colombia ante
un ente de la ONU, por un presunto perjuicio económico de 1.100 millones de
dólares.
Al respecto, el bufete Cremades & Calvo Sotelo dijo
que la intervención se produjo en un contexto preelectoral, politizado y con grave riesgo de
expropiación, y que estaría generando una gran inquietud entre los
inversionistas.
La ministra de Comercio, Industria y Turismo, María
Claudia Lacouture, no está de acuerdo y ha respondido, en diversas instancias, que la continua llegada de
empresas y capitales son una muestra de que Colombia sigue estando en la mira
de las empresas extranjeras. De hecho, entre el 2010 y el primer
trimestre aterrizaron 1.022.
Agregó que aunque las cifras de la Balanza Cambiaria
muestren una disminución de la IED, en el largo plazo las perspectivas son
positivas.
También
sostuvo que el desmonte gradual del impuesto a la riqueza y la disminución de
la tasa de renta favorecen las iniciativas empresariales. “Colombia
cuenta además con 15 acuerdos de inversión, a través de los cuales se
establecen reglas claras del juego, transparentes y estables”, afirmó.
Por su lado, firmas asentadas en el país reconocieron la estabilidad jurídica y
ratificaron que seguirán con los planes de expansión. Por ejemplo, el
presidente de Nestlé de Colombia, Javier Texido, señaló que por 74 años han
tenido una visión optimista y de confianza en Colombia, mientras que un vocero de Pepsico destacó que
desde 1947, año en el que llegaron, se muestra como un mercado seguro para
realizar inversión.
Por su lado, el presidente de Cémex Colombia, Ricardo
Naya, aseveró: “Confiamos en el país y por eso hemos invertido tanto. Hace 21
años, cuando llegamos a Colombia, vimos un potencial enorme para el desarrollo
y crecimiento de nuestro negocio. A pesar de que a finales de los años 90
vivimos la crisis del sector de la construcción, el panorama en los últimos años ha sido distinto, gracias
a los esfuerzos del Gobierno por disminuir las brechas en materia de vivienda e
infraestructura”.
Algo similar considera el presidente de Fast Colombia,
William Shaw, quien señala que “Irelandia Aviation compró el 100 por ciento de Viva Colombia porque confía en la economía,
razón por la que hoy expande el modelo de la aerolínea en Latinoamérica”.
Sin embargo, el directivo aplaude cualquier acción, por
parte de este Gobierno y los próximos, que consolide la estabilidad jurídica y
tributaria.
Entre tanto, el presidente de la estadounidense Nerium
International, Jeff Olson, dice
que la legislación y el mercado local son muy receptivos y Colombia es un buen
país para iniciar la expansión internacional de una compañía. La marca
anunció una inversión adicional en el país de 4 millones de dólares para ampliar la distribución local
de productos antienvejecimiento para el cuidado de la piel.
El vicepresidente de la Organización Mundial de Zonas
Francas, Martín Gustavo Ibarra, dice, por su lado, que Colombia ha dado un tratamiento fiscal neutro a
las materias e insumos que pasan a través de ese mecanismo, por lo que
ha respetado la normatividad internacional.
Entre tanto, la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) confirmó que las empresas de
crudo y gas duplicarán las inversiones respecto al 2016, debido a la
recuperación de los precios internacionales, y pasarán de invertir 2.655 a
4.900 millones de dólares, en el 2017.
Se mantendría promedio
En consecuencia, por ahora, el motivo principal
de la caída de la IED es técnico, pues a abril no hubo grandes operaciones como
la venta de Isagén, que totalizó unos 3.600 millones de dólares en el 2016. Y
aunque va a ser difícil que se supere el nivel de IED del año pasado, que sumó
13.593 millones de dólares, se mantendría el promedio de los últimos 10 años,
que es de unos 12.000 millones de dólares. Algunos negocios como la venta de la ETB y Cafesalud
también van a determinar la cifra.
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