Hablar
sobre la guerra de Bosnia no es tarea fácil. Hemos leído mucho y nos hemos
informado e interesado… pero cuanto más sabemos, más complicado nos resulta
entender los acontecimientos. El objetivo de este artículo es intentar contarte
cuanto más claro posible el porqué Bosnia vivió una de las más terribles
guerras de la historia reciente.
PRECEDENTES: LA (EX) YUGOSLAVIA
Yugoslavia
fue una federación de estados que se formó tras la I Guerra Mundial. Tras la II
Guerra Mundial y bajo el liderazgo del Mariscal Tito, Yugoslavia estaba formada
por 6 países: Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro y
Macedonia.
En 1980 tras la muerte de Tito (que algunos lo consideran
un dictador, pero muchos describen como el hombre que supo aportar paz y buenos
tiempos al pueblo) varios movimientos nacionalistas comienzan a exigir un cambio en la federación
yugoslava: se comienza a hablar de una ‘Gran Serbia’ por un lado y de
‘Independencia’ por otro…
Todo
esto llevó al comienzo de la Guerra de los Balcanes: Eslovenia fue la
primera, en 1991, en
autoproclamarse independiente, tras la guerra de los 10 días, una guerra
rápida y poco sangrienta, lo consiguió. ¿Los motivos? Sustancialmente 3: a la
federación no le interesaba luchar con un país que estaba del lado de potencias
occidentales como Italia o Austria, el territorio no era muy grande y sobre
todo… la mezcla étnica era prácticamente nula.
Tras la proclamación de independencia de Eslovenia otro país solicitó su salida de
la Federación Socialista Yugoslava: Croacia. En este caso la guerra
seria más larga y cruel. En un bando luchaba el Ejercito Croata que intentaba
proclamar su independencia y por el otro el JNA, el Ejercito Popular Yugoslavo que reivindicaba territorios
croatas con mayoría de población de origen serbio.
Al acabar el sueño de una Yugoslavia unida, el líder
nacionalistas serbio (Slobodan Milosevic) y el serbo-bosnio (Radovan Karadzic) decidieron que el proyecto de
una ‘Gran Serbia’ vería la luz y que allá donde había un serbio, había
patria. Fue cuando todo comenzó a venirse abajo…
BOSNIA Y HERZEGOVINA: ANTES DE LA GUERRA
Bosnia
y Herzegovina siempre fue un estado particularmente complejo y al mismo tiempo
absolutamente tolerante. Basta con pasearse por su capital, la
tristemente famosa Sarajevo,
donde en unas pocas
manzanas conviven mezquitas, iglesias ortodoxas, sinagogas e iglesias
católicas. En Bosnia y Herzegovina convivían pacíficamente bosniaks (musulmanes),
serbos-ortodoxos y bosnio-croatas (católicos). En el censo de 1991 estos
eran los porcentajes de la población: 43,7% bosniaks, 31,3% serbios-ortodoxos,
17,3% bosnio-croatas, 5% otros.
INDEPENDENCIA
DE BOSNIA Y HERZEGOVINA
Tras
la declaración de independencia de Eslovenia y Croacia, 2 lideres bosnios (un
bosniak y un bosnio-croata) creyeron conveniente en celebrar un referendum para
conocer si el pueblo estaba a favor o no de la independencia. El lider y
todos los diputados serbo-ortodoxos, contrarios, decidieron abandonar el
parlamento en señal de protesta y boicotear el referendum, que finalmente se
llevó a cabo el 1 de marzo de 1992 con un 67% de presencia (y un aplastante
99,43% a favor de la independencia).
El 5
marzo de 1992 Bosnia y Herzegovina se autoproclamó independiente contra de la
voluntad de la parte serbo-ortodoxa del país, que había amenazado a los
bosniaks y bosnio-croata que, si finalmente declaraban la independencia,
ocuparían el 49% del territorio del país. Así fue: el 7 de marzo nacía la
República Srpska (República de los Serbios). Hubiese sido fácil dejar las cosas
así: una parte del país independiente y otra parte cumpliendo el sueño de la
Gran Serbia. Las cosas, sin embargo, nunca son fáciles… sobre todo en una
guerra: comenzaba uno de los conflictos más oscuros de la historia moderna… la
Guerra de Bosnia.
LAS
PRIMERAS VICTIMAS DEL CONFLICTO
La
primera victima de la guerra es algo que no pone de acuerdo a ninguno de los
dos bandos:
Para
los serbios fue el padre de un novio que, durante la celebración de la boda en
Sarajevo, no paraba de besar la bandera de Serbia y de gritar eslóganes
nacionalistas. Un
bosniak (musulmán) comenzó a discutir con él y acabó matándole. Era el 1
marzo de 1992.
Para
los bosniaks la primera victima del conflicto fue Suada Dilberovic, una chica
que marchaba en una manifestación contra la inminente guerra y que recibió una
ráfaga de tiros por parte de francotiradores serbios. Era el 5 abril de
1992, día en que Europa respaldó la independencia de Bosnia y Herzegovina.
LA GUERRA DE BOSNIA: EL ASEDIO DE SARAJEVO
Tras el referendum y la proclamación de independencia de
Bosnia y Herzegovina, el
nuevo gobierno ordenó al JNA (Ejercito Popular Yugoslavo) que se retirase a
Serbia. Sin embargo este decidió quedarse y alistarse entre las filas
del recien formado VRS (Ejercito de la República Srpska) y seguir las ordenes
de su comandante, el cruel, Radno Mladic. En Abril de 1992 la guerra era absolutamente
inevitable y Sarajevo el punto más caliente: la ciudad sufrió un asedio
que duró desde el 5 Abril de 1992 hasta el 14 diciembre 1995. El VRS bloqueó las carreteras,
aisló Sarajevo y se apostó en las colinas que rodean la ciudad dispuesto a
matar a todo enemigo que no se rindiese. Se cortaron la electricidad, el agua, el subministro de
comida y de medicamentos. La ciudad estaba sola, cercada por francotiradores
y abandonada a su suerte. Su única defensa era el ejercito bosnio que, aunque
en número se igualaba a los serbios, sufría un embargo de armas y conseguía a
duras penas mantener el control de la ciudad.
Sarajevo vivía su peor pesadilla: el invierno estaba
llegando y el grito ‘Pazite, Snajper!’ (cuidado, francotirador) era el pan cotidiano de una
ciudad que estaba literalmente muriendo de hambre. Durante nuestra
visita a Sarajevo pudimos tomar parte en un tour (super aconsejable) que
explica de cerca como pasó todo. Dado, nuestra guía, nos contó que durante la
primera época de la guerra, cuando no había comida, la gente llegó a comer sopa hecha con piedras
cubiertas de musgo (el único ‘alimento’ con vitaminas que había). La
desesperación crecía cada vez más: el VRS comenzó a bombardear la ciudad (el parlamento, mezquitas,
iglesias, la sede del periódico Oslobođenje, el Vijećnica -el actual
Ayuntamiento- que conservavba entre sus paredes miles y miles de libros
históricos de Bosnia…). Comenzaron
también los ataques contra civiles (tristemente famoso fue el atentado
en el mercado Markale, donde una bomba mató a 68 personas y dejó 114 heridos,
pero no faltaron ataques contra hospitales y otras barbaridades como
violaciones sistemáticas y matanzas).
La mayoría de los soldados que formaban las filas del VRS
eran hombres de bajo perfil a los que se le había hecho un lavado de cerebro
con la idea de una ‘Gran Serbia’ que debía derrotar a los ‘turcos’ (los bosniaks) antes que estos se
revolucionasen y matasen a todos los serbios. La propaganda serbia
vendía como ‘fundamentalistas islámicos’ unos musulmanes que comían cerdo y bebían alcohol
(la mayoría de bosnios musulmanes lo son por herencia familiar: en el pasado,
cuando los turcos llegaron a Bosnia, gran parte de la población se convirtió
simplemente porque los
musulmanes pagaban unas tasas casi nulas, mientras que católicos y ortodoxos
debían pagar tasas 10 veces mayores).
Muchos
de los soldados serbios se pasaban los días bebiendo y disparando a los civiles
como si de un juego se tratase (había quien apostaba a matar un numero
elevado de niños, quien quería ver cuantos hombres podía matar con un mismo
disparo, quien se dedicaba a violar mujeres de los poblados…). Vamos, la guerra
de Bosnia fue una de las páginas de la humanidad que más sangre ha necesitado
para ser escrita.
Muchos
creen que las victimas de la guerra fueron solo los bosniaks. No es
cierto, un dato es clave: solo
en Sarajevo el 35% de los matrimonios eran mixtos, esto quiere decir que
los bosnios musulmanes no solo vivían al lado de bosnios-serbios (ortodoxos) y
bosnios-croatas (católicos) sino que en muchos casos una familia estaba formada
por padre de una etnia, madre de otra y abuelos de otra.
EL
TUNEL DE SARAJEVO
A
mediados de 1992 la ONU llegó a Bosnia para intentar proteger y ayudar a los
habitantes de Sarajevo y de las zonas ocupadas. Su éxito más grande fue
hacer que los Serbios les cediesen el control del aeropuerto de Sarajevo, desde donde llegaban y salían
aviones con ayudas humanitarias. Otro gran hecho trajo un poco de
esperanza a la ciudad: en
1993 se construyó un tunel que pasaba debajo del aeropuerto y que permitía la
entrada de alimentos, medicamentos y armas desde las montañas fuera del control
serbio hasta la ciudad. Llegar hasta el comienzo del tunel era una
empresa arriesgada, se debía cruzar la interminable ‘avenida de los
francotiradores’, llamada así por ser un blanco fácil al tener varios cruces
sin protección. El hambre,
sin embargo era más fuerte que el miedo y el tunel de Sarajevo vio pasar entre
sus estrechos pasillos a miles de personas que luchaban para seguir con vida.
LIMPIEZA ÉTNICA
Posiblemente
la diferencia entre las guerras de Eslovenia y Croacia respecto a la de Bosnia
estuvo en la distribución de la población. Me explico: en Eslovenia casi
no había serbios, por tanto, tras la declaración de independencia y una guerra
rápida y poco sangrienta, el tema quedó zancado. En Croacia, al ser un
territorio con mayor porcentaje de serbos-croatas en la población, la guerra
duró más y tuvo una fuerza más feroz (de todos modos se limitó a zonas
concretas). En Bosnia la
guerra fue sangrienta y brutal porque no había territorios étnicos claros:
todos estaban mezclados con todos y resultaba difícil decidir de quien era una
zona. ¿La solución?
Limpieza étnica.
La
limpieza étnica fue la cara más horrible de una guerra que nunca debía haber
sido real. El objetivo era ‘limpiar’ una zona forzando a los habitantes
de una etnia a marcharse. Si
se resistían eran torturados y matados. La finalidad era poder crear estados 100% etnicamente puros.
También se procedía a eliminar cada símbolo cultural y religioso: lugares de culto y cementerios
fueron derribados sin piedad. El caso más famoso fue el genocidio de
Srebrenica, donde unos
8.000 musulmanes fueron asesinados.
¿DÓNDE
ESTABA EL RESTO DEL MUNDO?
Esta
es la pregunta que más nos retumba en la cabeza: ¿dónde estaba en resto del
mundo mientras Sarajevo – y Bosnia- estaban viviendo un infierno? No
solo la ayuda internacional (quitando la humanitaria) fue misera, sino que como
una broma macabra se estableció un embargo de armas al gobierno bosnio: se
decía que a más armas, más sangre. Pero… ¿fue la mejor solución dejar a los
habitantes de Sarajevo bajo el fuego enemigo, como si la ciudad fuese una
enorme ratonera? Fue Bill Clinton quien dio un paso al frente para ayudar a
Bosnia cuando, tras el genocidio de Srebrenica, decidió enviar tropas de la OTAN que comenzaron a
bombardear Serbia, base para el fin de la guerra..
EL
FIN DE LA GUERRA: MOTIVOS
La
guerra de Bosnia no tuvo vencedores. El el conflicto acabó sustancialmente por
3 razones:
La
OTAN comenzó a bombardear Serbia tras la masacre de Srebrenica (muchos
bosnios opinan que Srebrenica fue’vendida’ por su mismo gobierno ya que la OTAN
necesitaba un motivo ‘de peso’ para poder actuar contra Serbia… como si todo lo
que había pasado hasta ese momento no fuese suficiente!)
Los soldados serbo-bosnios tras años de guerra sin ver
cumplido su sueño de una Gran Serbia unida estaban hundidos en depresión, se
sentían traicionados por sus lideres que les prometieron una nación próspera y
comenzaban a cansarse de un ‘juego’ que estaba durando demasiado.
No
quedaba limpieza étnica que hacer: muchos opinan que la rendición de Serbia fue
realmente un ‘objetivo cumplido’.
BOSNIA Y HERZEGOVINA TRAS LA GUERRA
El 21 Noviembre 1995, en Dayton (EEUU) Alia Izetbegovic
(presidente de Bosnia), Franjo Tudjman (presidente de Croacia) y Slobodan
Milosevic (presidente de Serbia), firmaron un acuerdo de paz que, el 14
diciembre 1995 fue confirmado en París.
Con el tratado de Dayton, Bosnia quedó dividida en dos partes (la República Srpska
con el 49% del territorio donde viven bosnios-serbios y la Federación
Croata-Musulmana (Federación de Bosnia y Herzegovina) con el 51% del
territorio, dividida en 10 cantones, donde conviven -sin mezclarse- bosnios
musulmanes y bosnios croatas. Si el tratado de Dayton permitió el fin de
una guerra, no fue ayudo tanto a favorecer una integración de las 3 partes
implicadas: en Bosnia la paz fue (y es) una paz sin convicción y el país se
transformó en un estado Frankenstein. Esta fue la impresión que nos llevamos:
por un lado están los serbios con su Republica de Srpska, de estampa
nacionalista (lleno de banderas de Serbia, con alfabeto cirílico…) que no
pierden la esperanza de que Europa los acepte como un estado autónomo. Por otro lado los bosnio-croatas
no acaban de cuajar en la federación bosnio-musulmana mientras que los
bosnio-musulmanes, los que más sufrieron el horror de la guerra, no consiguen
olvidar todo lo que ha pasado ni mirar hacia el futuro.
Hoy
en día en Bosnia viven un 48% de bosniaks, 32% serbios, 14% croatas y un 5% de
otras etnias. La diferencia respecto al comienzo de la guerra es que cada grupo vive separado
geográficamente: si antes todos vivían con todos, hoy la separación es
evidente. En la República Srpska por ejemplo el 97% de los habitantes son
serbios (antes del conflicto eran el 54%), en la Federación Croata-Musulmana,
los bosniaks son el 73% (antes eran el 52%).
Hay
3 grandes problemas en la Bosnia moderna:
La
corrupción (lo vivimos en primera persona ‘gracias’ a unos policías de
la Republica de Srpska’… ya os contaremos la historia).
La
(casi) nula meritocracia: es uno de los motivos por los que gran parte
de la población joven de Bosnia sale del país en busca de un futuro mejor (y
más justo).
La
constitución obliga a los ciudadanos a autodefinirse en una de las 3 etnias
principales (bosniaks: musulmanes; bosnios serbios: ortodoxos; bosnios croatas:
católicos). Los otros (judíos, gitanos…) se quedan fuera: no pueden, por
ejemplo, presentarse a cargos oficiales como el de diputado o presidente de la
república.
LOS
NÚMEROS DE LA GUERRA
35.000
edificios fueron totalmente destruidos en Sarajevo y prácticamente todos
sufrieron daños.
La ciudad registró unos 330 impactos de balas al día.
El record se registró el 22 de julio de 1993, cuando
Sarajevo recibió 3.777 impactos de proyectil.
Durante
la guerra más de 20.000 mujeres y niñas bosnias fueron violadas por las tropas
serbias, y en algún caso transformadas en esclavas sexuales y torturadas por
meses. El resultado fueron los llamados ‘hijos de la guerra’, nacidos de
madre bosnia, violada por soldados serbios. Sobre este tema te aconsejamos leer
el libro ‘La palabra más hermosa’ de Margareth Mazzantini. Si bien la mayoría
de las violaciones fueron de serbios hacia bosnias musulmanas, hubo también
casos de violaciones de serbas ortodoxas a manos de bosniaks.
En
Sarajevo casi no quedan parques: todos han sido utilizados, durante el asedio,
como cementerios para dar sepultura a los muertos.
En total, en Sarajevo, las victimas de la guerra fueron
11.541. Más de 1.600 de las victimas fueron niños.
En
Bosnia, las victimas de la guerra fueron unos 200.000 (más de la mitad
de las victimas fueron civiles).
Hubo
cerca de 30.000 desaparecidos y en los años que siguieron al fin de la
guerra se descubrieron cerca de 300 fosas comunes (en el 90% de los casos, las
victimas eran bosnios musulmanes)
Hubo
más de 2.000 víctimas de amputaciones.
Los
refugiados y exiliados fueron más de 1.000.000.
1.425 días fueron los que Sarajevo pasó bajo asedio.
Hay
mucho desconocimiento sobre la Guerra de los Balcanes (y sobre todo sobre la
Guerra de Bosnia) y esperamos haber podido aclararos alguna duda. Queda
solo desear que el horror
vivido en Bosnia pueda ser de advertencia para el futuro, aunque parece
que está en la condición humana la capacidad de no aprender de los errores del
pasado…
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