Si
se siente feliz en el trabajo procure no estancarse, reinvéntese y agregue
valor a sus funciones diarias.
¿Quién
no quiere ser feliz en el trabajo? Esta tal vez puede convertirse en una
de las mayores expectativas y obsesiones a la hora de buscar un empleo; pues hace parte de los sueños de
cualquier persona.
Sin embargo, puede que esta no sea siempre la mejor decisión. Hay quienes
consideran que las personas que centran sus objetivos en ser felices en el
trabajo muchas veces pueden limitarse en el logro de metas o crecimiento
profesional si no se
esmeran por darle valor y renovarlo cada día.
Por definición, una compañía no está para hacer feliz a la gente,
aunque sí debe preocuparse por el respeto y el cuidado de los empleados y que estos puedan desarrollarse
profesionalmente.
Si bien el concepto de felicidad, así como su relevancia
dentro de las organizaciones ha venido evolucionando, no es que pueda implementarse ni vivirse en todo
tipo de compañía. “Se ha comprobado a través de diferentes estudios que la
productividad es proporcional a la felicidad de los colaboradores; sin
embargo, este concepto de felicidad en el trabajo no responde únicamente a un
individuo sino a un colaborador parte de una compañía”.
Es
importante que el tema de conseguir la felicidad en el trabajo no se vuelva una
obsesión, ya que, así como otros aspectos de la vida, el trabajo es un
ambiente cambiante, que
tiene sus aspectos negativos y positivos. Algunos tips sobre el tema.
La
felicidad está conectada con el amor por lo que se hace y la contribución de
las empresas en este aspecto es propiciar aquellas condiciones de trabajo
necesarias que le permitan al trabajador desempeñar sus funciones con gusto.
El liderazgo juega un papel fundamental, ya que la felicidad del colaborador solo se encontrará en la medida
en que los directivos lo consideren como el eje fundamental.
Debemos
definir la felicidad laboral como la capacidad de disfrutar el rol en una
empresa, de lograr conectar la capacidad personal con el quehacer
laboral. Es un estado de transición que el individuo debe hacer
conscientemente, valorarlo, apreciar el momento y gestionar la búsqueda de un
nuevo momento. Sin embargo, nuestra
experiencia nos permite determinar que asociar estados de felicidad a
estancamiento laboral o pérdida de foco en el desempeño no muestran una
correlación determinante.
1-
Reinvéntese. Es bueno estar en guardia de forma permanente para no
quedar desfasado o fuera del mercado. Conviene interesarse por nuevos retos y
desafíos del sector o de la profesión y formarse continuamente.
2-
No caiga en zona de confort. Aunque el trabajo que se tenga esté bien y
satisfaga los intereses de las personas, es importante entender que hay
factores que cambian el mercado, los planes de las propias empresas e incluso
los personales, por lo que es
necesario estar siempre en la búsqueda de nuevas oportunidades.
3-
No todo es trabajo. Ser feliz en el trabajo es clave, sin embargo, antes que profesional se es
persona, entonces puede
resultar perjudicial pensar que la mayor felicidad es el trabajo, pues
esto puede generar desequilibrios en la vida.
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