El coche eléctrico al mismo precio que un gasolina podría
ser una realidad en 2024: nos acercamos a los 100 dólares por kWh
El SUV eléctrico Volkswagen ID.4X tendrá un precio
similar al del ID.3: unos 30.000 dólares según la marcaEl SUV eléctrico
Volkswagen ID.4X tendrá un precio similar al del ID.3: unos 30.000 dólares
según la marca
Vamos hacia el fin de los coches utilitarios: por qué ni
siquiera el Fiat 500 tiene su futuro asegurado
La
mayor parte del precio de un coche eléctrico se lo lleva la batería. La
mayoría de expertos consideran que hasta que el precio de un coche eléctrico no iguale o sea inferior
al de un coche equivalente con motor de combustión, el eléctrico no podrá
imponerse.
Y
eso será posible cuando una batería cueste 100 dólares el kWh o menos. En 2010, una batería costaba
1.100 dólares el kWh, pero en 2019 ya nos estamos acercando a ese umbral.
Este año, el precio medio fue de 156 dólares el kWh,
según el último informe de BloombergNEF. Además, asegura que se alcanzará el punto crítico de 100
dólares por kWh en 2024.
La
reducción de los costes de producción se debe principalmente al aumento de los
pedidos, consecuencia del crecimiento de ventas de los coches eléctricos
e híbridos enchufables. No hay misterio, a más unidades producidas, más se pueden repartir los
diferentes costes y así reducir el precio unitario de cada batería fabricada.
A medida que los principales fabricantes de automóviles
comienzan a producir plataformas específicas para los coches eléctircos, como
la MEB de Volkswagen, pueden
simplificar el diseño del pack de batería y estandarizarlo para diferentes
modelos. Así, un Volkswagen ID.3 y u SEAT el-Born usarán exactamente la misma
batería. Justo como ahora Volkswagen y SEAT usan el mismo motor 1.5
gasolina, por ejemplo.
La
estandarización en el diseño del paquete de batería también permitirá sistemas
de gestión térmica más simples, estandarizados y así más baratos. Además,
a medida que los
fabricantes de automóviles comienzan a adquirir celdas de múltiples proveedores
para una sola plataforma, también hay un nivel creciente de estandarización en
el diseño de celdas. Lo cual, de nuevo, lleva a una bajada de los
precios.
En 2024, la demanda alcanzará los 2 TWh
Según
BloombergNEF, la introducción de nuevos diseños de construcción (como se
combinan las celdas por ejemplo) y la caída continuada de los costes de
fabricación reducirán los precios en el corto plazo. Así, en 2023 el
precio de la batería se acercaría a los 100 dólares el kWh y con una demanda
estimada de 2 TWh a nivel mundial en 2024, el precio de las baterías estaría
entonces por debajo de la
cifra de los 100 dólares el kWh.
Si bien es cierto que para muchos, es el precio a partir del cual
un eléctrico estaría en paridad de precio con un gasolina o un diésel,
podría variar según la región del mundo en el que se venda el coche y según el segmento al que se
enfrente el coche eléctrico.
Fabricar
baterías de coche eléctrico conlleva un gran problema: la guerra por el cobalto
Por ejemplo, un precio bajo es importante en el segmento de los turismos,
pero en el de los industriales ligeros es posible que el precio vaya además ligado a una cierta
expectativa de ciclos de carga y/o de autonomía, ya que en teoría la
vida de una furgoneta de
reparto de última milla es más exigente que la de un turismo. Además,
los ciclos de vida comercial de un industrial ligero duran el doble que el de un turismo.
La
problemática de las materias primas
Si bien la estandarización de los procesos de fabricación y fábricas de baterías
que abrirán sus puertas en Europa, ayudarán a bajar el precio de las baterías, éstas
seguirán dependiendo de las materias primas que las componen. La
limitación de uso de tierras raras y cobalto procedentes de países donde se hay
explotación o conflictos, no ayuda a bajar los precios.
Además, con los avances tecnológicos actuales, la demanda se desplaza hacia
otros metales, como el níquel. Así, según explican en CleanTechnica, es probable que el níquel pueda
aumentar para satisfacer las crecientes demandas de algunas baterías de nueva
generación. Y se corre el riesgo de que la industria se encuentre
momentáneamente con un cuello de botella para el suministro de níquel.
Los
coches convencionales no desaparecerán de un plumazo aunque Tesla haga caer el
costo de las baterías
Por último, tampoco podemos olvidar que muchos fabricantes trabajan
en nuevos tipos de batería, como la batería de estado sólido de Toyota.
Y no se sabe todavía cuál se impondrá.
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