La
brecha entre los gases realmente emitidos y el máximo admisible en 2030 para
limitar el calentamiento global no ha parado de crecer en los últimos diez
años.
La ONU calcula que los planes de los países del Acuerdo
de París auguran una
temperatura del planeta 3ºC más alta; tienen que multiplicar el esfuerzo
por cinco.
Tras
diez años de, casi, oídos sordos, el mundo se enfrenta a un contrarreloj cada
vez más exigente. Los
países deben recortar a la mitad las emisiones globales de CO2 la próxima
década para cumplir el Acuerdo de París y limitar el calentamiento de la
Tierra a 1,5ºC, según el último informe de emisiones de la ONU. Solo eso evitaría
los impactos más destructivos de la crisis climática.
La cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) lanzada
a la atmósfera ha crecido a un ritmo del 1,5% anual desde 2010 "a pesar de
las advertencias", explican los expertos de la ONU. De hecho, el año pasado
alcanzaron un máximo histórico de 55,3 gigatoneladas. 55.000 millones de
toneladas. Las economías más desarrolladas, las del G20, suponen tres
cuartas partes del problema.
Este análisis del Programa para el Medio Ambiente (Pnuma)
lo que hace es medir la
brecha entre lo que se está emitiendo en realidad y la cantidad máxima
admisible en 2030 para conseguir que la Tierra se caliente por debajo de 1,5ºC
o 2ºC –los dos umbrales citados en el Acuerdo de París–. Esa brecha no
ha parado de crecer, poniendo la cosa cada vez más cuesta arriba.
La situación es la siguiente: tras el récord de esas 55,3 gigatoneladas, llegar
a tiempo en 2030 supone rebajar el volumen de gases de efecto invernadero
liberado un 55%. Si la humanidad se conforma con el umbral de los 2ºC,
el recorte se queda en el 15%. La diferencia entre un objetivo y el otro fue
descrita profusamente por el Panel Internacional de Expertos (IPCC) en octubre
de 2018. "Terribles consecuencias", fue su calificación.
Principales emisores mundiales de GEI en 2018. PNUMA y
Eldiario.es
El ritmo de recorte calculado es pues de un 7,6% cada año
desde 2020 hasta 2030. "Si
se hubiera comenzado a recortar en 2010, habría bastado con un 3,3% anual",
recuerda el análisis.
Sin señales de tocar techo
Lógicamente,
una cadencia creciente de emisiones ha provocado que la concentración de CO2 en
la atmósfera haya batido un récord en 2018 al alcanzar un promedio de 407,8
partes por millón (ppm). La anterior plusmarca en épocas industriales
fue de 405,5 ppm en 2017. Dos años consecutivos batiendo el techo.
La
cantidad de gas invernadero acumulada vaticina una prolongación de su efecto a
la hora de calentar la Tierra (origen de la alteración climática).
Algunos de estos compuestos afectan durante algunos años. Otros persisten
centenares de ellos.
Según
están las cosas, la previsión es que la temperatura global ascienda entre 3,4 y
3,9 ºC "trayendo un amplio espectro de impactos destructivos",
avisa el estudio. "No
hay ninguna señal de que las emisiones vayan a tocar techo en los próximos años.
Cada curso que se retrase este techo implica que los recortes deberán ser más
profundos y rápidos", explica el documento.
"Necesitamos
ponernos al día por los años en los que hemos estado aplazando las
medidas", subraya la directora ejecutiva del Programa de Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen. "Si no, el objetivo
del 1,5ºC estará fuera de alcance antes de 2030", ha añadido.
La
cumbre del clima de Madrid que se celebra entre el 2 y el 13 de diciembre inicia
los últimos 12 meses antes de que los países del Acuerdo de París revisen sus
planes climáticos. Los compromisos que aporta cada uno para conseguir el
objetivo global sobre cambio climático.
El informe de 2019 del PNUMA avisa de que esos planes revisados
tienen que conseguir cerrar la brecha. Y el camino se presenta arduo, según la
revisión de los técnicos: los
compromisos de los países que participan en el Acuerdo de París deben ser cinco
veces más ambiciosos que lo actuales para ese objetivo ideal de 1,5º máximos."Requerirá
un gran esfuerzo y compromiso de todas las naciones del planeta", concluye
el informe a modo casi de alegato.
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