No
existen fórmulas para alcanzar la felicidad, sin embargo las empresas que no
invierten en esta cultura pierden billones de dólares al año, revela Sunny
Grosso, la Coach de la felicidad en el trabajo que visitó Colombia.
Cerca
de dos décadas de estudios científicos señalan que la cultura de la felicidad
en el trabajo se está convirtiendo en una de las mayores ventajas competitivas
de las economías. Cada vez es más creciente la presión que la globalización
ejerce en el sector empresarial para que se adopten nuevos paradigmas que
favorezcan el bienestar de los trabajadores como una manera de incrementar la
productividad y la rentabilidad.
Más cuando en el trabajo la gente está reclamando por
poder ser quien es, sin guardar apariencias, en otras palabras ser más
auténticos y esto exige que el mundo laboral se ponga a tono con las nuevas
tendencias que implican propiciar una cultura de felicidad “Los empleados felices que trabajan con pasión y propósito se
desempeñan en niveles consistentemente altos, multiplicando su efectividad e incrementando los resultados del negocio”,
así lo revela, la Coach de la felicidad en el trabajo, Sunny Grosso, quien
estuvo de visita en Colombia invitada por la International Coach Federation
Colombia para el X Encuentro Nacional de Coaching.
Esta
mujer aprendió temprano en la vida que la felicidad no se trata de una fórmula,
así que puso en marcha un plan de carrera colorido de entrenamientos de sake en
California para capacitar equipos de trabajo de todo el mundo sobre la
felicidad. Fue una de las primeras integrantes del equipo de trabajo de
‘Delivering Happiness’ y ahora es la directora de Coaching and Culture Chief.
En diálogo exclusivo con Dinero, la madrina de la cultura
de la felicidad en el trabajo – como algunos la denominan -, sostiene que ¨las empresas con gente más feliz
son innovadoras, trabajan más e incrementan sus ventas. De hecho ser feliz es la llave maestra para
que las personas sean más productivas en la sociedad”.
¿Qué la inspiro a ser la entrenadora de felicidad en el
trabajo?
Me gradué de una universidad. Conseguí un trabajo, y
sentía que había obtenido el éxito pero estaba rodeada de paredes grises y de
rostros inexpresivos. Mis compañeros de
trabajo solo estaban contentos cuando llegaba el fin de semana. Sabía que esto
no era para mí y me fui. Luego estuve trabajando en una revista y bueno hice
otras cosas. Luego empecé a correr
sentía que estaba huyendo de algo, hasta que al fin un día un amigo me regalo
un libro titulado “entregando la felicidad y entonces me di cuenta de que podía
cambiar la experiencia en el trabajo, así comenzó todo.
¿La
gente es feliz en el trabajo?
Se
hizo una investigación y se encontró que el
87% de la fuerza laboral en el mundo se sienten miserables o infelices
en el trabajo. En el trabajo no se habla de
felicidad. No hay contacto o relación con las personas en cargos altos.
El tema de vivir los valores no solamente tiene que ver con colgar un papel en
la pared, sino con realmente apropiarlos y actuar en consonancia con los
mismos. La cultura
representa los cimientos de una empresa, determina las pautas para conseguir la
homogenización, esto es imprescindible en la era de la globalización, así que
mientras sea más homogénea en sus procesos, más
cerca estará de alcanzar el éxito.
¿Las empresas deben adaptarse a la cultura de la
felicidad en el trabajo?
Diría
que la felicidad va a importar más en el trabajo. Así que las compañías tendrán que adaptarse
al cambio, que es lo único presente en nuestras vidas. Los millennials quieren pasión y
propósito. La gente cada día está saliendo del closet como
meditadores profundos con deseos de encontrar aquello que los haga felices y
esto tiene que ver con el propósito interno y los valores. Entonces
cuando no existe una cultura de felicidad, la gente no adquiere un compromiso
mayor con lo que hace. Va al trabajo, pero nada más.
¿Por qué las empresas no invierten en una cultura de
felicidad?
Las
cosas están cambiando. Aunque todavía hay un camino por recorrer. Los empleados
felices que trabajan con pasión y propósito se desempeñan en niveles consistentemente
altos, multiplicando su efectividad e
incrementando los resultados del negocio. Por lo que es importante y es el llamado para que las
empresas a nivel mundial, inviertan mucho más dinero a favor de crear una
cultura de felicidad en el trabajo, ya que sus ganancias se multiplicarían.
¿Usted habla de una cultura por defecto a que se refiere?
Es aquella cultura que se desarrolla por sí sola, en
donde no se está pensando en comportamientos o en actitudes que sean la
norma. La mayoría de las empresas tienen una cultura por defecto. Entonces de lo que hablamos es de transformar esos paradigmas. El objetivo es inspirar a los empleados a
estar intrínsecamente motivados. Las emociones determinan nuestra
motivación en el trabajo. La felicidad determina cuán motivados estamos en el
trabajo. Si estás inspirado haces tu mejor trabajo. Si nos
sentimos bien, valorados y confiados entonces daremos lo mejor.
¿Hay
empresas felices?
Se
ha identificado que cuando la gente trabaja en una organización donde se siente
alineada con su propósito de vida es mucho más feliz y más productiva. Entonces empleados felices,
crean consumidores felices y empresas felices.
¿Por qué la felicidad se ha convertido en un indicador de
crecimiento económico a nivel global?
Ha
cambiado la relación del trabajo con la vida: Hoy en día debido a la
tecnología, el trabajo está en nuestras vidas todo el tiempo. Antiguamente, una persona llegaba a un
trabajo, cumplía un contrato, trabajaba y se iba a su casa. Era
una persona en el trabajo y otra en el hogar. Era como hablar de dos
personalidades, cuyo comportamiento humano se regía de acuerdo al lugar. Pero
hoy, ya no existe esa separación. El
trabajo es la vida. La gente está
reclamando por poder ser quien es en el trabajo, en expresarse tal y como es,
sin guardar apariencias y esto exige esa consonancia con los valores internos
todo el tiempo.
En
compañías donde se le da un papel preponderante a la cultura de la felicidad,
la productividad es bastante dinámica. Entonces la diferencia se da en billones
de dólares. En la medida en que existan empleados súper comprometidos
con su trabajo el retorno de la inversión será considerablemente alto. Esto es
proporcional a trabajadores felices. La
rotación de personal será más baja.
Cuando existe esta cultura, la gente quiere estar en la compañía.
¿Cómo
se define la cultura de la felicidad en el trabajo?
Desde
hace 18 años, la ciencia se ha volcado a estudiar la felicidad como un
indicador de bienestar en el ser humano. Desde ese tiempo, se han
identificado cinco elementos para medir una respuesta a un término de felicidad
que sea sostenible en el tiempo y no inmediata.
Estos elementos tienen que ver con: el propósito, la conexión, es decir la
profundidad y cantidad de relaciones que hay alrededor de nuestra vida,
el progreso, que está relacionado con las metas que tenemos, el camino que
recorremos y el grado de satisfacción de que estamos llegando al lugar donde
queremos llegar, también tiene que ver con quienes nos hemos convertido, el
control y autonomía, entendido como la capacidad que tenemos para tomar
nuestras propias decisiones y la autoconfianza en sí mismos.
En
todo aquello juega un papel fundamental los valores que tenemos y si somos
realmente un reflejo de esos valores y vivimos en consonancia con ellos. Los valores y la alineación o coherencia con
estos en la vida, es lo que realmente determina el grado de felicidad de los
seres humanos. No obstante, en la medida que no se viva en consonancia con los
valores es más difícil avanzar hacia la plenitud laboral y personal. Cuando no se percibe ese sentido de progreso,
hay desmotivación.
¿Qué
explica que a la gente le resulte difícil ser fiel a sus principios y valores
internos?
Esto
tiene que ver con tres categorías del comportamiento humano: la de corto plazo,
relacionada con el placer, la del mediano plazo, con la pasión y la del largo plazo y es en donde se
necesita de un mayor compromiso y
dedicación, y es la conexión de las personas con su propósito interior.
Desde pequeños nos están diciendo que tenemos que hacer, como lo tenemos que
hacer y cómo tenemos que vivir nuestras vidas.
Nos han entrenado desde que nacemos a que tenemos que
hacer dinero, una carrera y todas esas otras cosas. Pero quizás la única manera
de encontrar los propios valores, es desaprendiendo todos esos paradigmas que
nos enseñaron para encontrar nuestro verdadero propósito. Esto se vuelve difícil en la
medida en que seguirán apareciendo situaciones en la que no digan que debemos
hacer. La felicidad no es igual para
todos, cada persona vive unos valores diferentes.
¿Existe
una fórmula para ser feliz?
No.
Hay personas que tienen un carro bonito, una casa linda y muchos otros objetos
materiales. Pero no son felices, ya que estas personas no están en consonancia
con sus valores internos. Entonces todo tiene que ver con ser fieles a sí
mismos y seguir nuestro propósito interno.
¿Por qué la felicidad se ha convertido en un indicador de
crecimiento económico en los países?
Ha
cambiado la relación del trabajo con la vida: Hoy en día debido a la
tecnología, el trabajo está en nuestras vidas todo el tiempo. Antiguamente, una persona llegaba a un
trabajo, cumplía un contrato, trabajaba y se iba a su casa. Era
una persona en el trabajo y otra en el hogar. Era como hablar de dos
personalidades, cuyo comportamiento humano se regía de acuerdo al lugar. Pero
hoy, ya no existe esa separación. El trabajo es la vida. La gente está
reclamando por poder ser quien es en el trabajo, en expresarse tal y como es,
sin guardar apariencias y esto exige esa consonancia con los valores internos
todo el tiempo.
En compañías donde se le da un papel preponderante a la
cultura de la felicidad, la productividad es bastante dinámica. Entonces la
diferencia se da en billones de dólares. En la medida en que existan empleados
súper comprometidos con su trabajo el retorno de la inversión será
considerablemente alto. Esto
es proporcional a trabajadores felices. La rotación de personal será más baja.
Cuando existe esta cultura, la gente quiere estar en la compañía.
¿Qué explica que la productividad en Colombia sea baja,
pese a ser catalogado como una de las Naciones más felices?
El
tema es cultural. Hay gente que puede ser
feliz por fuera del trabajo. Pero la idea es llevar esa felicidad al trabajo. En algunos países y sectores empresariales
todavía se mantiene una estructura jerárquica inflexible. Hay lugares donde se
han transformado esos paradigmas y la
gente tiene más autonomía para expresarse y para aportar ideas al crecimiento
corporativo.
Es
verdad, que se vive en Naciones democráticas, pero cuando se llega a las
empresas nadie puede ser quien es. Así que cuando existan organizaciones más
humanas, la productividad se elevará.
¿Qué
es la felicidad?
Es
vivir la vida con nuestro propósito interno y disfrutar de lo que hacemos.
Nadie te puede hacer feliz. Hay pequeños
pasos y hábitos como la gratitud y la humildad que te llevan hacia ese camino.
No se trata de ser felices todo el tiempo, eso sería raro ya que siempre habrá
circunstancias complejas, pero sí
podemos escoger la manera como actuaremos frente a ellas.
¿Hay cifras que miden la
cultura de la felicidad laboral?
Algunas estudios realizados por Delivering Hapiness revelan que cuando las compañías
adoptan una cultura de felicidad en el trabajo, hay un incremento de un 300% más en innovación, un 44% más de
alta retención de empleados, un 37% más de incremento en las ventas y en un 31%
más se incrementa la productividad, entre otros aspectos a destacar.
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COMO HACER PARA DAR ÓRDENES BIEN DADAS
Dar órdenes bien dadas implica ser claro, específico y respetuoso. Es importante comunicar expectativas, proporcionar contexto y asegurarse de que el receptor entienda el mensaje. Usar un lenguaje positivo, mantener una actitud empática y fomentar preguntas ayuda a evitar malentendidos y a promover la colaboración para lograr los objetivos.
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Giving clear and effective instructions involves being concise, specific, and respectful. It’s crucial to communicate expectations, provide context, and ensure the recipient understands the message. Using positive language, maintaining an empathetic attitude, and encouraging questions help prevent misunderstandings and foster collaboration to achieve desired goals.
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