QUE ES LA RESILIENCIA CORPORATIVA

La resiliencia se define como la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas, tales como la muerte de algún ser querido o un accidente grave, entre otras eventualidades. Esta cualidad suele compararse en la física con la particularidad que tienen algunos metales, después de deformarse por el calor, de recuperar su forma original en un tiempo muy corto.

Pero, ¿qué pasa si esta capacidad la utilizáramos para formar colaboradores más efectivos en nuestra empresa? Andrés Castillo explica cómo en las organizaciones y en la vida personal se presentan situaciones inesperadas, para las que no estamos preparados, razón por la cual es necesario impulsar la resiliencia.

A pesar de que este tema se viene gestionando desde hace algún tiempo en las empresas, la mayoría aún no son conscientes de su importancia y de los beneficios que ofrece. Diana María Osorio, especialista en Atracción del Talento Humano y Desarrollo Organizacional, clasifica la resiliencia corporativa dentro de la maestría y el liderazgo personal, así como en la construcción de modelos de pensamiento en las compañías. “El coaching es una de las herramientas que ayuda a impulsar esta capacidad en los colaboradores”.

Cuando se cultiva la resiliencia en una compañía, dice Diana, se debe ofrecer un entrenamiento cuyo propósito sea cambiar el modelo mental, “si te enfocas en el punto negro de una pared blanca, la resiliencia no será posible porque siempre vas a estar concentrado en lo que no te gusta, menos en la solución. Cuando nosotros entrenamos a las personas en resiliencia, buscamos que el colaborador tenga una perspectiva distinta, que vea posibilidades y siempre una oportunidad”.

La mejor forma de iniciar un proceso de entrenamiento para tener colaboradores más resilientes, según Andrés, es mostrarles “cuáles son sus potencialidades y limitaciones, porque si ellos son conscientes de eso, entonces podrán detectar situaciones que se salen del ‘marco normal’, por así decirlo”.

Además de esto, que las personas tengan claro su propósito en la vida y lo que los apasiona en la empresa, posibilita la superación de obstáculos y el manejo de situaciones difíciles dentro de las organizaciones y dentro de su vida personal. Cuando se sabe lo que se quiere lograr, todo se vuelve más sencillo y las dificultades que se puedan presentar en el camino, se convierten en piedras fáciles de ‘despejar’.

 ACTIVIDADES PROPUESTAS POR LA IA PARA FOMENTAR LA RESILIENCIA CORPORATIVA

La resiliencia corporativa es la capacidad de una empresa para adaptarse, recuperarse y crecer ante situaciones adversas, como crisis económicas, cambios en el mercado o desafíos internos. Fomentar la resiliencia en una organización requiere actividades que fortalezcan la mentalidad, las habilidades y la cohesión del equipo. Aquí tienes un listado de actividades para promoverla:

1. Talleres de gestión del estrés y resiliencia:

Ofrecer capacitaciones sobre técnicas para manejar el estrés, adaptarse al cambio y mantener la calma en situaciones desafiantes.

2. Simulacros de crisis:

Realizar ejercicios prácticos que simulen escenarios de crisis (económicas, operativas o tecnológicas) para que los equipos aprendan a responder de manera efectiva.

3. Programas de mentoring y coaching:

Asignar mentores o coaches que guíen a los empleados en el desarrollo de habilidades de resiliencia y adaptabilidad.

4. Actividades de team building:

Organizar dinámicas grupales que fortalezcan la confianza, la comunicación y la colaboración entre los equipos.

5. Fomento de la mentalidad de crecimiento (growth mindset):

Impartir charlas o talleres que promuevan la idea de que los desafíos son oportunidades para aprender y crecer.

6. Creación de un plan de continuidad del negocio:

Involucrar a los empleados en la elaboración de un plan que garantice la operación de la empresa ante situaciones imprevistas.

7. Espacios para compartir experiencias:

Organizar reuniones donde los empleados puedan compartir historias de superación y cómo han enfrentado desafíos personales o profesionales.

8. Promoción de la autogestión emocional:

Ofrecer talleres sobre inteligencia emocional, mindfulness y técnicas de relajación para mejorar la capacidad de afrontar adversidades.

9. Juegos de roles (role-playing):

Realizar ejercicios donde los empleados asuman roles en situaciones críticas para practicar la toma de decisiones bajo presión.

10. Desarrollo de habilidades de resolución de problemas:

Implementar actividades que fomenten el pensamiento crítico y la creatividad para resolver problemas complejos.

11. Reconocimiento de los fracasos como oportunidades de aprendizaje:

Crear una cultura donde los errores se vean como parte del proceso de crecimiento y no como fracasos definitivos.

12. Actividades físicas y deportivas:

Promover la práctica de deportes o actividades físicas que fomenten la perseverancia, el trabajo en equipo y la superación personal.

13. Programas de reconocimiento y recompensas:

Reconocer a los empleados que demuestren resiliencia y capacidad de adaptación en situaciones difíciles.

14. Creación de un comité de resiliencia:

Formar un grupo dedicado a identificar riesgos, proponer soluciones y fomentar una cultura de preparación ante adversidades.

15. Capacitación en comunicación efectiva:

Enseñar técnicas de comunicación clara y asertiva para manejar conflictos y mantener la cohesión del equipo durante crisis.

16. Actividades de voluntariado:

Involucrar a los empleados en proyectos sociales que les permitan enfrentar desafíos fuera de su zona de confort y desarrollar empatía.

17. Implementación de herramientas tecnológicas de apoyo:

Utilizar software o plataformas que ayuden a gestionar el estrés, organizar tareas y mantener la productividad en momentos difíciles.

18. Promoción de la autonomía y empoderamiento:

Fomentar que los empleados tomen decisiones y asuman responsabilidades, lo que fortalece su confianza y capacidad de adaptación.

19. Actividades de reflexión y retroalimentación:

Realizar sesiones periódicas donde los equipos analicen lo aprendido en situaciones desafiantes y cómo pueden mejorar.

20. Creación de un banco de recursos para la resiliencia:

Compilar materiales como libros, podcasts, videos y cursos que los empleados puedan consultar para fortalecer su resiliencia.

21. Dinámicas de resolución de conflictos:

Organizar actividades que enseñen a los empleados a manejar desacuerdos y encontrar soluciones colaborativas.

22. Promoción de la diversidad e inclusión:

Fomentar un entorno donde se valoren diferentes perspectivas, lo que enriquece la capacidad de la empresa para adaptarse a cambios.

23. Actividades de innovación y creatividad:

Realizar hackathons o sesiones de brainstorming para resolver problemas de manera innovadora y fomentar la adaptabilidad.

24. Establecimiento de metas a corto y largo plazo:

Ayudar a los empleados a definir objetivos alcanzables que les permitan mantenerse enfocados y motivados durante tiempos difíciles.

25. Celebración de logros y avances:

Reconocer y celebrar los pequeños éxitos que contribuyen a la superación de desafíos, reforzando la mentalidad positiva.

Estas actividades no solo fortalecen la resiliencia individual de los empleados, sino que también construyen una cultura organizacional capaz de enfrentar y superar adversidades, asegurando la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de la empresa.

REFLEXIONES DE UN SACERDOTE

La resiliencia corporativa es como la parábola de la casa construida sobre roca: cuando vienen las tormentas, permanece firme. En la empresa, debemos construir sobre valores sólidos: fe, esperanza y caridad. La resiliencia nos enseña a enfrentar las crisis con fortaleza, a aprender de los errores y a levantarnos con humildad. Como Jesús en el desierto, resistamos las tentaciones del desánimo y confiemos en que, con esfuerzo y unidad, superaremos las pruebas. Que el Espíritu Santo nos guíe para ser luz en la oscuridad y sal de la tierra en nuestros trabajos. Amén.