EL ADUCANUMAB ES LA POLÉMICA NUEVA DROGA CONTRA EL ALZHEIMER

 

El fármaco, que investiga la empresa Biogen, desató una gran discusión en la comunidad científica. El CEO del laboratorio argumentó por qué hay que seguir adelante con su desarrollo.
 
En el laboratorio, aducanumab parecía una gran promesa en la lucha contra el Alzheimer: una droga capaz de eliminar la acumulación de placas beta-amiloideas que parecen causar la enfermedad. Biogen, la empresa farmacológica que la desarrolla en asociación con la japonesa Eisai, comenzó un estudio doble en humanos. Con casi 50 millones de pacientes en el mundo, y una proyección de 131 millones en 2050, la cura podría ser uno de los mayores negocios del siglo XXI.
 
Pero en marzo de 2019 Biogen canceló los ensayos clínicos: el desempeño de la droga en las personas no llegaba a los niveles de laboratorio. Aducanumab pasó al panteón de ideas sin efecto.
 
Hasta que en octubre resucitó. Biogen anunció que tenía nuevos resultados. Y que hay buenas probabilidades de tratar el Alzheimer con aducanumab. Tan buenas que ha solicitado, sin más demora, la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para comercializarla en los Estados Unidos, según anunció en el Congreso de Ensayos Clínicos sobre Alzheimer, que se desarrolló días atrás en San Diego.
 
Cuando Samantha Budd Haeberlein, la titular de desarrollo de investigaciones de la empresa, se presentó ante los científicos del mundo, ya se habían acumulado las expectativas entre no sólo entre los profesionales de la medicina: también entre los empresarios de la salud.
 
“Budd Haeberlein trató de aclarar qué había animado a la compañía como para solicitar la aprobación de la FDA”, relató Science. “Luego de analizar más datos de pacientes que los que había disponibles en el momento de la primera evaluación desalentadora, explicó, Biogen encontró pruebas de que la dosis más alta de las dos que se habían probado habían llevado a un 22% menos de deterioro cognitivo luego de 78 semanas, en comparación con el placebo”. En algunos casos individuales, la reducción había sido del 30 por ciento.
 
“Tenemos un conjunto de datos más grande y trabajamos con la dosis más alta”, sintetizó ante Fortune el CEO de la farmacéutica, Michel Vounatsos. “Los pacientes de Alzheimer que recibieron tratamiento con la droga de Biogen mostraron una mejora significativa”. El giro de 180 grados, dijo, se debió a la esperanza. “Aducanumab remueve las placas beta-amiloides que se acumulan en el cerebro, durante décadas, en aproximadamente 80 meses, y eso se correlaciona con una detención de los síntomas de decadencia cognitiva”.
 
Muchos de los científicos que asistieron a la presentación de San Diego se mostraron escépticos: si la FDA permitiera la comercialización del aducanumab —y la decisión se dará a conocer En el 2020— podría sentar un precedente negativo sobre los criterios con los que se investiga. Pero, al mismo tiempo, si se comprobara su eficacia, sería el primer tratamiento útil para una enfermedad demoledora para las personas que la sufren y sus familias.
 
Fortune señaló a Vounatsos que las acciones de Biogen han comenzado a subir. “Tenemos que ser modestos, humildes, y seguir el proceso regulatorio", dijo. “Tenemos que esperar antes de celebrar".
 
En marzo, el anuncio de la cancelación de las pruebas había tenido otra consecuencia: algunos científicos lo señalaron como la evidencia de que la hipótesis de las placas amiloideas no explicaba el origen del Alzheimer. Los nuevos datos refutarían a los refutadores y señalarían que es posible que la ciencia haya dado con la causa de la enfermedad.
 
Sería, en ese caso, la acumulación de una proteína que forma placas pegajosas alrededor de las neuronas, un exceso que termina por destruirlas. Una droga anti-amiloide, que limpiara la acumulación de placas, podría ser la solución. Y eso es lo que podría hacer el aducanumab, al menos en las primeras etapas de la enfermedad.
 
¿Qué dice la Inteligencia artificial al respecto?
Aducanumab es un medicamento desarrollado para tratar el Alzheimer en sus etapas tempranas. Es un anticuerpo monoclonal que actúa eliminando las placas de beta-amiloide en el cerebro, que son una característica distintiva de la enfermedad de Alzheimer. Estas placas se consideran un factor importante en la progresión de la enfermedad, aunque no se comprende completamente su relación con los síntomas.

¿Qué tan buena es?

El uso de Aducanumab ha sido controvertido debido a la evidencia mixta sobre su efectividad:

1.    Beneficios potenciales:

    • En algunos estudios, se observó que reducía las placas de beta-amiloide en el cerebro.
    • Puede ralentizar el deterioro cognitivo en ciertos pacientes con Alzheimer leve o deterioro cognitivo leve asociado a la enfermedad.

2.    Limitaciones y críticas:

    • Los ensayos clínicos han mostrado resultados inconsistentes. Algunos no demostraron un beneficio claro en la función cognitiva.
    • Los efectos secundarios pueden incluir inflamación cerebral y microhemorragias, lo que requiere un monitoreo cuidadoso.
    • Su aprobación por la FDA en 2021 fue polémica, ya que muchos expertos cuestionaron si los beneficios justificaban los riesgos y costos.

3.    Costo y accesibilidad:

    • Es un medicamento costoso, lo que puede limitar su accesibilidad.
    • En algunos países, no está aprobado debido a la falta de evidencia concluyente sobre su eficacia.

En resumen, Aducanumab representa un avance potencial en el tratamiento del Alzheimer, pero su efectividad real y su papel en la práctica clínica siguen siendo objeto de debate. Si estás considerando este tratamiento, consulta con un neurólogo para evaluar los riesgos y beneficios en tu caso específico.

Precio: Aducanumab, comercializado como Aduhelm, es un medicamento aprobado en Estados Unidos para el tratamiento del Alzheimer en etapas tempranas. Inicialmente, Biogen estableció su precio anual en $56,000 dólares. Sin embargo, debido a críticas y debates sobre su costo y eficacia, la compañía redujo el precio a $28,000 dólares anuales.

 

REFLEXIONES DE UN SACERDOTE CATOLICO

La discusión sobre el aducanumab, una nueva droga contra el Alzheimer, nos invita a reflexionar desde una perspectiva ética y moral sobre la responsabilidad de la ciencia y la industria farmacéutica en el servicio al bien común. Como sacerdote católico, veo en esta situación una oportunidad para aplicar los principios de justicia, caridad y prudencia.

El Alzheimer afecta no solo a quienes lo padecen, sino también a sus familias y cuidadores, quienes enfrentan una carga emocional, económica y espiritual. Por ello, es moralmente encomiable buscar soluciones que alivien el sufrimiento humano. Sin embargo, esta búsqueda debe estar fundamentada en la verdad científica, la transparencia y la equidad. No se debe generar falsas esperanzas ni priorizar intereses económicos por encima de la dignidad de las personas.

Es crucial que los ensayos clínicos y la aprobación de medicamentos como el aducanumab sean guiados por un rigor ético que garantice su eficacia y seguridad. Además, el acceso a estos tratamientos debe ser justo, evitando que los costos excluyan a los más vulnerables. La Doctrina Social de la Iglesia nos enseña que los bienes de la tierra deben estar al servicio de todos, no solo de quienes pueden pagarlos (CIC 2402). ¿Cómo garantizar que este tratamiento, si es efectivo, sea accesible para quienes más lo necesitan?

La ciencia, como don de Dios, debe estar al servicio de la vida. Que las decisiones sobre el aducanumab reflejen un compromiso genuino con el amor al prójimo y la construcción de un mundo más solidario y justo.

Oremos para que la sabiduría divina guíe a los científicos y líderes en la búsqueda de soluciones que promuevan la salud y el bienestar de todos. Amén.


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