La felicidad se ha convertido en el camino de una buena calidad de vida, esto también se han dado cuenta los estudiantes de Psicología de la Universidad de Harvard, motivo que los ha llevado a realizar una investigación.
La alegría se puede aprender, de igual manera que un deporte con técnica y práctica.
Estos son algunos consejos importantes para sentirse feliz en el trabajo:
1. Perdone sus fracasos. Al igual que es inútil quejarse del efecto de la gravedad sobre la Tierra, es imposible tratar de vivir sin emociones negativas, ya que forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría.
2. Agradecer. Cosas grandes y pequeñas. “Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista”.
3. Haga deporte. Para que funcione no es necesario machacarse en el gimnasio o correr 10 kilómetros diarios. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro secrete endorfinas, esas sustancias que nos hacen sentir drogados de felicidad.
4. Simplifique. Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello. Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez. Mejor apagar el teléfono y desconectar del trabajo esas dos o tres horas que se pasa con la familia.
5. Meditación. Este sencillo hábito combate el estrés. A largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los baches de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia.
6. Resiliencia. La felicidad depende de nuestro estado mental, no de la cuenta corriente. Concretamente, nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso.
8. Sentir que se está sirviendo a los demás y que eres necesario: Percibir que el trabajo tiene un propósito y que contribuye positivamente a la vida de otras personas aumenta la satisfacción y el compromiso con las tareas realizadas.
REFLEXIONES DE UN SACERDOTE CATÓLICO
El
estudio de la Universidad de Harvard sobre la felicidad en el trabajo nos
ofrece valiosas lecciones que resuenan profundamente con la enseñanza de la
Iglesia. La felicidad en el trabajo no se encuentra en el salario o el éxito
material, sino en relaciones auténticas, un sentido de propósito y el
equilibrio entre la vida laboral y personal.
Jesús
nos enseñó que "donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón"
(Mateos 6,21). Si nuestro tesoro es el servicio
a los demás y la búsqueda del bien común, encontraremos alegría en nuestro
trabajo. Las
buenas relaciones con nuestros compañeros reflejan el mandamiento del amor al
prójimo, mientras
que el sentido de propósito nos recuerda que somos colaboradores de Dios en la
creación.
El
equilibrio entre trabajo y descanso es también un llamado a vivir el descanso
sabático, como Dios nos enseñó, para renovar nuestro espíritu y dedicar tiempo
a la familia y a la oración.
Finalmente, la
autonomía y el reconocimiento nos invitan a valorar la dignidad de cada persona
y su contribución única al mundo.
Además,
la gratitud y el reconocimiento por el trabajo realizado pueden aumentar
significativamente la satisfacción laboral.
Que el Señor nos guíe para encontrar en nuestro trabajo no solo un medio de sustento, sino una oportunidad de crecer en amor, servicio y santidad. Amén.
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