- Planéala (asegúrate que se la estés asignando a la persona indicada)
- Prepara el cómo, por qué y cuándo (esto te garantizará dar información breve, precisa y clara).
- Verifica (pregunta si quedó claro, si es necesario, repite la orden de manera paciente).
- Espera un tiempo prudente (evita perseguir al empleado)
- Evalúa (revisa el proceso para determinar si realmente se ejecutó)
A continuación, te ofrezco una guía paso a paso para dar órdenes de manera efectiva:
1. Sé claro y directo
Evita ambigüedades: Usa un lenguaje sencillo y concreto. Por ejemplo, en lugar de decir "Podrías hacer algo sobre eso?", es mejor decir "Por favor, limpia la mesa".
Especifica lo que necesitas: Indica exactamente qué se espera. Por ejemplo, "Limpia la mesa" es más claro que "Arregla el desorden".
2. Usa un tono respetuoso
Incluye palabras amables: Palabras como "por favor", "gracias" y "te agradecería" muestran respeto y generan un ambiente positivo.
Evita el tono autoritario: En lugar de decir "¡Hazlo ahora!", es mejor decir "Por favor, podrías hacerlo ahora".
3. Explica el propósito (si es necesario)
Justifica la orden: Si es relevante, explica por qué se necesita hacer algo. Por ejemplo, "Por favor, apaga las luces porque queremos ahorrar energía".
Fomenta la cooperación: Al explicar el propósito, las personas suelen sentirse más motivadas a colaborar.
4. Establece un tiempo límite
Indica cuándo se espera que se complete la tarea: Por ejemplo, "Por favor, termínalo antes de las 5:00".
Evita presiones excesivas: Si el tiempo es ajustado, comunícalo de manera amable.
5. Escucha y valora la opinión
Invita a la retroalimentación: Si es posible, pregunta: "¿Te parece bien?", o "¿Hay algún problema con esto?".
Resuelve dudas: Si la otra persona tiene preguntas, tómate el tiempo para aclararlas.
6. Sé coherente y consistente
Mantén un lenguaje uniforme: Evita cambiar las reglas o las expectativas sin explicación.
Sigue tus propias órdenes: Si esperas que otros cumplan, asegúrate de cumplir tú también.
7. Agradece y reconoce el esfuerzo
Dale crédito por el trabajo realizado: Por ejemplo, "Gracias por limpiar la mesa, se ve mucho mejor".
Fomenta un ambiente de respeto mutuo: Reconocer el esfuerzo de los demás fortalece las relaciones.
8. Evita órdenes negativas
En lugar de prohibir, sugiere: En lugar de decir "No corras", es mejor decir "Por favor, camina con cuidado".
Reduce el enfoque en lo que no se debe hacer: Las órdenes positivas son más efectivas y menos conflictivas.
9. Sé paciente y comprensivo
Entiende las limitaciones: Si la otra persona no puede cumplir la orden, discute alternativas.
Evita la frustración: Si algo no sale como esperabas, mantén la calma y busca una solución.
10. Practica la empatía
Ponte en los zapatos de los demás: Piensa cómo te sentirías si recibieras esa orden.
Adapta tus órdenes a las necesidades de los demás: No todas las personas pueden cumplir las mismas expectativas, así que sé flexible.
Conclusión
Dar órdenes bien dadas no solo es una cuestión de claridad, sino también de respeto, empatía y cooperación. Al seguir estos consejos, puedes mejorar la comunicación, fomentar la colaboración y construir relaciones más sólidas en cualquier entorno. Recuerda que una orden bien dada es una invitación a trabajar juntos hacia un objetivo común.
REFLEXIONES DE UN SACERDOTE CATOLICO
Dar órdenes es más que imponer; es guiar con amor y respeto. Jesús nos enseña que el verdadero liderazgo está en el servicio: “El que quiera ser el primero, sea el servidor de todos” (Mc 10:44). Para dar órdenes bien dadas, debemos ser claros, justos y considerar la dignidad de quienes nos escuchan. Una orden basada en el ejemplo y en la empatía inspira obediencia genuina, no por temor, sino por confianza. Recordemos que el poder mal usado divide, pero el liderazgo cristiano, fundado en el amor, edifica y refleja la voluntad de Dios en nuestras acciones.
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