HACKERS RUSOS ATACAN COMPAÑÍAS ENERGÉTICAS DE USA

Grupos de piratas informáticos a sueldo del Gobierno ruso han atacado en las últimas semanas los ordenadores de compañías energéticas de Estados Unidos, según han informado funcionarios estadounidenses al diario 'The Washington Post'.

De hecho, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha identificado "actividades informáticas específicas" de los servicios de seguridad de Rusia, el FSB, contra estas firmas y particularmente contra sus archivos de personal.

Si bien se tenía constancia previa de estas intrusiones, esta es la primera vez que los funcionarios estadounidenses apuntan directamente como responsable al Kremlin.

El pasado viernes, el FBI y el Departamento de Seguridad Interior reconocieron la existencia de estos ataques, aunque hicieron hincapié en que "nunca existió una amenaza contra la seguridad pública porque su impacto quedó limitado a las redes comerciales y administrativas de estas compañías", como Wolf Creek, operadora de la planta del mismo nombre en Kansas.


El número de compañías afectadas es de menos de una docena, según las autoridades estadounidenses, por lo que las fuentes del Post temen que estas incursiones -- iniciadas en torno al mes de mayo -- no hayan sido más que "asaltos de reconocimiento", para establecer su presencia en las redes energéticas y conservar su acceso.

9 DE CADA 10 PAGOS EN EL PAÍS SE HACEN EN EFECTIVO

La mayoría de los colombianos prefieren sacar su plata de los cajeros automáticos para luego hacer consignaciones bancarias, transferencias y pagos de toda clase.

Mientras que un sueco realiza al menos un pago electrónico cada día, es decir, una transacción sin dinero físico de por medio, en Colombia una persona hace este mismo ejercicio, pero solo una vez por mes.

La verdad, aunque dolorosa, es que en esta materia solo estamos por encima de India, en un grupo de 14 países que incluye a Canadá, Rusia, Sudáfrica, Turquía y cinco vecinos latinoamericanos más, entre otros.

A los colombianos nos cuesta trabajo desprendernos del efectivo, y más aún dar el paso definitivo hacia la banca digital, no obstante los beneficios de esta en materia de seguridad, ahorro de tiempo, costos y eficiencia.

Y no es por falta de canales o dificultades en el acceso al sistema bancario. Es más, en Colombia, ocho de cada 10 personas tienen al menos un producto financiero, no en vano hay 26 millones de tarjetas débito, 15 millones más de crédito, que se pueden usar como medio de pago; 365.000 datáfonos, cerca de 100.000 corresponsables bancarios y cientos de aplicaciones para hacer transacciones electrónicas gratis.

Pese a esto, la inmensa mayoría de los colombianos prefieren sacar su plata de los cajeros automáticos para luego hacer consignaciones bancarias, transferencias y pagos de toda clase.

Es más, el cajero automático es considerado la principal fuente de abastecimiento de dinero para las personas, por encima de su salario. En promedio, tres veces por mes acuden a estos y retiran cerca de 600.000 pesos cada vez.

No son simples afirmaciones. El 97 por ciento de las compras cotidianas de los colombianos se efectúan en “dinero contante y sonante”, revela un reciente análisis del Banco de la República, y las razones de este comportamiento pasan por la poca aceptación que hay en el comercio de los medios de pago debido a los costos e impuestos asociados a estos, así como por la falta de confianza de los usuarios frente a los recursos tecnológicos y a que “encuentran en el efectivo un instrumento ampliamente aceptado, fácil y rápido de usar, además de conveniente para controlar los gastos”.

Sin ir muy lejos, los almacenes por departamento, supermercados y tiendas de ropa y calzado son los comercios donde los colombianos usan menos efectivo. Sin embargo, el nivel de pago con este medio supera con creces el de las tarjetas (débito y crédito), pues alcanza el 73,3, el 89,7 y el 88,5 por ciento, respectivamente, lo cual es muy revelador.

En esas decisiones de pago intervienen múltiples factores. En su análisis ‘¿Cómo pagan los colombianos y por qué?’, los investigadores del Banco de la República advierten que para los usuarios es fundamental el balance costo-beneficio a la hora de utilizar los canales electrónicos, sin dejar de lado el acceso a los productos y servicios financieros, un aspecto que juega un papel fundamental en la toma de decisión al momento de efectuar un pago.

María Cristina González Saravia, docente de la facultad de Sicología de la Universidad de La Sabana, sostiene que más que un apego en sí al dinero, lo que se debe ver es que una persona actúa o gestiona por prioridades, es decir, por aquello que es más importante y necesario para ella bajo un contexto económico determinado, y es esa la dimensión en la cual se debe analizar lo que está pasando con el modo como los colombianos utilizamos el dinero en efectivo.

“Cuando se trata del contexto colombiano pesa la percepción de riesgo de pérdida de recursos, el costo de vida y hasta la situación laboral del individuo. Las personas optan por el mecanismo que tenga el menor costo posible, y el efectivo lleva la delantera frente a otros medios de pago en ese sentido”, dice la experta.

Acceso a productos
Eso es en parte lo que explica por qué solo el 3 por ciento de los gastos de los colombianos van con cargo al llamado dinero plástico o tarjetas.

Sin duda, el asunto de los costos asociados pesa, incluso en la decisión de acceder a un producto o servicio que les haga más fácil y seguros sus pagos.

Para el grupo de investigadores del Emisor, el acceso a los productos financieros está relacionado con factores socioeconómicos como el ingreso, la educación y la formalidad del trabajo del lado de los consumidores urbanos.

Pero agregan que sus percepciones sobre los altos costos y limitada conveniencia de estos, la desconfianza en el sistema financiero, así como factores distorsionales como el 4 por 1.000 están asociados con que aún cerca de una tercera parte de los consumidores urbanos no tengan cuentas de depósito y accedan al efectivo como pago directo de su salario.

“Entre aquellos que tienen acceso a estos servicios, pocos los usan debido a que encuentran en el efectivo un instrumento bastante aceptado, fácil y rápido de usar, y conveniente para controlar sus gastos”, señalan los expertos.

La investigación señala que a medida que el medio de pago es más sofisticado, su acceso y uso por las personas es más restringido y difícil; caso particular, el de las billeteras y monederos electrónicos.

González Saravia, redondeando la explicación, insiste en que para entender bien estos comportamientos es necesario también el entorno del consumidor, su perfil y ver que hay momentos temporales que pasan y cambian cuando hay mayor estabilidad de la situación.

“El apego (al dinero) puede ser por cuestión de hábitos y tradición porque ello proporciona seguridad y la libertad de poder elegir”, dice la experta.

Pautas para una mayor aceptación de las tarjetas
Pero, en esta ecuación, el papel del comercio también es clave porque al final son estos los que deben complementar la oferta del sistema financiero, y ahí se presenta un desbalance, en la medida en que la aceptación de otros medios de pago distintos al efectivo se mantiene limitada.

Lo que hallaron los analistas del Banco de la República es que, si bien los comerciantes, sobre todo los pequeños, ven las bondades de aceptar medios de pago electrónicos, tienen reservas frente a ciertos aspectos que les pegarían a sus ingresos. Por eso, muchos prefieren mantenerse al margen de esas alternativas.

Señalan que el limitado tamaño del negocio, los bajos valores de cada transacción, el escaso margen de ganancia y holgura financiera, la baja educación de los comerciantes, la deficiente disponibilidad de información, la complejidad en el acceso a productos transaccionales, así como la percepción de elevados costos de acceso y expectativas de mayores cargas tributarias forman parte de las razones que mantienen a esos negocios pequeños muy frecuentados por la gente al margen de estos servicios.

Pero ¿cómo voltear la balanza para que en los comercios haya mayor aceptación de esos medios de pago y, por esa vía, hacer que los consumidores los utilicen?

“Nuestros hallazgos sugieren que estas fuerzas están presentes y disponibles para entrar a operar si la industria bancaria y de tarjetas de pago adoptan una visión de adopción, uso y aceptación acelerada, generando incentivos adecuados a consumidores y comerciantes en términos de seguridad, conveniencia y costos moderados”, advierten los investigadores del Emisor.

Además, consideran necesario implementar estrategias encaminadas a que los comercios consideren las ventajas (de los medios de pago electrónicos) en términos de competitividad, eficiencia y posible aumento en sus ventas.


Lo anterior, señalan, vendrá acompañado de la posibilidad de tener buena información y asesoría sobre los productos financieros transaccionales de las entidades, además de que se contemple la posibilidad de acceder a otros productos y servicios que pueden generar importantes retornos en términos de afiliación y profundización en el uso de instrumentos de pago, más allá de las tarjetas

NO PODEMOS LLAMAR LÍDERES A QUIENES NO LO MERECEN

Estamos rodeados de un liderazgo ineficaz. En muchas empresas se piensa que nos enfrentamos a una crisis de liderazgo.

Creo que parte del problema de liderazgo es sencillamente lingüística.

Esa “obligada obediencia” – ya sea forzada por ejecutar las evaluaciones de desempeño, la presión por alcanzar metas, la amenaza del rendimiento, u otros medios –, no califica como liderazgo y los ejecutivos en este aspecto tienen una baja calificación. Su trabajo, después de todo, es la dirección.

Y, aunque los empleados pueden elegir libremente ser parte o no de una empresa, hay pocas opciones al elegir a quién seguir, pues jefe solo hay uno.

Las empresas se encuentran en la era de la eficiencia, por ende, ahora prima el buen liderazgo, la proyección y la toma de decisiones críticas sobre la “productividad”, por eso los gerentes ahora son más vulnerables y reemplazables, pues es mejor ser líder que gerente.

Todos los asuntos relacionados con el desarrollo del liderazgo dentro de las organizaciones han venido creciendo con los años y su popularidad es cada vez mayor, tanto así, que la alta dirección ahora se reconoce y autodenomina “equipo de liderazgo”. Los gurús y grandes oradores del liderazgo son ampliamente solicitados, pues la base fundamental en nuestros días es: "Enseñar cómo conducir organizaciones y equipos para lograr los resultados de negocio”.

De esta industria creciente nacen subproductos como lo es la etiqueta de líder, que ahora puede aplicar para todo el mundo, sin comprender realmente lo que significa y la trascendencia que tiene. Por esta razón la espiral del término ha ido descendiendo y desencantando, pues ahora cualquier persona puede ser llamada “líder”, o se autodenominan así para parecer más interesantes, pero luego nos sorprendemos –conmocionados– cuando no logran liderar.

Sin embargo, es sencillo comenzar a revertir esta triste realidad a través de un lenguaje preciso: dejemos de llamar a la gente “líder” hasta que demuestren que realmente merecen la denominación.

Para ayudar al lenguaje que usamos, haré una serie de distinciones sobre el término: 

El liderazgo se basa en el comportamiento y es independiente del rol o rango.
Solo porque alguien tiene una oficina despampanante o un título rimbombante a la entrada, significa automáticamente que tiene la capacidad de liderar. Ciertos cargos pueden venir con la expectativa de que quienquiera que los ostente implícitamente será capaz de dirigir, pero es un error grande, pues he conocido y trabajado con CEOs que cayeron rápidamente por su incapacidad de liderar y muchos líderes que fueron opacados en las profundidades del organigrama.

"Líder" es una investidura ganada, no tomada.
El Dr. Leonard Marcus, co-director y fundador del “National Preparedness Leadership Initiative” NPLI, defiende lo que él llama la definición más corta del mundo sobre el liderazgo: “La gente te sigue”. No importa cómo una persona se autonombre, ésta no está dirigiendo si nadie le sigue, el liderazgo es tanto de a quién seguir y quienes te siguen.

El liderazgo es más sobre el por qué que el qué.
Las personas que llevan a cumplir los números trimestrales y objetivos de producción son quizás grandes gerentes y merecen ser recompensados, pues es un reto hacer las cosas y hacerlas bien. Pero no siempre viene acompañado de empleados satisfechos, pues cuando no se profundiza en descubrir quiénes están detrás de esos números, los buenos resultados serán temporales.

Cuando los empleados están implicados con el propósito y la misión de la organización descubriremos quienes están liderando realmente. Por ello, la dirección y el liderazgo deben ser habilidades complementarias; los líderes fuertes saben, al menos un poco, sobre cómo dirigir y los gerentes fuertes saben algo acerca de cómo liderar.

Parece simple el juego de términos, pero traducirlos en el día a día es más difícil de lo que parece, un líder tiene su atractivo para los demás y tiene claro su referente aspiracional, eso le permite trabajar en contextos privados, públicos y de sectores sin fines de lucro. Estas características son las que lo vuelven “tan seductor”, pero una vez que el líder logra seducir y convencer, tiene la “facultad” de romper el corazón de sus seguidores si no se conduce adecuadamente.

No importa lo difícil que suene detener esta ola. Debemos dejar de llamar a todo el mundo líder, podemos llamarlos, ejecutivos, funcionarios de alto rango o altos directivos, hasta que se ganen realmente el apelativo. Esos apodos salvarán sus egos y darán reconocimiento de sus roles, pero reservemos la designación significativa de líder para aquellos que decidimos seguir de verdad. Quizás, incluso sobre aquellos que aspiran a ser líderes, para que trabajen duro para ganar el título.

COLOMBIA INCREMENTO EN 46% EL NUMERO DE VIAJEROS INTERNACIONALES.

El Mincomercio también informó que el principal motivo de viaje de los visitantes del exterior fue ocio.

Así lo informó la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, al revelar que entre enero y junio de 2017 llegaron al país 2’921.818 visitantes del exterior, frente a 1’996.587 que arribaron el año pasado.

De los países que más llegaron turistas fueron Venezuela, Estados Unidos, Argentina, Brasil, México, Ecuador, Chile, Perú, Panamá, España, Francia, Alemania, Canadá y Costa Rica.

El Mincomercio también informó que el principal motivo de viaje de los visitantes del exterior fue ocio (77.4%), negocios y actividades profesionales (14%) y otros motivos (6.3%).

En el primer semestre de 2014, la llegada de turistas internacionales creció 50.1%, pasando de 1’946.353 a los 2’921.818 en tres años.

Para la entidad esta tendencia es positiva puesto que de continuar así se podría cumplir la meta establecida de 6 millones de visitantes extranjeros para el 2018.

“Cada día nos acercamos a la meta del Gobierno de tener 6 millones de viajeros internacionales en 2018. El posconflicto aumenta el interés de los turistas por venir a Colombia y la industria debe estar preparada para recibir a las persona que por vacaciones o negocios están arribando al país”, afirmó la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture.

En el 2016 el país recibió por turismo divisas por US$5.688 millones, un 86% más que la cifra de 2010 que fue de US$3.440 millones.

El dato se conoció al tiempo que el Dane reveló un crecimiento del 3,7% en la ocupación hotelera del país en mayo pasado y que llegó a 55,6%. En mayo de 2016 fue 51,9%.


Así mismo, estos resultados impactaron también de manera positiva la generación de empleo en el sector en dicho período, que reportó un aumento de 2,4%, lo que muestra a un sector fuerte debido a que durante los primeros cinco meses de 2017 (enero a mayo) la ocupación hotelera fue de 54,1%. En 2016 fue 53,7%.

EL BITCOIN ES UNA INVERSIÓN O UNA AMENAZA

Las monedas virtuales tienen al borde de un ataque de nervios a las autoridades y a los inversionistas. ¿Qué son y hasta dónde puede llegar la moda?

El mundo de la tecnología, los mercados financieros y el comercio tienen hoy un nuevo foco de atención: las monedas virtuales y, en especial, una de las más sonadas, el bitcoin. El tema es realmente una preocupación planetaria; mientras unos lo ven como una gran innovación y revolución económica, otros lo consideran una amenaza.

China, Japón, Rusia, Estados Unidos y toda Europa están hablando del tema. A comienzos de 2017, el Banco Central chino anunció investigaciones para quienes transan con bitcoin, advirtiendo que no se trata de una moneda de curso legal. En Estados Unidos las autoridades del mercado de valores tuvieron que resolver si aceptaban la inscripción de Exchange Trade Funds (ETF) en moneda virtual para ser negociados en el mercado de ese país; la respuesta fue negativa, aunque la decisión sigue generando debate legal.

Hace tres meses las autoridades japonesas admitieron esa moneda virtual como método de pago y Rusia sigue evaluando una regulación para este activo.

El bitcoin ha sido objeto de un creciente escrutinio en algunos países, porque ha sido utilizado para blanquear ganancias adquiridas en forma ilegal. En el primer trimestre de este año, el Grupo de Acción Financiera Contra el Blanqueo de Capitales del G-8 advirtió que los bitcoins hacen parte de los métodos que utilizan las organizaciones terroristas y otras al margen de la ley en sus esquemas de financiación.

En el caso colombiano, las monedas virtuales también han generado polémica y, en algunos casos, malas noticias. Según Jhonatan Higuera, coordinador de la Unidad de Análisis del Mercado Financiero de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, el primer acercamiento de las personas con los temas de las monedas virtuales en el país ha sido, en una buena parte, por los escándalos de esquemas piramidales o fraudulentos.

“Pero el bitcoin no es en sí una pirámide o un fraude. Se trata de una aplicación y una tecnología que facilita las transacciones entre personas, gracias a un protocolo conocido como blockchain. El objetivo es hacer transacciones sin intermediarios”.

Así las cosas, es necesario aportar algo de claridad a uno de los debates con mayor carga de profundidad para el futuro de los mercados financieros, la banca central, el comercio en general y las inversiones. Para empezar, es necesario distinguir entre dos cosas: una, el bitcoin como innovación para la transferencia de valor y, otra, las formas fraudulentas de utilizarlo.

Vamos con el primer aspecto: la innovación que generan las monedas virtuales. En 2009, cuando Satoshi Nakamoto lanzó al mundo el bitcoin y el protocolo informático que lo respalda, estaba buscando respuestas a un asunto específico. La crisis financiera, que originó un profundo resquebrajamiento en la confianza del sistema financiero mundial, había generado preguntas sobre cómo impedir que las economías siguieran siendo tan vulnerables por cuenta de las malas prácticas de la banca.

Nakamoto tenía en mente una pregunta que quería resolver por la vía de la informática y la computación: ¿cómo transferir valor entre dos agentes sin la necesidad de un intermediario? La respuesta a esta pregunta implica una carga de profundidad para el sistema financiero y el régimen de dinero fiduciario que supone, por sobre todas las cosas, la necesidad de alguien que sirva de garante sobre los contenidos de cualquier transacción: es decir, un Banco Central y un intermediario financiero.

Según el propio Nakamoto, tal como lo escribió en el documento donde explica el diseño de su modelo informático, el principal obstáculo que había que resolver, desde el punto de vista técnico, era el double-spending: se refería al error en un esquema de pago digital que llevaba a que un único paquete de datos fuera duplicado, básicamente por alguna negligencia en la programación o por la intervención de otro que de mala fe lo falsificara.

Este riesgo significa que un mismo grupo de datos puede ser utilizado en dos transacciones distintas, dando al traste con la confianza en el sistema. De ese tipo de errores, por ejemplo, no se salva ni el dinero físico, pues como se sabe, los billetes se pueden falsificar, generando un riesgo de fraude en las operaciones.

Si no se resolvía el double spending cualquier sistema de pagos virtual sería inviable y siempre se necesitaría de un intermediario para garantizar la calidad en las operaciones.

Nakamoto diseñó este sistema bajo los principios del blockchain, el cual hace posible la transferencia de datos de manera segura y sin el riesgo de duplicidad. El principio es básico: para impedir que haya duplicidad, es necesario que cada nuevo movimiento incorpore el tracking general de operaciones; esto significa que al sistema se incorpora la totalidad de la información de las anteriores operaciones, más las que se derivan de nuevas transacciones. Además, el protocolo debe valerse de una tecnología P2P; es decir, una manera de computar que no necesita ni de servidores centrales ni de clientes, sino que se hace de manera directa entre los usuarios.

De esta forma se había alcanzado la respuesta técnica: descentralizar la transferencia de información, con altos niveles de seguridad.

¿Y del valor qué?
Pero eso no era suficiente, pues quedaba por resolver el principal problema: el histórico y cultural; esto es, cómo un activo específico termina siendo usado para transferir valor. Esa tal vez sea la mayor sorpresa de todo este fenómeno del bitcoin.

El bitcoin es el resultado de aumentar la capacidad de cómputo de la red de blockchain. Cada vez que alguien logra incorporar un nuevo bloque a la red, porque ha logrado dar con un algoritmo que lo permita, se hace acreedor a un nuevo paquete de bitcoin, que es la forma de representar la utilidad del sistema. El supuesto es que, entre más complejo sea el blockchain, más difícil será hackearlo. Así, los programadores que empezaron a hacer más complejo el algoritmo con el que opera el sistema, aumentaban la capacidad de cómputo de la red, incorporando nuevos bloques y, en consecuencia, debían ser remunerados. El bitcoin era la forma de reconocerles su esfuerzo.


Por esta razón, se hace una similitud entre la construcción de la cadena de blockchain y la minería de oro, pues la cantidad disponible de producto siempre dependerá de la capacidad de alguien de encontrar nuevos yacimientos del material.

Pero hasta ahí seguía vigente la pregunta sobre la forma en que los seres humanos definen que algo tiene valor de intercambio, que es el interrogante que muchos economistas se habían hecho.

El asunto tiene un profundo valor histórico y económico, porque supone encontrar la respuesta a preguntas como en qué momento el oro, que es un metal más que provee la naturaleza, se convierte en medio de pago para todas las transacciones de una economía y, en qué momento y por cuenta de qué procedimiento, los seres humanos pasaron al dinero fiduciario.

La pregunta se la había hecho a finales de siglo XIX y comienzos del XX, el economista austriaco Ludwig von Mises. Para mostrar el camino de su análisis, Mises estableció que es claro que una persona usa el dinero porque está convencida de que le resulta útil para adquirir algo; pero tal certeza, que explica el valor de intercambio de la moneda, solo se puede verificar si realmente se ha logrado hacer una transacción. Este raciocinio parece ser un círculo vicioso, porque implica que el valor del dinero hoy depende de la capacidad de poder adquisitivo que las personas ya hayan experimentado antes.

Mises enfrentó por esta vía un problema: si el dinero hoy depende de lo que le haya permitido efectivamente comprar en el pasado a alguna persona, por ejemplo ayer o hace 10 minutos, determinar el valor original del dinero sería prácticamente imposible, pues la única manera de formular tal principio es a través de una regresión ad infinitum, que daría para llegar hasta el comienzo de los días.

Así que Mises estableció que debería haber una causa inicial por la que el hombre decidió incorporar a la historia el concepto de dinero como mecanismo para transferir valor; es decir, el dinero es una expresión cultural y social y no un valor absoluto o a priori. Por eso era necesario establecer las circunstancias específicas en las que se dio la aparición del valor de intercambio en el mundo. Miró hacia el pasado para encontrar cuándo y de qué forma los seres humanos habían empezado a atribuirle valor de intercambio a algún objeto. La respuesta la encontró en un momento específico de la historia humana: cuando el oro se convirtió en el medio de pago, a través del sistema de patrón oro. En algún momento, los hombres asumieron que al oro, que es un metal más de los que provee la naturaleza, se le atribuyó valor de intercambio y empezó a facilitar las operaciones comerciales, superando el estado del trueque.

¿Qué tiene que ver todo esto con el bitcoin? Que Nakamoto entendió que el bitcoin debería sufrir en algún momento tal transformación o sublimación, al pasar de ser un simple laberinto informático y un juego para gomosos de la computación, a ser un activo al que se le atribuyera valor de intercambio. Es decir, que dejara de ser un juego virtual, para convertirse en un acto de la vida real, en un elemento más de la cultura.

El momento clave de esta historia tuvo lugar en octubre de 2009, apenas un año después de haber acuñado el primer bitcoin. Ese año, alguien compró bitcoins a cambio de dólares, por medio del broker New Liberty Standard, a una tasa de 1.309,03 bitcoins por US$1.

El año siguiente se dio la primera operación de compra de un producto en el mundo real: se trató de una pizza. Laszlo Hanyecz, un programador de la Florida, colocó un mensaje en la red “Bitcoin Talk” invitando a alguien a que le vendiera dos pizzas, o hechas por el vendedor o adquiridas a una cadena. El objetivo era simplemente experimentar si el intercambio era posible.

El resultado fue una venta por 10.000 bitcoins para una pizza que al proveedor le costó US$40 en Papa John’s. Esos 10.000 bitcoins hoy valen US$20 millones. Por esta vía, el bitcoin pasó del mundo virtual al real. En ese momento costaba cada moneda virtual US$0,003. Hoy están en circulación más de 16 millones de bitcoins, que alcanzaron una cotización por unidad cercana a los US$2.900 y una capitalización de más de US$40.000 millones (ver infografía).

 “Claramente (el bitcoin) tiene tal valor, porque fue directamente intercambiado por otros bienes, incluidos dólares. Esto provee la liquidez inicial, que ayuda a convertirlo en medio de pago”, explican Laura Davidson y Walter E. Block en su estudio Bitcoin, el teorema de la regresión y la aparición de un nuevo medio de intercambio.

Así, producto de un programa digital, Nakamoto había logrado resolver el problema, porque ahora el bitcoin, tal como ocurrió con el oro en algún momento, se convirtió en un nuevo activo que sirve para intercambiar cosas, sin la necesidad de un intermediario como un Banco Central, una entidad financiera o un sistema de pago de bajo valor; este es un cambio histórico, un experimento que muestra cómo las personas atribuyen valor de intercambio a un bien y lo empiezan a utilizar para sus transacciones diarias.

¿Es una moneda?
Esta revolución y experimento social exitoso ha puesto contra las cuerdas tanto a autoridades como a expertos. La creación de un activo que ha adquirido valor de intercambio representa un desafío, pues en primera instancia es difícil de catalogar. Muchos se preguntan si es una moneda, si es un vehículo de inversión o, simplemente, un sistema de pagos.

El superintendente Financiero, Jorge Castaño, señaló que el bitcoin no es una moneda ni un medio de pago. “Es un activo más, como cualquier otro activo intangible. Este es un activo virtual, que puede acumular o desacumular valor”, explicó. Esta idea es irrefutable, pues actualmente las monedas de curso legal son las que determinan los propios Estados en representación de sus pueblos. En Colombia, la Constitución establece que el Congreso debe determinar la moneda legal y el Banco de la República debe emitirla y regularla. En Estados Unidos es el dólar y en la Unión Europea, el euro, etc.

Así, el bitcoin no puede ser comparado con una moneda legal de cualquier país, pues hasta el momento, ninguna nación la ha adoptado como su moneda de curso legal. El superintendente Castaño señala que, como cualquier activo, las monedas virtuales están supeditadas al cumplimiento de todas las obligaciones legales: primero, deben ser reportadas en los balances de las personas que lo adquieran y, segundo, debe pagar impuestos tales como renta o patrimonio o cualquier otro que genere. Por eso quienes compren o vendan bitcoins deben indagar sobre las obligaciones tributarias y de reporte que genera este activo.

Desde esa perspectiva hay que mirar al bitcoin por el momento: un activo que puede ser adquirido a través de un sistema. Para hacer una inversión en él es necesario verificar quién ofrece el servicio y qué condiciones de garantía y seguridad ofrece.

Beneficios innegables
Jorge Sicilia, economista jefe del Grupo BBVA, considera que la tecnología blockchain (protocolo informático que sustenta el bitcoin) es muy positiva para el consumidor porque permite una trazabilidad de operaciones a un costo reducido. “Permite hacer muchas operaciones de forma más barata: desde comprar una acción, enviar remesas o pagar cupones hasta realizar cambios de monedas. Es una tecnología ‘rompedora’ y nosotros estamos muy interesados en ella, pues nos parece que es una manera de mejorar los servicios que damos a nuestros clientes”, sostiene.

Si bien el experto le ve futuro a esa tecnología para facilitar las transacciones, explica que no le ve futuro al bitcoin como moneda, porque se requeriría que su oferta se pudiera aumentar si sube la demanda, y no es el caso, pues su oferta es finita: la cantidad máxima que habrá de bitcoins es de 21 millones; actualmente, hay 16 millones en circulación.

“Además, todas las monedas deben ser de valor de intercambio y, aunque en teoría, si en todas partes se permitiera el pago con bitcoin aumentaría la demanda por esta criptomoneda y, al no haber suficiente, el ajuste se tendría que hacer en el precio de los activos que se compran con bitcoins, lo que llevaría a una deflación. Incluso si se supera esa barrera, bitcoin tiene otro problema y es que es muy volátil, y como depósito de valor es peligroso, pues así como se puede ganar el ciento por ciento, se puede perder todo”, reitera.

Delitos asociados al bitcoin
Las autoridades mundiales han analizado el asunto del bitcoin para advertir sobre los riesgos de delitos en torno de estas operaciones. Si bien el protocolo en el que se fundamenta esta moneda virtual es una verdadera innovación que abre enormes posibilidades, también es cierto que muchos pueden utilizarlo para propósitos delictivos. Estos son algunos casos señalados en el informe Serious and organised crime threat assessment (Socta), de la Oficina Europea de Policía (Europol).

Traficantes de armas utilizan internet para venderlas. Según el Socta 2017, en diciembre de 2016 las autoridades eslovenas arrestaron a dos sospechosos acusados de vender armas como rifles automáticos, granadas de mano y de humo y municiones. Las armas fueron pagadas con bitcoins.

El secuestro de datos se ha vuelto una operación tradicional en el mundo del cibercrimen. Las autoridades europeas alertan que los pagos para liberar la información se deben hacer en bitcoins.

Las autoridades europeas también han advertido que el bitcoin se podría convertir en un vehículo para lavar activos derivados de actividades ilícitas como el narcotráfico y el terrorismo.

En Colombia, los bitcoins han sido utilizados para atraer incautos y utilizarlos en la conformación de pirámides y otras formas de estafa.

La tecnología
Pero si bien esta innovación ha sido vista con buenos ojos por algunos, otros creen que también implica muchas amenazas. Por ejemplo, en Colombia las monedas virtuales ya han sido utilizadas para timar a los incautos.

Alejandro Beltrán Torrado es el CEO de SurBTC Colombia, una compañía que ofrece asesoría en tecnología de criptomonedas. Para él, prueba de que el bitcoin es una oportunidad de innovación para la transferencia de valor está en el hecho de que Japón decidió aceptarlo como medio de pago y le estableció reglas específicas. Esto fue así a pesar de que en 2014 se dio el mayor robo de bitcoins a la firma japonesa MT Gox, por fisuras en sus sistemas de seguridad. “Aún así, las autoridades japonesas decidieron avalar el bitcoin”, comentó Beltrán. “Estamos en una coyuntura legal bastante complicada y, si cae una pirámide, satanizan el vehículo y no a quien lo manipula”, señaló al ratificar que esta innovación es muy válida y lo que es necesario es perseguir a quienes la utilizan como herramienta de fraude.

En el caso de Colombia ya hay al menos 14 establecimientos de comercio –particularmente hostales y desarrolladores de paquetes turísticos de tamaños pequeños– que reciben estos instrumentos, aunque no hay entidades vigiladas de gran tamaño que lo hagan; algunas aseguradoras y otras entidades han preguntado al Gobierno por la posibilidad de desarrollar este mecanismo. Esa posibilidad ya ha sido desechada por el momento.

¿Inversión?

En Colombia las alertas se encendieron a raíz de algunos casos que se han convertido en ciberestafas. Uno, el más mediático, fue el de una empresa llamada Me-Coin que, como han relatado algunos medios, defraudó a más de 5.000 inversionistas, no solo de Colombia sino también de otros países de la región, que habrían perdido cerca de US$200 millones que consignaron a esta empresa para que comprara bitcoins, con la promesa de generar intereses hasta de 50% mensual a los inversionistas que se la jugaron en momentos en que el precio del activo crecía.

Como sucede en todos estos esquemas, inicialmente la compañía hizo los pagos de las rentabilidades generando confianza en sus inversionistas, pero con el paso de los días estos dejaron de recibir notificaciones. La última que llegó por parte de la empresa es que sus sistemas habían sido hackeados y los bitcoins desaparecieron, al igual que los socios de la empresa.

Aunque este caso está siendo investigado por la Dijín y la Fiscalía, lo cierto es que ante las autoridades y entidades de vigilancia –como las Superintendencias de Sociedades y Financiera– no se han reportado quejas ni denuncias.

Pero aún si las entidades oficiales intervinieran, ya quedó claro que la responsabilidad inicial es de los propios inversores, quienes tienen que hacer la debida diligencia para tomar una decisión.

El país enfrentó en el pasado reciente enormes desafíos por cuenta de malas decisiones de inversión entre muchas personas que se afectaron por llevar sus ahorros a esquemas piramidales. Muchos de esos inversionistas terminaron demandado a la Nación convencidos de que es el Estado el que debe garantizar toda decisión que se adopte con el dinero.

Sin embargo, este tipo de iniciativas jurídicas están saliendo perdedoras ante los estrados judiciales. En la última semana de junio se conoció el fallo del Juzgado Segundo Administrativo de Popayán que eximió a la Nación de responsabilidad frente al caso de las pirámides, al negar más de 73.000 pretensiones que le hubieran representado al país $20 billones. Esta sentencia deja en evidencia que es necesario un cambio en la cultura y mentalidad de los inversionistas que toman los caminos del dinero fácil.

“La Constitución establece libertades económicas para los ciudadanos. Lo que queda claro luego del fallo es que el dueño de los recursos, en el ejercicio de la libre inversión, es quien define cómo y dónde quiere invertir y qué riesgos asume. El Estado no es una garantía de estas transacciones económicas y es responsabilidad de los individuos”, explica Castaño, de la Superfinanciera.

Las razones de preocupación entre las autoridades van en dos sentidos: una, que el país parece no aprender de experiencias recientes, como el caso de las pirámides de DMG o DRFE, o los esquemas creados en el negocio de libranzas, donde los inversionistas buscaron ganar plata fácil y rápida; y dos, el alto riesgo que estas operaciones y los recursos terminen vinculados con lavado de activos y otras actividades ilícitas como el terrorismo o el narcotráfico.

La Superintendencia Financiera expidió el pasado 22 de junio la circular 52 en la que advierte sobre los riesgos potenciales asociados a las operaciones realizadas con monedas electrónicas, criptomonedas o monedas virtuales.

También afirma que el pseudoanonimato, la dificultad para identificar a los beneficiarios finales, la poca trazabilidad y la falta de respaldo por parte de los bancos centrales “llevaron a que el Grupo de Acción Financiera Internacional y la Oficina Europea de Policía señalaran que las operaciones realizadas con monedas electrónicas, criptomonedas o monedas virtuales pueden llegar a ser un instrumento para facilitar el manejo de recursos provenientes de actividades ilícitas relacionadas, entre otros, con los delitos fuente del lavado de activos, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva”, señala el superintendente Financiero.

Por su parte, la Superintendencia de Sociedades también ha advertido sobre los riesgos a los que se exponen los inversionistas al invertir en monedas que no han sido aceptadas como legales en el país y ha lanzado un aviso de precaución sobre los denominados “clubes de inversión”: grupos promovidos por personas naturales que se hacen pasar como expertas en monedas virtuales con el único fin de convencer a incautos inversionistas para que entreguen su dinero sin ningún tipo de soporte.

 “Estos supuestos asesores prometen a los inversionistas administrar sus apuestas en las plataformas de inversión y generar rendimientos mayores a los que obtendrían si apostaran directamente su dinero”, advierte Francisco Reyes Villamizar, superintendente de Sociedades. La entidad, además, señala que en Colombia no hay compañías multinivel autorizadas a transar este tipo de activos y que existen personas y empresas que, bajo seudónimos, organizan foros y encuentros privados en distintas plataformas tecnológicas para evitar ser rastreados.

En abril del año pasado, la Supersociedades había lanzado alertas sobre el uso de métodos no tradicionales para realizar transacciones monetarias vía internet. En ese momento advirtió sobre el Onecoin, que se publicitaba en internet, pero que no estaba ni vigilado ni regulado.

Sin lugar a dudas, las monedas virtuales van a seguir dando de qué hablar a los ciudadanos y las autoridades. Primero, porque, como ya se dijo, se convirtió en una forma de hacer transacciones sin intermediarios y, segundo, porque siguen siendo muchas las dudas en torno a esta innovación.


El bitcoin en particular y las monedas virtuales en general son realmente una innovación y una revolución porque lograron, primero, superar el error técnico de las duplicidades en la transferencia de información y, dos, convertirse en activos para llevar valor sin intermediarios, ese es un hecho histórico que no se puede negar. La segunda conclusión es que los inversionistas deben asesorarse con verdaderos expertos en el tema y cumplir con la debida diligencia antes de tomar una decisión; si no lo hacen, es mucho lo que está en juego.

POR QUÉ VIAJAR EN AVIÓN ES MÁS BARATO QUE HACE 10 AÑOS

De acuerdo a un estudio del portal Expedia, "los precios promedio de los boletos aéreos continúan bajando en todo el mundo, convirtiéndose en un momento estelar para volar".

Cada vez te cobran por más cosas cuando viajas en avión.

Además del boleto, las aerolíneas han inventado tarifas adicionales por elegir asiento, sentarse en la ventana, por no sentarse en la ventana, por un sándwich, una bebida e incluso por comprar el pasaje por teléfono.

Sin embargo, en medio de tantos costos extra (no olvidemos los US$3 por unos audífonos), al fin hay buenas noticias para los pasajeros.

¿Por qué ahora es más barato volar en clase ejecutiva?
¿Por qué las líneas aéreas cobran más por un billete de ida que por uno de ida y vuelta en el mismo trayecto?

Los precios bajos del combustible para aviones y el veloz crecimiento de la industria aérea, que multiplica la competencia, han hecho que los precios por viajar bajen significativamente.

Reportes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la Oficina de Estadísticas Laborales del gobierno de Estados Unidos y sitios especializados que monitorean la evolución de los precios de un pasaje aéreo así lo señalan.

Para poner un ejemplo, viajar de Nueva York a Londres costó US$3.160 en promedio durante 2015. En 2016, el precio se redujo a US$2.006, según el sitio de venta de boletos y servicios turísticos Kayak.
De acuerdo a las mediciones estadounidenses, la variación en el precio de los pasajes de avión en todo el mundo entre 2006 y el cierre de 2016 es de -9,4%, algo inédito en estos 10 años.

¿Qué son los boletos "sujetos a espacio" que tienen varados a cerca de 200 mexicanos en el aeropuerto de Madrid desde hace semanas?

El fenómeno podría ser aún más amplio según un informe de la IATA en el que señala que el promedio de retorno la tarifa aérea en 2017 será de US$353, un 64% inferior al de 1996 si se ajusta con los niveles de inflación.

Además, según el mismo reporte, los costos de carga aérea en 2017 serán 69% más bajos que los niveles de 1996.

La IATA además destaca que en 20 años jamás existieron tantas ciudades conectadas por rutas aéreas y tan bajos costos reales del transporte aéreo.

Aerolíneas de bajo costo
Se estima que el actual descenso de los precios producirá que la cantidad de viajes realizados hasta fin de año sea un 7,2% superior al del año pasado.

De acuerdo a un estudio del portal de vuelos Expedia, "los precios promedio de los boletos aéreos continúan bajando en todo el mundo, convirtiéndose en un momento estelar para volar".

El reporte, titulado "Nuevas alturas para los viajes aéreos", indica que los precios de clase económica han alcanzado su punto más bajo en años.

¿La explicación?
Las aerolíneas de bajo costo que se multiplican en el mundo tienen contra las cuerdas a las compañías más grandes en la disputa del mercado de los boletos de menor valor.
En otras palabras, las gigantes del transporte comercial aéreo deben bajar todavía más los precios de sus pasajes más baratos para competir con la oferta regular de aerolíneas como Spirit y Frontier, en el caso de Estados Unidos, o WOW y Norwegian, en Europa.

Por ello, compañías como American, United, Delta anunciaron a finales de 2016 tarifas más bajas.

Se estima que el actual descenso de los precios producirá que la cantidad de viajes realizados hasta fin de año sea un 7,2% superior al del año pasado.

No es novedad que a una importante porción de los consumidores les importa más el precio del boleto que contar con espacio extra para las piernas o wifi en vuelo.
Pese a ello, las compañías gigantes no dejaron de registrar fuertes ganancias -con incrementos de hasta el 8% en comparación con años anteriores- gracias a los bajos costos de combustible.

Cómo aprovechar el fenómeno
Expertos apuntan que el descenso de los costos del combustible es una buena noticia para las aerolíneas, que tienen dinero extra, sin embargo, añaden que lo que elijan hacer con ese capital no necesariamente significa bajos precios para el consumidor.

La mayoría de los sitios especializados en la venta de pasajes coincide en señalar que para aprovechar lo mejor posible la caída de los precios hay que guiarse por la oferta de las aerolíneas de bajo costo.

Volar nunca podrá ser considerado del todo barato, sin embargo conseguir un vuelo con valor agregado (wifi, espacio extra para las piernas o entretenimiento en la cabina, por ejemplo) al precio de una aerolínea de bajo costo es un ejemplo de buena compra.

Encontrar y aprovechar un pasaje en oferta en una de las compañías aéreas medianas que se multiplican también puede considerarse un triunfo pues pueden cobrarte menos de la mitad en frecuencias costosas como Miami-Madrid.

Viajar de Nueva York a Londres costó US$3.160 en promedio durante 2015. En 2016 el precio se redujo a US$2.006, según el sitio de venta de boletos y servicios turísticos Kayac.

¿Cuánto durará esta temporada de precios más o menos favorables?
Algunos sitios especializados apuntan que las grandes aerolíneas ya comenzaron a combatir este fenómeno elevando algunas tarifas.

Explican que intentan imponer una disciplina de precios para garantizar que el negocio siga siendo "rentable".

LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA AMAZONIA

Durante un debate en una universidad de Estados Unidos, le preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual Ministro de Educación de Brasil, CRISTOVÃO CHICO BUARQUE, qué pensaba sobre la internacionalización de la
Amazonia. Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo su pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un humanista y no de un brasileño.

Ésta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:

Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro.

Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad.

Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero.

El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio.

De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado.

Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales.

No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.

También, antes que la Amazonia, me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo.

El Louvre no debe pertenecer solo a Francia.
Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país.

No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro.

Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.

Durante este encuentro, las Naciones Unidas están realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron dificultades para participar, debido a
situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada.

Por lo menos Manhattan debería pertenecer a toda la humanidad.

De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia... cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.

Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños, internacionalicemos todos los arsenales nucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de Brasil.

En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda.

Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero. Mucho más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían
estudiar; que mueran cuando deberían vivir.


Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia, sea nuestra. ¡Solamente nuestra!

SECRETOS DE LAS FAMILIAS FELICES

Estas pequeñas actividades ayudarán a cambiar el ambiente familiar en casa.

Siéntate al lado de tu pareja cuanto tomes decisiones

Los científicos han descubierto que las personas que se sientan una al lado de la otra son más propensas a colaborar que las que se sientan de frente o en diagonal.

Baja las luces
Una luz tenue puede hacer que la gente se sienta relajada y segura, y ayudar también a que las conversaciones sean más íntimas

Conecta las generaciones
Las investigaciones demuestran que los niños que saben más acerca de los éxitos y fracasos de sus parientes son más resistentes y capaces de moderar los efectos del estrés.

Pónganse cómodos cuando platiquen
Un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad Harvard y la Universidad Yale indica que las personas son más flexibles y complacientes cuando se sientan en superficies acojinadas. Mi esposa y yo ahora tenemos las conversaciones difíciles sentados en el sofá, y las juntas familiares en la mesa de la cocina, que tiene sillas acojinadas.

Invita a la abuela a la casa
Al decir de la antropóloga Sarah Blaffer Hrdy, los abuelos son el “as bajo la manga” de la humanidad. Una revisión de 66 estudios reveló que las madres que reciben ayuda de las abuelas en la crianza de los niños se estresan menos, y sus hijos se adaptan mejor que los niños que no conviven con sus abuelas.

Expresen lo bueno y lo malo que les ocurrió en el día
A la hora de cenar, cada miembro de la familia debe contar algo positivo y algo negativo que hizo o le pasó a lo largo del día. Numerosos estudios muestran que cuando los niños escuchan a sus padres y a sus hermanos expresar los altibajos que tuvieron durante la jornada, desarrollan empatía y solidaridad con la gente con la que conviven.

Adopta la mentalidad de un soldado
“Cuando las necesidades de tu familia entran en conflicto con las tuyas, te ves obligado a tomar una decisión”, observa Jason McCarthy, un ex miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos. “O decides apoyar a los demás, o te pones en contra de ellos”. Aprovecha la disyuntiva para demostrar lealtad a tu familia.

Haz un diagrama de tareas domésticas
Traza tres columnas y etiquétalas con estos encabezados: “Por hacer”, “En proceso” y “Terminadas”. Conforme cada miembro de la familia empiece a ocuparse de las tareas que le corresponden, se moverá de la primera columna a la segunda, y luego a la tercera. “Les garantizo que trabajarán el doble”, dice Jeff Sutherland, uno de los firmantes del Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Programas Informáticos.



Rechaza la rigidez en la interacción familiar
Las investigaciones muestran que lo más conveniente es ser flexible, ya sea con la estrategia que usas para hacer que todos salgan a tiempo por la mañana o con las técnicas que utilizas para disciplinar, entretener o inspirar a tu familia.

Usa los deportes para bien
Los padres tienen un trabajo muy importante cuando se trata de la experiencia de un niño con el deporte, dice Jim Thompson, fundador de Positive Coaching Alliance. Después de un partido de beisbol, por ejemplo, evita hacer hincapié en los errores de tu hijo. “Dile: ‘No anotaste carreras esta vez, pero sé que eres un niño que no se rinde fácilmente’”, aconseja Thompson.

Evita hacer gestos de impaciencia o molestia
Investigadores de Indiana pasaron cuatro años llevando un registro de las veces en que parejas de esposos arqueaban las cejas y fruncían la nariz o los labios mientras discutían. Después hablaron con las parejas y llegaron a la conclusión de que, de todos los gestos de impaciencia o enojo, el que suscitaba mayor tensión era alzar la mirada y mover los ojos de un lado a otro.

Hagan juntas frecuentes
“Las juntas familiares son reuniones que se programan con regularidad para llamar la atención sobre comportamientos específicos”, señala David Starr, otro firmante del Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Programas Informáticos. “Si no tienes un entorno confiable para discutir problemas, cualquier plan para mejorar a tu familia fracasará”.

Coloca en círculo los muebles de la sala
En los años 50, un psiquiatra británico se percató de que sus pacientes interactuaban más unos con otros cuando se sentaban frente a frente en vez de lado a lado. Lo mismo ocurre con las familias. Si quieren tener juntas más incluyentes y provechosas, siéntense formando una O, y no una L o una V.

Deja de decir“tú”
Es preferible hablar en plural. “Tenemos que comunicarnos mejor” resolverá una pelea más pronto que “Tú nunca me dices lo que está mal”, dice James Pennebaker, psicólogo de la Universidad de Texas.

Evita las discusiones difíciles de las 6 a las 8 pm
Dos psicólogos de Chicago determinaron que ese periodo es el más estresante del día, porque los padres salen muy tensos del trabajo, los niños están cansados y todos se reúnen en casa a esas horas.
  

Limita las discusiones a tres minutos
John Gottman, psicólogo de la Universidad de Washington, descubrió que los puntos esenciales en cualquier discusión se plantean en los primeros tres minutos. Luego, dice, las personas tienden a repetirlos alzando la voz cada vez más.


¿A DÓNDE IRÁ EL DINERO DE LAS CUENTAS ABANDONADAS?


En febrero del 2016 el presidente de la República sancionó la “Ley de Cuentas Abandonadas” que ordena crear un fondo especial de inversión del Icetex con los recursos de las cuentas inactivas durante tres años. Un año después, el MinHacienda prepara su reglamentación.

El Ministerio de Hacienda ya tiene en etapa de comentarios el proyecto de decreto que le daría las reglas de funcionamiento al fondo de inversión del Icetex que se debe crear con los recursos de las cuentas en entidades financieras que completen mínimo tres años seguidos sin ninguna actividad.

De acuerdo con la ley, las entidades financieras deben trasladar a un fondo común que debe crear el Icetex los saldos de las cuentas corrientes o de ahorro que lleven mínimo tres años inactivas y que superen las 322 UVT, que hoy corresponderían a $10,2 millones, y el Icetex tendrá que garantizar que esos recursos tengan mínimo el mismo rendimiento que tendrían si permanecieran en la cuenta original.

Un año después de que dichas condiciones se establecieran, el Ministerio de Hacienda publicó para comentarios la debida reglamentación a varios de los aspectos de la ley que en su momento fue polémica.

Según el proyecto, si los recursos de una cuenta abandonada están en una moneda diferente a los pesos colombianos, el fondo especial del Icetex tendrá que abrir una cuenta a la vista con dichos recursos y mantenerlos en la moneda en que estaban en la cuenta de origen y allí permanecerán hasta que la entidad financiera los solicite para el reintegro a los dueños originales.

Además, el 30% de los recursos obtenidos por las cuentas abandonadas tendrá que destinarse a una reserva de liquidez para atender las posibles reclamaciones de recursos por parte de los cuentahabientes dueños de los mismos.

A su vez, la reserva se dividirá en 20% de los recursos destinados a depósitos de término fijo de máximo tres meses. Estos depósitos los tendrá que elegir el Icetex mediante subasta y repartirá los recursos en dos grupos de 50% cada uno, para igual número de depósitos.

Y  de acuerdo con las normas ya existentes, los recursos restantes irán a la constitución de depósitos a término fijo con plazo de vencimiento de un año, que se escogerán también por subasta.

Para participar en las subastas que organice el Icetex, los candidatos deben estar vigilados por la Superintendencia Financiera del país y contar con una calificación crediticia de mínimo AA+, otorgada por una agencia calificada que también esté bajo la vigilancia de la Superfinanciera. Además, tendrá que mantener su calificación durante el tiempo en el que reciba los recursos del Icetex.

Si la entidad que por subasta se ganó la administración de recursos del Icetex sufre una disminución en su calificación, tendrá que notificarle a la entidad sobre su situación en máximo cinco días hábiles y entregar los recursos.

Lo que dice la Ley de Cuentas Abandonadas
La Ley de Cuentas Abandonadas que el presidente Juan Manuel Santos sancionó en febrero del año pasado establece, entre otras cosas, que el Icetex solo podrá utilizar los recursos que sean producto de la rentabilidad del dinero que las entidades financieras depositen en su fondo especial por ser parte de cuentas que no se mueven desde hace mínimo tres años consecutivos.


Además, el Ministerio de Educación Nacional está obligado a presentar ante el Congreso un informe sobre transferencias, reintegros y rendimientos de los recursos transferidos por las entidades financieras, antes del 15 de junio de cada año.

COMO ES EL NUEVO MUNDO DEL PETROLEO

Bienvenidos al mundo del petróleo de 40 a 50 usd/barril, donde este nivel de precios del crudo nos recuerda mucho los niveles de hace un año, como si no hubiese pasado nada con la OPEP.

Desde un punto de vista de análisis, la belleza de los mercados de commodities es que están asociados con la producción y el consumo de las mismas de una forma más clara que los mercados financieros. De esta manera es clave, no solo remitirse a los mercados como tal sino a los productores y sus acciones, ya que estos tienen un impacto en el precio y en las expectativas futuras de los inversionistas.

En ese orden de ideas, en un sencillo gráfico de oferta y demanda explica cómo estas fuerzas afectan el precio. En la gráfica están las tres variables, la oferta es la función creciente ya que a mayor precio (eje y), mayor será la cantidad ofrecida o producida (eje x), por su parte la demanda funciona de forma contraria ya que, a mayor precio se demandará una cantidad menor.

Vale la pena aclarar que detrás de todo el concepto de precio de lo que realmente se habla es de escases, así entre más escaso un bien mayor será su precio. Así que, si aumenta la producción, tal y como muestro en la gráfica desplazando la oferta a la derecha, existe una mayor cantidad del bien en el mercado y si su demanda se mantiene constante el precio cae.

Es precisamente este el caso para el mercado mundial del petróleo, pero antes de llegar a eso revisemos como están representadas estas fuerzas en el mundo real.

En términos de la demanda, estamos todos los que usamos productos derivados del petróleo, tales como gasolina para nuestros carros o aceite para calefacción, bien sean personas, hogares o empresas. Pero la demanda se mantiene en niveles relativamente constantes, lo interesante son quienes están del lado de la oferta y es precisamente allí donde está la clave de todo. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es a lo que en economía se le conoce como un cartel de productores, es el primer nombre que salta a la mente cuando se piensa en la oferta de crudo, sin embargo, Rusia, China, Canadá y Estados Unidos son jugadores muy importantes también y sus decisiones inciden en los precios.

En medio de un escenario de bajos precios, la OPEP y Rusia decidieron unirse en diciembre del año pasado y anunciaron un acuerdo de reducción de su producción con lo que el mercado espera una reducción de la oferta, por tanto, un petróleo más escaso y por ende ubicando el precio por encima de 50USD/barril. Sin embargo, a pesar de haber anunciado una mayor duración en el plan de recorte de la OPEP y sus aliados este año el precio ha mostrado una tendencia descendente llegando a niveles de 42 dólares.

¿La razón? El aumento de producción en Estados Unidos, donde han crecido el número de pozos en funcionamiento en todas sus regiones desde julio de 2016 de forma constante. En otras palabras, el esfuerzo de reducción de demanda de la OPEP y sus aliados se ha visto contrarrestado por la nueva producción en Estados Unidos. La siguiente pregunta sería ¿por qué Estados Unidos ha aumentado su producción? pues gracias a la OPEP que la reducir la producción, aumento el precio por barril y volvió rentables más pozos en Estados Unidos, con lo que la OPEP y sus aliados son los arquitectos de su propia desdicha.


En definitiva, no importa que los datos de inventarios de petróleo sean mejores una semana y otra no, o que china un mes consumió más y otro no, esos son datos puntuales que pueden variar, pero la dinámica de la oferta y la demanda se mantiene en un escenario de exceso de oferta con lo que bienvenidos al mundo del petróleo de 40 a 50 usd/barril.

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