OLVIDE ESTOS MITOS FINANCIEROS


Estar bien informado no sólo le ayuda a tener un mejor manejo de sus finanzas, sino a tomar buenas decisiones para su futuro.

A lo largo de los años se han creado varias creencias sobre las entidades financieras, pero... ¿qué tan ciertas son?

Le explicamos cuatro mitos que se han popularizado sin contar con un fundamento ciento por ciento verídico.

1. ¡Los bancos cobran por todo!
Las entidades financieras ofrecen productos y transacciones que no tienen ningún costo. La administración que usted le de a los mismos, puede representar un ahorro en comisiones y cargos.
Por esta razón:
- Trate siempre de retirar el dinero de los cajeros que pertenecen a la red de su entidad.
- No exceda el tope de retiros gratuitos al mes: averigüe con su entidad la cantidad de operaciones que puede realizar al mes desde su cajero automático de manera gratuita.
- Averigüe si dicha transacción tiene costo y si es el caso, programe sus retiros mensuales y utilice canales alternativos como Internet o banca móvil, los cuales pueden resultar más baratos o gratuitos.

- Marque su cuenta como exenta del 4 x mil: usted puede tener una cuenta de ahorros exenta de este impuesto, siempre y cuando sus movimientos mensuales no excedan los $9.619.750 (350 UVT en 2014). Los pensionados poder tener hasta dos cuentas exentas.

2. ¡El usuario nunca tiene la razón!
Si usted tiene alguna inconformidad, petición, reclamo o queja, existen mecanismos puestos al servicio de los ciudadanos para solucionar esos requerimientos. Puede acudir a las oficinas de las entidades, al Defensor del Consumidor Financiero de su entidad o a la Superintendencia Financiera.
El defensor es la persona que se encarga de resolver de manera gratuita y objetiva las quejas y reclamos. También es el vocero de los consumidores ante la respectiva entidad financiera, frente a la cual presenta recomendaciones sobre los productos y servicios y actúa como conciliador entre la entidad y el consumidor.

3. ¡Siempre me demoro diez mil horas en el banco!
Todas las instituciones bancarias poseen una plataforma tecnológica con la que los clientes pueden realizar sus transacciones cotidianas y ahorrar tiempo. Los servicios en línea (internet, teléfono móvil y/o corresponsal bancario) incluyen tanto la posibilidad de realizar pagos y hacer transferencias, como hacer consultas y averiguaciones financieras.

4. ¡No me puedo comunicar con el banco!
Además de la línea telefónica y los asesores que se ponen a disposición del usuario, las entidades financieras han optado por hacer de las redes sociales un gran aliado. Los recursos tecnológicos que manejan son administrados por expertos, que de seguro le darán una rápida respuesta a su proceso o inquietud.





¿POR QUÉ Y PARA QUÉ AHORRAR DINERO?



No sé si te lo has planteado, pero suponiendo que te sobre algo de dinero a final de mes, tú ¿para qué ahorras?

Tener claro cuáles son tus metas y objetivos financieros, es fundamental para cumplir con éxito lo que te propongas. Si no estableces una finalidad, el dinero se va a perder por el camino y ahorrarás menos dinero del que podrías conseguir.

Y todo porque al no tener clara una idea, vas a gastar dinero en caprichos y derroches. Pensando para qué ahorras dinero, evitas tener una falsa sensación de una capacidad de pago holgada. Es básico que no cometas esos errores de percepción financiera  porque pueden echar al traste tus finanzas personales.

Si te sobra un peso a final de mes, piensa en que puedes emplearlo. Ahorrar por ahorrar no es una finalidad en sí misma. Si no reflexionas, una de dos o pierdes el control sobre el gasto o terminas siendo cada vez más tacaño. Y no se trata de acumular objetos y marcas, ni llegar a ser el más rico del cementerio.

Si todavía no lo ves claro, te  voy a dar algunos ejemplos de cosas para las que puedes ahorrar dinero. Y como esa mecánica te ayuda a mejorar tus finanzas personales. 

Mira, sobre el dinero tienes que tener claros un par de conceptos. En primer lugar, el dinero no da la felicidad, pero soluciona problemas.

La vida da muchas vueltas y si cuando las cosas te van bien y tienes ingresos no tienes la visión de ser previsor para futuro te puedes ver en problemas.

A veces el dinero salva vidas. La de tu familia o la tuya propia. ¿Tú sabes lo que es ver morir a alguien que quieres porque no te puede permitir pagar una operación? Y lo que es peor, no poder porque malgastaste el dinero cuando lo tenías.

Si me pasa eso pediría dinero a quien haga falta. Pero la realidad es que cuando nos falta el dinero pueden pasarnos dos cosas. La primera que no actuemos con la celeridad que la situación requiere. Y la segunda es que tal vez no te presten el dinero que necesitas.

También pensarás que las cosas no son tan dramáticas como he empezado a dibujártelas. De acuerdo. Pero coincidirás conmigo, en que todas las demás cosas y objetivos en la vida que puedas tener si superas una situación como la anterior, pueden quedar arruinadas por un endeudamiento ocasionado por una situación extrema.

Por lo tanto, te diría que el principal motivo porque deberías ahorrar, es para solucionar problemas. Del tipo que sean. Sabes tú que cuanto más dinero tiene una persona, más facilidades tiene para que le den un crédito. Luego, incluso aunque sólo sea para pedir más dinero, si es necesario, ahorra.

En planificación financiera usamos mucho lo que se conoce como el ciclo de vida financiera de una persona, para establecer los objetivos económicos de un individuo a lo largo de su vida. Más o menos todos queremos tener dinero para hacer las mismas cosas.

La gente ahorra para la boda, para comprarse casa, el coche, quizá para hacer algún viaje que otro. Una vez se tienen hijos surgen nuevas necesidades como la manutención, la educación de los hijos, etc. Accesoriamente las familias suelen tomar conciencia de constituir un patrimonio para la jubilación o procurarse una atención médica de mayor calidad.

Entre los 25-50 años es cuando las personas suelen contraer deudas. Dependiendo de las decisiones de consumo o el tiempo que hayan diferido sus compras tras ahorrar dinero suficiente, se condiciona notablemente la posibilidad de destinar rentas a otras finalidades o necesidades.
Se presupone que también en esos años en los que se soportan las mayores deudas, es cuando los ingresos experimentan su mayor incremento. La habilidad para diversificar las fuentes de ingreso, la capacidad para gestionar e invertir eficientemente el excedente de renta disponible en cada momento, te puede permitir disponer de más recursos para cada meta financiera y acabar antes con el lastre de las deudas.

Saber por qué ahorrar dinero, te permite tomar decisiones de compra, consumo e inversión más acertadas y menos precipitadas. Las operaciones de gasto o consumo no meditadas, pueden afectarte notablemente en el dinero disponible para cosas tan básicas como la creación de un fondo de emergencia o gastos no previstos. O también tener más dinero para la jubilación.

No te olvides de ahorrar dinero para formación. Se ha dicho siempre que nuestra falta de educación financiera y cultura financiera, nos impide ser más independientes económicamente y nos hace cometer muchos errores que afectan a nuestras finanzas. Trabajar para otras personas nos anula nuestra capacidad creativa para buscar otras fuentes de ingresos. Y eso es letal para que podamos salir con éxito de un despido no previsto o un accidente.

No te acomodes, cultiva otras habilidades y aléjate un poco de esa idea tan latina de que hay que vivir la vida al día porque todo pasa muy rápido. Hay mañana y cada vez vivimos más años pero con más achaques. Ten cabeza y piensa para que ahorrar dinero cuando puedes hacerlo, porque de ese modo podrás vivir mejor cuando vengan mal dadas.

LA EDUCACIÓN MEDIÁTICA ES LA CLAVE PARA COMBATIR LAS NOTICIAS FALSAS


La proliferación de la desinformación llegó a dimensiones insospechadas en la era digital. Hoy más que nunca hay la necesidad de desarrollar nuevas competencias para moverse con criterio y estar a salvo de los engaños malintencionados en internet.

Hace cerca de dos años se hizo viral el término“noticias falsas” y ahora no deja de aparecer en las noticias de verdad. De repente, estas mentiras disfrazadas de actualidad se volvieron la preocupación del mundo entero, la amenaza más notoria para la democracia. Y, en buena medida, con razón: aunque no está claro cuánto influyeron, sin duda hicieron parte en la consolidación de la opinión pública en las elecciones del brexit en Reino Unido, de Donald Trump en Estados Unidos y del plebiscito sobre el acuerdo de paz en Colombia.

El interés por el tema es tal que ya varios actores de la sociedad han prendido las alarmas en busca de una estrategia para detenerlas. Entre otras iniciativas, varios medios como la BBC, Vice o Animal Político han liderado campañas dirigidas a promover la verificación de la información y Facebook anunció en enero un nuevo algoritmo que prioriza las noticias de los amigos y disminuye la exposición de los sitios de dudosa reputación. En Reino Unido, el gobierno de Theresa May creó a comienzos de año una Unidad Anti ‘Fake News’ (noticias falsas en inglés) con el único objetivo de combatirlas. Pero pocos se han preocupado por solucionar el problema de raíz: desarrollar el criterio de quienes consumen y reproducen estos mensajes.

Después de todo, las noticias falsas son solo un síntoma de un fenómeno mucho más grande en la que la democratización de los canales de información lleva a menos filtros de veracidad. Hay muchas personas con acceso a información, pero ignorantes de las fuentes de la que esta proviene, de sus intenciones y veracidad. Y, ante eso, difícilmente haya un mejor ‘algoritmo’ que el criterio propio: enseñar a la gente a consumir, producir y reproducir la información responsablemente, igual que se enseña a leer y a escribir. Es solo otro tipo de alfabetización.

Un mundo (más) caótico
Juan Pablo Ortega, profesor del Departamento de Ciencias Sociales en la Universidad Central, tiende a preguntarle a sus alumnos de Enunciación y Análisis del Discurso qué personaje admiran. La interacción sobre los intereses personales de sus estudiantes es algo que, dice, lo ayuda a conectarse más con ellos. Pero, no se esperaba la respuesta de una alumna cuando le contó el suyo:

-Popeye, profe.
-¿El... marino? –, replicó Juan Pablo.
-No, profe, el youtuber.

Popeye, el youtuber, cuyo nombre real es John Jairo Velásquez, fue sicario del Cartel de Medellín y parte del círculo de confianza de Pablo Escobar. Estuvo en la cárcel hasta 2014 cumpliendo una condena de 23 años y ahora se dedica a hacer videos en YouTube, donde promueve la tendencia ultraconservadora y la apología de la vida de Escobar (además de su nueva marca de ropa).

Pero a la estudiante le parecía “muy valiente, no sé, como que se enfrenta a todo”. El profesor tuvo que parar la clase para relatarle a sus alumnos el prontuario de Popeye, autor confeso de cerca de 250 asesinatos, y por qué quizás no es el mejor modelo a seguir. Eventualmente, la estudiante admitió que se encontraba en un error.

Como ella, muchas personas se están informando a través de medios descontextualizados o tendenciosos, fuentes muchas veces de la desinformación.

Hoy, todo el conocimiento necesario para informarse a fondo sobre prácticamente cualquier tema (como las atrocidades del Cartel de Medellín) está en la web. Pero, como dijo el periodista de CNN Fareed Zakaria en la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación (Wise, por sus siglas en inglés) de 2017, “la tecnología ha hecho muy difícil seleccionar los hechos verídicos de una masa basta de información donde no hay ninguna jerarquía, ni diferencia, entre la mentira y la verdad. De hecho, las falsedades tienen cierta ventaja porque son más sensacionalistas, y eso es más popular que la aburrida realidad”.

Por si fuera poco, la gente lee menos críticamente. Gloria Marciales, psicóloga y magíster en Educación de la Universidad Javeriana, explica que “estudios comparativos entre nativos e inmigrantes digitales demuestran que los primeros tienen muchas más habilidades técnicas para navegar por la red, pero menos competencias en la construcción de sentido a partir de lo que encuentran. Ante una desbordada oferta de información, generalmente no pasan del primer pantallazo que les llega. No le invierten mucho tiempo”.

No deja de ser interesante lo que sucedió con la nota “Estudio: 70 por ciento de los usuarios de Facebook solo leen el titular de las notas de ciencias antes de comentarlas”, publicada por el Science Post en junio de 2016. Esta fue compartida por 46.000 personas en menos de una semana, pero al darle clic solo abría una caja de texto, “lorem ipsum”, sin ningún contenido, una prueba clara de la lectura fácil y crédula que criticaba el engañoso titular.

Vulnerables
Ante este escenario, no sorprende la vulnerabilidad generalizada de las personas frente a la desinformación. Es difícil probar qué tanto, pero al menos el 75 por ciento de los adultos ‘caen’ frente a un titular falso, según una investigación realizada por Ipsos en Estados Unidos.

Incluso los nativos digitales son demasiado crédulos con el contenido que encuentran en internet. Un estudio de la Universidad de Stanford puso a algunos estudiantes de la reconocida institución a distinguir entre un tuit real de Fox News y uno falso, y solo un cuarto de ellos reconoció el significado del sello azul que certifica en Twitter a una cuenta oficial. A más del 30 por ciento le pareció que la cuenta falsa era la original. Lo que es más grave: en una prueba similar, ocho de cada diez pensó que un publirreportaje, identificado con un pequeño texto como “contenido patrocinado”, era una noticia real.

Y si a esas falencias de lecturabilidad se le suman titulares escandalosos hechos para ser virales, como “Hillary Clinton maneja un negocio de tráfico sexual infantil”, "El papa apoya la candidatura de Donald Trump” o “Así intentaron robarse el plebiscito”, es la mezcla perfecta para un boom de noticias falsas y virales.

Como diría Zakaria en Wise 2017, “en este nuevo mundo, la tecnología está jugando un rol pernicioso. Nos lleva a la idea de que no hay hechos comprobables sino realidades relativas, donde nadie, no importa lo que haga, puede ser probado de cometer un error. Eso para mí es el declive de la civilización. Lo único que puede pararlo es que rescatemos la importancia de los hechos y de la educación”.

El papel de la educación
Hay un concepto que no se usa mucho, pero que lleva un buen tiempo rondado el escenario educativo: la alfabetización mediática. Es decir, la capacidad de leer críticamente y expresarse responsablemente en los medios, tanto los tradicionales como en las redes sociales.

En sí, el concepto no es nuevo. Desde los años noventa se empezó a hablar de ella (junto con las otras alfabetizaciones del siglo XXI), principalmente con el fin de instruir a los alumnos en las herramientas manipuladoras de la publicidad que veían en televisión. Aunque su campo de acción se amplió mucho con la llegada de las redes sociales. En 2011, la Unesco publicó un currículo de alfabetización mediática, llamando la atención a nivel internacional sobre la necesidad de desarrollar estas competencias desde la escuela.

Lastimosamente, este poco se había adoptado en los colegios y universidades. Pero ahora, con la creciente popularidad de las noticias falsas en Internet, está tomando un nuevo aliento.

En 2017, la Universidad de Washington introdujo una clase llamada Calling Bullshit in the Digital Age (algo así como: Identificando las mentiras en la era digital). No sorprende que haya sido un éxito entre los alumnos. En solo un minuto de la apertura de las inscripciones, ya había llegado a su cupo máximo con 160 inscritos.

Los pocos afortunados que alcanzaron a entrar aprenden a identificar las noticias falsas en las redes sociales mediante ejemplos, unos que analizan en clase y otros que los propios alumnos encuentran por su cuenta. El ánimo por participar y ‘pescar’ a los mentirosos fue tal que los profesores Carl Bergstrom y Jevin West abrieron una cuenta de Twitter (@callin_bull) en la que ‘cuelgan’ todos los casos.

El curso se volvió así una suerte de veeduría social para todo el mundo.

Otras universidades, como la de Michigan, Georgetown, Stanford, Columbia y Oxford, han implementado programas similares. En el College de Brooklyn de la Universidad de Nueva York han tomado una aproximación más lúdica: estudiantes, profesores y funcionarios se reúnen una vez al año en el auditorio para participar en un juego formato concurso de televisión en el que votan cuáles noticias son falsas y cuáles no.

“Lo más interesante es que los estudiantes se vuelven conscientes del gran rol que juegan los medios en sus vidas. Antes de enseñarles a analizar los mensajes, la mayoría ni siquiera sentían cuánto los influían”, asegura Julie Smith, profesora y autora de Master the Media: How Teaching Media Literacy Can Save Our Plugged-In World.

Por eso, dice Smith, es una buena técnica empezar por el conocimiento previo que ya llevan los alumnos de los medios para contrastarlo con la teoría. En la misma dirección, Alfabetización mediática en la era de la información, de Robert Kubey, señala tres etapas del desarrollo de esta competencia: legitimar las experiencias y el conocimiento de los alumnos de los medios, formalizar este saber con teorías y conceptos de los medios y, finalmente, asistir a los estudiantes para que evalúen y critiquen tanto el comportamiento de los medios como el de ellos mismos.

En Colombia es raro encontrar experiencias educativas enfocadas en estos componentes. Muchos colegios los incluyen de alguna manera dentro de la formación en Ciudadanía Digital o en Literatura (como están parcialmente en los DBA). Iniciativas periodísticas, por otra parte, se han enfocado en enseñar a identificar las noticias falsas, como es el caso de No Coma Cuento, una campaña impulsada por un grupo de jóvenes para promover el consumo crítico de información, que ha llevado talleres a la Universidad de Cartagena, la Icesi de Cali, la Sergio Arboleda, la Uniminuto, la Javeriana y la Jorge Tadeo Lozano.

Por su lado, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) cuenta con el proyecto Convivencias en Red, que ofrece herramientas para entender la desinformación existente on line, aprender a contar historias y construir espacios de respeto y de construcción colectiva en las redes. “Empezamos el año pasado, pero ya tenemos conversaciones con algunas Secretarías de Educación para llevarlo a los colegios. Eso es algo que tenemos en mente”, asegura Ricardo Corredor, director del FNPI. Estos recursos digitales se pueden encontrar en la página web del Centro Gabo.

Empezar por los mayores
Silvia Rosenthal, autora del libro Making Thinking Visible, Meaningful, Shareable, and Amplified, siempre le pregunta a los demás profesores si saben cómo leer un tuit, que tiene un hashtag, que los dirige a una conversación de TED, que tiene un ‘meme’ sacado de un blog en su sección de comentarios. “¿No? ¿Ustedes no saben cómo leer y contribuir en ese flujo? Entonces son unos analfabetas digitales, o están en camino de serlo”, dice.

Y es que es muy difícil enseñar a los alumnos a leer y escribir en los nuevos códigos de los medios si el maestro no sabe cómo. Conforme ha venido señalando Semana Educación, que sean nativos digitales no significa que sean expertos en el uso de la red. “Los chicos tienen la facilidad de usar la tecnología para moverse socialmente. No le temen a oprimir un botón y ver qué pasa. Pero no saben cómo usarla para aprender”, señala Rosenthal.

Por eso, el primer reto es que los maestros aprendan, también, el lenguaje de las redes sociales. Que el 45 por ciento de los centennials diga que YouTube es su medio preferido para el aprendizaje y el 47 por ciento de ellos pase más de tres horas diarias en esta plataforma –como encontró un estudio reciente de Pearson–, es un llamado a que los educadores investiguen cuáles son las herramientas retóricas que lo hacen tan atrayente para los niños (y las sepan incluir en su clase), y que los padres conozcan qué youtubers (y por qué) ve su hijo.

Es un proceso. Hasta ahora, los ejemplos de instituciones educativas en todo el mundo que abordan a fondo este tipo de alfabetización se cuentan casi con las manos. En especial en los colegios, donde el hecho de que sea un componente transversal contribuye a que se difumine o se fusione en otros programas de ciudadanía digital. Pero cada vez cobran más fuerza.

“Yo estoy optimista”, dice Smith, “pienso que el fenómeno de las noticias falsas ha avanzado la discusión sobre la alfabetización mediática en todo el mundo. La desinformación ha rondando siempre, pero ahora viaja a la velocidad de la luz y aparenta ser legítima. La responsabilidad queda sobre nosotros. ¡El mejor filtro ante las noticias falsas lo tenemos nosotros mismos entre oreja y oreja!”.

 Recomendaciones

1. Busque la fuente
Revise que las citas y referencias en una noticias sean reales. Muchas fábricas de noticias falsas usan un URL casi idéntico al de medios conocidos. Por otro lado, páginas como Wikipedia pueden tener contenido valioso siempre y cuando coteje que tenga fuentes suficientes y fiables.

2. Lea más allá
No hay que quedarse solo con el titular. Antes de compartir u opinar sobre una nota, léala completa.

3. Verifique la fecha
Mucha información, especialmente fotos y videos, vuelve a surgir descontextualizada tiempo después en las redes sociales. Por eso, asegúrese de que sea reciente. En páginas como Google Images puede subir una foto y encontrar si ya se ha usado en otros sitios.

4. Acuda al que sabe
Hay páginas de verificación, como el detector de mentiras de La Silla Vacía, y extensiones para el navegador, como Media Bias o B.S. Detector, que ayudan a identificar los sitios de contenido dudoso y el sesgo ideológico de diferentes portales en Internet.

5. Revise quién escribe
¿Es un autor o un medio reconocido? Lo más probable es que un portal con muchas visitas y una trayectoria reconocida cuide más la veracidad de sus fuentes. Las fábricas de noticias tienden a cerrarse y volverse a abrir con regularidad.

6. ¿Solo una?
Si la noticia es real lo más probable es que varios portales hablen de ella. Si lee algo que le llame la atención, búsquelo también en otras partes. Puede que encuentre otros enfoques o que no es verdad.

7. Cuidado con los chistes
¡Pilas! Muchas páginas como Actualidad Panamericana se dedican al contenido humorístico. Si es demasiado extravagante para ser verdad, lo más probable es que no lo sea.

8. Considere su sesgo
Tenga en cuenta que sus creencias pueden alterar su opinión. Despréndanse, busque opiniones, noticias y enfoques que contradigan lo que ya sabe. La confrontación de ideas solo enriquece el debate.

PARA QUE SIRVEN LOS NANOSATÉLITES

Se espera que estos nanosatélites llamados Sprites se conviertan en la piedra angular de futuras misiones de exploración interestelar.

El ser humano no ha dudado en desarrollar grandes avances a lo largo de su historia para descubrir el mundo que lo rodea: primero lo hizo en la Tierra, donde no quedan ya demasiados rincones vírgenes por explorar; y, desde el siglo pasado, ha puesto su mira en las estrellas. El sistema estelar más cercano al Sol es Alfa Centauri, y, en torno a una de sus tres estrellas –la enana roja Próxima Centauri– orbita el exoplaneta Próxima b, que podría reunir las condiciones para albergar vida y se encuentra a 4,2 años luz de la Tierra, por lo que ha suscitado el interés de la comunidad científica.

En abril del año pasado, el astrofísico Stephen Hawking explicó, en el marco de la iniciativa internacional Breakthrough Starshot, que, trabajando en colaboración con la NASA, tienen la pretensión de construir nanonaves del tamaño de una mariposa –llamadas StarChips– y dotadas de velas solares, que podrían realizar el viaje desde la Tierra hasta Alfa Centauri en solo veinte años (en comparación con los miles de años que le llevaría semejante periplo a una nave estándar de las actuales).

En este proyecto, Hawking cuenta con el apoyo del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y del magnate ruso Yuri Milner, y, en uno de sus primeros pasos, acaba de lanzar al espacio los satélites más pequeños de la historia, que vendrían a sentar las bases para ese futuro viaje interestelar rumbo a Alfa Centauri, aunque no son escasos los retos tecnológicos a los que se enfrentan los responsables de esta iniciativa para que llegue ese ambicioso momento.
Del tamaño de un sello

Estos minisatélites que acaban de lanzarse, y que han recibido el nombre de Sprites, son del tamaño de un sello de correos –con una placa de apenas 3,5 centímetros cuadrados y un peso aproximado de solo 4 gramosy reúnen en su miniaturizada electrónica sensores, computadoras, paneles solares y radios.

Fue el pasado 23 de junio/2017 cuando Breakthrough Starshot lanzó dos de estos minisatélites transportados como cargas secundarias por sendos satélites: el letón Venta y el italiano Max Valier. Ambos Sprites están unidos al exterior de sus respectivos satélites y, según sus estaciones terrestres, situadas en California y Nueva York, se han recibido señales de radio del Venta –que también pueden captar sin demasiada dificultad radioaficionados de todo el mundo– y están intentando establecer comunicaciones con el Max Valier, que podría haber presentado un problema en su antena de radio.

Pese a este último contratiempo, Zac Manchester, director del proyecto e investigador e ingeniero aeroespacial, se mostraba optimista sobre la misión: “Nuestro principal objetivo era demostrar que los sistemas de comunicaciones y energía de un Sprite podían funcionar en el espacio; esos son los datos básicos que necesitamos para seguir adelante. Desde nuestra perspectiva, este experimento ha sido cien por cien un éxito”, comentaba a la revista Scientific American.
Si se llegan a fabricar en masa, estos nanosatélites de coste muy bajo podrían ser desplegados y conectados en red para crear un sistema de sensores sin precedentes en la exploración del espacio, sin necesidad de exponer naves mayores y mucho más caras en ese empeño del hombre de llegar a enviar naves, algún día, a distancias interestelares.

QUE HACER SI EXPLOTA UNA BOMBA ATOMICA

La Guerra Fría terminó hace más de dos décadas y muchas personas nunca han vivido bajo la sombra de amenazas nucleares y radiológicas. Sin embargo, un ataque nuclear es una amenaza muy real. La política mundial está lejos de ser estable y la naturaleza humana no ha cambiado en nada en las últimas dos décadas. “El sonido más persistente que reverbera durante toda la historia del hombre es el de los tambores de guerra”.

Mientras existan las armas nucleares, siempre existirá el peligro de que las usen.

¿Es posible sobrevivir a la guerra nuclear? Solo existen conjeturas, ya que algunos dicen que sí mientras que otros dicen que no. Ten en cuenta que las armas termonucleares modernas son muchos cientos y, en el caso de las más grandes, varios miles de veces más poderosas que las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki in 1945. En realidad, no comprendemos por completo lo que ocurrirá cuando miles de estas armas se detonen al mismo tiempo. Para algunos, sobre todo para aquellos que viven en los grandes centros urbanos, puede parecer un esfuerzo completamente inútil.

Si es posible sobrevivir, solo lo harán aquellos que estén mental y logísticamente preparados para tal acontecimiento y que vivan en áreas muy remotas que no tengan una importancia estratégica.

Prepararte con anticipación

Elabora un plan. Si se produce un ataque nuclear, no será seguro aventurarte al exterior para buscar comida; debes permanecer refugiado al menos unas 38 horas, de preferencia por más tiempo. Tener comida y suministros médicos a la mano puede tranquilizarte y permitirte concentrarte en otros aspectos de la supervivencia.

Almacena alimentos no perecibles. Los alimentos no perecibles pueden duran varios años, ya sea que estén almacenados o que los uses después de un ataque. Elige alimentos que contengan muchos carbohidratos para obtener una gran cantidad de calorías y almacénalos en un lugar fresco y seco.
arroz blanco (deben estar guardados en un contenedor hermético para evitar gorgojos)

trigo
frijoles (deben estar guardados en un contenedor hermético para evitar gorgojos)
azúcar
miel
avena
pasta
leche en polvo
frutas y verduras secas

Acumula tus suministros lentamente. Cada vez que vayas al supermercado elige uno o dos alimentos más para tu almacén. Con el tiempo, podrás desarrollar un suministro para varios meses.
Asegúrate de tener un abrelatas para los alimentos enlatados.

Almacena agua. Considera la posibilidad de tener un suministro de agua en recipientes plásticos de calidad alimentaria. Límpialos con una solución de lejía y luego llénalos con agua filtrada y destilada.
Opta por almacenar aproximadamente unos 4 litros (1 galón) de agua por persona al día.
Para purificar el agua en el caso de un ataque, ten a la mano lejía de uso doméstico y yoduro de potasio (disolución de Lugol).

Consigue algún tipo de medio para comunicarte. Ser capaz de mantenerte informado, así como de alertar a los demás de tu posición puede ser muy importante. Estos son los objetos que podrías necesitar:
Una radio: procura encontrar una que funcione con una manivela o con energía solar. Si tienes una que funcione con baterías, asegúrate de tener unas de repuesto a la mano. Si vives en los Estados Unidos, considera la posibilidad de conseguir una radio NOAA, la cual transmitirá información de emergencia las 24 horas del día.
Un silbato: puedes usarlo para pedir ayuda.
Un teléfono celular: el servicio de telefonía celular podría estar operativo o no, pero de cualquier modo querrás estar preparado. Si puedes, consigue un cargador solar apto para el modelo de tu dispositivo.

Almacena suministros médicos. Tener unos cuantos artículos médicos disponibles podría ser la diferencia entre la vida y la muerte en caso de que salgas herido durante el ataque. Necesitarás:

Un kit básico de primeros auxilios: puedes comprarlo preempaquetado o hacer uno tú mismo. Necesitarás gasa y vendas esterilizadas, ungüento antibiótico, guantes de látex, tijeras, pinzas, un termómetro y una manta.
Un folleto de instrucciones para primeros auxilios: compra uno en una organización como la Cruz Roja o arma el tuyo propio con materiales que imprimas de Internet. Debes saber cómo vendar heridas, administrar la reanimación cardiopulmonar (RCP), tratar choques y quemaduras.
Medicamentos o suministros con receta: si tomas algún medicamento en específico diariamente, asegúrate de contar con un pequeño suministro de emergencia.

Consigue otros artículos diversos. Completa el kit para casos de emergencia con los siguientes artículos:
una linterna y baterías
mascarillas para el polvo
láminas de plástico y cinta americana
bolsas para basura, lazos de plástico y toallitas húmedas para el aseo personal
una llave inglesa y alicates para cortar los servicios públicos como el gas y el agua

Revisa las noticias. Es poco probable que una nación enemiga realice un ataque nuclear sin previo aviso. Es probable que este ataque sea producto de una situación política deteriorada. Una guerra con armas convencionales entre naciones que poseen armamento nuclear, de no terminar rápidamente, podría convertirse en una guerra nuclear e incluso los ataques nucleares limitados a una sola región están propensos a intensificarse y a convertirse en una guerra nuclear en otra parte. Muchos países poseen un sistema de clasificación para denotar la inminencia de un ataque. Por ejemplo, en los Estados Unidos y en Canadá podría ser útil conocer el nivel DEFCON (“DEFense CONdition” o estado de defensa).

Evalúa el riesgo y considera la posibilidad de una evacuación si existe la probabilidad de un ataque nuclear. Si la evacuación no es una opción, entonces debe afectar al menos al tipo de refugio que construyas por tu cuenta. Conoce tu cercanía a los siguientes objetivos y elabora un plan apropiado:
Los aeródromos y las bases navales, sobre todo los conocidos por albergar a bombarderos nucleares, los submarinos de misiles balísticos o los silos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) son objetivos seguros incluso en un ataque nuclear limitado.
Los puertos comerciales y las pistas de aterrizaje con más de 3000 m (10 000 pies) de largo son objetivos probables durante un ataque nuclear limitado y objetivos seguros en una guerra nuclear total.
Los centros de gobierno son objetivos probables durante un ataque nuclear limitado y objetivos seguros en una guerra nuclear total.
Las grandes ciudades industriales y los principales centros urbanos son objetivos probables en el caso de una guerra nuclear total.

Conoce los tipos diferentes de armas nucleares:
Las bombas de fisión (bombas A) son el arma nuclear más básica y se incorporan a las otras clases de armas. El poder de esta bomba radica en la división de los núcleos pesados (plutonio y uranio) con neutrones. A medida que el uranio o el plutonio se dividen cada átomo libera grandes cantidades de energía y más neutrones. Los neutrones resultantes causan una reacción nuclear en cadena extremadamente rápida. Hasta el momento, las bombas de fisión son el único tipo de bomba nuclear que se utiliza en la guerra. Este es el tipo de bomba que los terroristas tienen más probabilidades de usar.
Las bombas de fusión (bombas H), al utilizar el calor increíble que produce el “tapón de ignición” de una bomba de fisión, comprimen y calientan el deuterio y el tritio (isótopos de hidrógeno) que se fusionan liberando cantidades enormes de energía. Las armas de fusión también son conocidas como armas termonucleares debido a las altas temperaturas que se necesitan para fusionar el deuterio y el tritio. Por lo general, estas armas son muchos cientos de veces más poderosas que las bombas que destruyeron Nagasaki e Hiroshima. La mayor parte del arsenal estratégico de los Estados Unidos y de Rusia se compone de este tipo de bombas.
Sobrevivir a un ataque inminente
Busca refugio de inmediato. Además de las señales de alarma geopolíticas, las primeras advertencias de un ataque nuclear inminente probablemente serán una alarma o una señal de advertencia; de lo contrario, será la explosión misma la que te lo indique. La luz brillante de la detonación de un arma nuclear puede verse a decenas de kilómetros de distancia de la zona cero. Si te encuentras en las inmediaciones de la explosión (o en la zona cero), tus probabilidades de supervivencia son prácticamente inexistentes a menos que te encuentres en un refugio que proporcione una protección muy (MUY) buena contra las explosiones. Si te encuentras a unos cuantos kilómetros de distancia, tendrás unos 10 o 15 segundos hasta que la ola de calor te alcance y quizás de 20 a 30 segundos hasta que la onda de choque lo haga. Bajo ninguna circunstancia mires directamente a la bola de fuego. En un día claro, puede provocarte ceguera temporal a distancias muy grandes. Sin embargo, el radio de daño real es sumamente variable dependiendo del tamaño de la bomba, de la altitud de la explosión e incluso de las condiciones meteorológicas en el momento de la explosión.
Si no puedes encontrar un refugio, busca un área cercana que tenga depresiones y recuéstate boca abajo exponiendo la menor cantidad de piel posible. Si no encuentras un refugio de este tipo, cava tan rápido como puedas. Incluso a unos 8 km (5 millas) sufrirás quemaduras térmicas de tercer grado y aún a los 32 km (20 millas) de distancia el calor te quemará la piel. El viento mismo llegará a unos 960 km/h (600 mph) y arrasará con todo lo que esté a su paso.
Si las alternativas anteriores no funcionan, refúgiate en el interior de una estructura si y solo si puedes estar seguro de que no sufrirá un daño significativo producto de la explosión y del calor. Este lugar te proporcionará al menos un poco de protección contra la radiación. La viabilidad de esta alternativa depende de la construcción de dicha estructura y de qué tan cerca estés de la zona cero. Aléjate lo más que puedas de las ventanas, de preferencia quédate en una habitación que no las tenga; incluso si la estructura no sufre un daño sustancial, una explosión nuclear destruirá todas las ventanas ubicadas a distancias muy grandes.
Si vives en Suiza o en Finlandia, revisa si tu casa tiene un refugio atómico. Si no lo tiene, determina el lugar donde se encuentra el refugio atómico de tu pueblo, ciudad o distrito y averigua cómo llegar ahí. Recuerda: en cualquier parte de Suiza podrás encontrar un refugio atómico. Cuando las sirenas suenan en Suiza, se aconseja que informes a aquellos que no puedan oírlas (p.ej., a las personas sordas) y luego escucha los servicios de radio nacionales (RSR, DRS o RTSI).
No te acercas a objetos inflamables o a combustible. Las sustancias como el nailon o cualquier material a base de aceite se prenderán a causa del calor.

Recuerda que la exposición a la radiación podría provocar un gran número de muertes.

Radiación inicial (rápida). Esta es la radiación liberada al momento de la detonación, su duración es breve y viaja distancias cortas. Con el rendimiento de las armas nucleares modernas, se cree que matará a unos cuantos que no mueran a causa de la explosión o del calor a la misma distancia.

Radiación residual, conocida como lluvia radiactiva. Si la detonación fue una explosión superficial o si la bola de fuego golpea la tierra, se producirá grandes cantidades de lluvia radiactiva. El polvo y los desechos liberados en la atmósfera caen en forma de lluvia, trayendo consigo cantidades peligrosas de radiación. La lluvia radiactiva puede caer en forma de hollín negro contaminado, conocido como “lluvia negra”, el cual es altamente fatal y puede tener una temperatura extrema.

La lluvia radiactiva contaminará todo lo que toque.
Si has sobrevivido a la explosión y a la radiación inicial (al menos por ahora, ya que los síntomas de la radiación tienen un periodo de incubación), debes encontrar protección contra el hollín negro en llamas.

Conoce los tipos de partículas radiactivas. Antes de continuar, es necesario mencionar los tres tipos diferentes:

Partículas alfa: son las más débiles y durante un ataque son prácticamente inexistentes como amenaza. Las partículas alfa sobrevivirán por solo unos cuantos centímetros en el aire antes de que la atmósfera las absorba. Representan una amenaza mínima desde el exterior, pero son fatales si se ingieren o se inhalan. La ropa convencional te mantendrá protegido de estas partículas.
Partículas beta: son más rápidas que las partículas alfa y pueden penetrar a mayor profundidad. Viajarán por hasta 10 m (10 yardas) antes de que la atmósfera las absorba. La exposición a estas partículas no es fatal a menos que sea por periodos de tiempo prolongados, lo que podría provocar “quemaduras beta”, que son casi tan dolorosas como las quemadura de sol. Sin embargo, representan una amenaza seria para los ojos si la exposición es por un tiempo prolongado. Una vez más, estas partículas son dañinas si se ingieren o se inhalan y la ropa puede ayudar a evitar las quemaduras beta.
Rayos gama: los rayos gamma son los más letales. Pueden viajar por casi 1,5 km (1 milla) en el aire y penetran casi cualquier tipo de blindaje. Por lo tanto, la radiación gamma provocará un daño grave a los órganos internos incluso como una fuente externa. Para este caso se necesita contar con el blindaje adecuado.

El factor de protección contra la radiación de un refugio te indicará cuántas veces menos radiación recibirá una persona en el interior en comparación con el espacio abierto. Por ejemplo, un factor de protección de 300 significa que recibirás 300 veces menos radiación en el refugio que si estuvieras en el exterior.

Evita exponerte a la radiación gamma. Procura no pasar más de cinco minutos expuesto. Si te encuentras en una zona rural, intenta encontrar una cueva o un tronco caído en el que puedas meterte. De lo contrario, cava una zanja en la que puedas permanecer y rodéate de tierra apilada.

Comienza a reforzar tu refugio desde el interior al apilar tierra alrededor de las paredes o cualquier otra cosa que puedas encontrar. Si te encuentras en una zanja, crea un techo, pero solo si los materiales están cerca; no te expongas innecesariamente. La tela de un paracaídas o de una tienda de campaña te protegerá de los desechos radiactivos, aunque no detendrá a los rayos gamma. En un nivel básicamente físico, es imposible protegerte completamente de toda la radiación. Solo es posible reducirla hasta un nivel tolerable. Utiliza la siguiente información para poder determinar la cantidad de materiales que necesitarás para reducir la penetración de la radiación a 1/1000:
acero: 21 cm (0,7 pies)
roca: de 70 a 100 cm (de 2 a 3 pies)
concreto: 66 cm (2,2 pies)
madera: 2,6 m (8.8 pies)
tierra: 1 m (3,3 pies)
hielo: 2 m (6,6 pies)
nieve: 6 m (de 20 a 22 pies)

Planifica quedarte en tu refugio por un tiempo mínimo de 200 horas (de 8 a 9 días). Bajo ninguna circunstancia abandones el refugio durante las primeras 48 horas.
La razón de esto es evitar los “productos de la fisión” que se crean a partir de una explosión nuclear. El más letal de ellos es el yodo radiactivo. Por suerte, el radio yodo tiene un periodo de semidesintegración relativamente corto de unos ocho días (el tiempo que le toma a la mitad descomponerse naturalmente en isotopos más seguros). Ten en cuenta que incluso después de 8 o 9 días, aun quedará mucho radioyodo en los alrededores, así que limita tu exposición. Puede tomar hasta 90 días para que la cantidad de este compuesto llegue hasta el 0,1 % de la cantidad inicial.

Los otros productos principales que surgen de la fisión nuclear son el cesio y el estroncio. Ellos poseen periodos de desintegración más largos de 30 y 28 años respectivamente. También son muy fáciles de absorber y pueden hacer que los alimentos sean peligrosos durante décadas. Estos materiales pueden viajar miles de kilómetros con el viento, así que si crees que estarás seguro en un área remota, estás equivocado.

Raciona tus suministros. Como es obvio, deberás racionar tus suministros para sobrevivir, ya que a la larga tendrás que exponerte a la radiación (a menos que te encuentres en un refugio específico con agua y comida).
Los alimentos procesados son buenos para comer, siempre y cuando el recipiente no tenga agujeros y esté relativamente intacto.

Puedes comer animales, pero debes despellejarlos cuidadosamente descartando el corazón, el hígado y los riñones. Procura no comer carne que esté demasiado cerca al hueso, ya que la médula ósea retiene la radiación.

Las plantas que se encuentran en una “zona caliente” son comestibles; se recomienda especialmente aquellas que tienen raíces comestibles o que crecen bajo tierra (como zanahorias y papas).
El agua expuesta puede contener partículas radiactivas y ser dañina. En este caso, el agua proveniente de una fuente subterránea, como la de un manantial o una que esté bien cubierta, es tu mejor alternativa. Considera la posibilidad de hacer un destilador solar con forma de hoyo tal como se describe en el artículo Cómo hacer agua en el desierto. Utiliza el agua de los arroyos y lagos únicamente como último recurso. Crea un filtro al cavar un hoyo de aproximadamente 30 cm (1 pie) desde la orilla y al sacar el agua que se filtra en él. El agua podría estar turbia o lodosa, por lo que debes permitir que los sedimentos se asienten, luego hiérvela para asegurarte de que esté libre de bacterias. Si estás en una edificación, el agua generalmente es segura. Pero si no hay (que es lo más probable), utiliza la que ya se encuentra en las tuberías al abrir el grifo en el punto más alto de la casa para permitir que el aire entre, luego abre el grifo ubicado en la parte más baja para drenar el agua.
Usa toda la ropa que puedas ponerte (sobreros, guantes, lentes, camisa de manga larga cerrada, etc.), sobre todo cuando estés en el exterior, para evitar las quemaduras beta. Descontamínate al sacudirte la ropa constantemente y al lavar con agua cualquier parte expuesta de tu piel. Con el tiempo, los residuos que queden en tu piel causarán quemaduras.

Trata las quemaduras térmicas y por radiación.
Quemadura menor: se le conoce también como quemadura beta (aunque podría producirse a causa de cualquier otra partícula). Sumerge las quemaduras beta en agua fría hasta que el dolor disminuya (generalmente por 5 minutos).
Si la piel comienza a ampollarse, a chamuscarse o a agrietarse, lávala con agua fría para eliminar los contaminantes; luego cúbrela con una compresa estéril para prevenir la infección ¡No revientes las ampollas!
Si la piel no se ampolla, se chamusca o se agrieta, no la cubras aun cuando el daño se encuentre en una gran parte del cuerpo (casi como una quemadura de sol). En lugar de eso, lava el área y cúbrela con vaselina o con una solución de polvo de hornear y agua en caso la tengas a tu disposición. La tierra húmeda (descontaminada) también servirá.
Quemadura grave: se le conoce también como quemadura térmica, ya que se produce mayormente a causa del calor de alta intensidad generado por la explosión y no de las partículas ionizantes, aunque también puede producirse a causa de estas últimas. Este tipo de quemadura puede ser fatal, ya que todo se convierte en un factor: pérdida de agua, choque, daño pulmonar, infección, etc.

Si tienes ropa que cubre el área, córtala con cuidado y retírala. NO intentes sacarte la ropa que se haya adherido o se haya fusionado con la quemadura. NO trates de pasar la ropa por encima de la quemadura para sacártela. TAMPOCO apliques ningún ungüento en el área. Lo mejor es que llames a emergencias.
Lava cuidadosamente el área quemada SOLO con agua. NO apliques cremas ni ungüentos.
No utilices un típico vendaje médico estéril que no sea específicamente apto para quemaduras. Dado que los vendajes para quemaduras no adhesivos (al igual que todos los demás suministros médicos) tienen más probabilidades de escasear, una buena alternativa es emplear una envoltura de plástico (también conocida
como envoltura de saran, envoltura para alimento y papel film), la cual es estéril, no se adhiere a las quemaduras y está más disponible.
Evita el choque. El choque es el flujo inadecuado de sangre hacia los tejidos y órganos vitales. Si no se trata, puede ser fatal. El choque es el resultado de una pérdida de sangre excesiva, de quemaduras graves o de una reacción al contemplar una herida o la sangre. Las señales del choque son inquietud, sed, piel pálida y un ritmo cardiaco acelerado. El sudor puede producirse incluso si la piel se siente fría y húmeda. A medida que empeora, la persona comienza a producir jadeos rápidos y cortos además de tener una mirada vacía. Para tratarlo es necesario mantener el ritmo cardiaco y la respiración a un nivel adecuado al masajear el pecho y colocar a la persona en una postura apropiada para que respire. Afloja cualquier prenda apretada y tranquiliza a la persona. Sé firme pero cuidadoso y confía en ti mismo.

Siéntete libre de ayudar a las personas que sufran del síndrome de irradiación aguda. No es contagiosa y todo depende de la cantidad de radiación que se haya recibido. Esta es una versión condensada de la tabla:

Familiarízate con las unidades de radiación. Gy (gray): es la unidad del Sistema Internacional de Unidades (SI) que se utiliza para medir la dosis de radiación ionizante absorbida. 1 Gy = 100 rad. Sv (Sievert): es la unidad del SI de la dosis equivalente, 1 Sv = 100 REM. Para propósitos de simplificación, 1 Gy generalmente equivale a 1 Sv.

Menos de 0,05 Gy: no hay síntomas visibles.
De 0,05 a 0,5 Gy: disminución temporal del conteo de glóbulos rojos.
De 0,5 a 1 Gy: disminución en la producción de células inmunitarias. Los síntomas más frecuentes son susceptibilidad a las infecciones, náuseas, dolor de cabeza y vómito. Por lo general, es posible sobrevivir a esta cantidad de radiación sin recibir ningún tratamiento médico.
De 1,5 a 3 Gy: 35 % de los que sufren esta exposición mueren en un período de 30 días (DL50/30). Los síntomas son náuseas, vómitos y pérdida de cabello en todo el cuerpo.
De 3 a 4 Gy: envenenamiento por radiación grave, 50 % de los afectados mueren al cabo de 30 días (DL 50/30). Los otros síntomas son similares a los de una dosis de 2 a 3 Sv, con un sangrado incontrolable en la boca, debajo de la piel y en los riñones (50 % de probabilidad en dosis de 4 Sv) después de la fase latente.
De 4 a 6 Gy: envenenamiento por radiación agudo, 60 % de los afectados mueren al cabo de 30 días (DL 60/30). La mortandad aumenta de un 60 % en dosis de 4.5 Sv a un 90 % en dosis de 6 Sv (a menos que se proporcione un cuidado médico intenso). Los síntomas comienzan una media hora o dos después de la irradiación y duran hasta por 2 días. Después de eso, se produce una fase latente de 7 a 14 días, luego de la cual generalmente aparecen los mismos síntomas que en una irradiación de 3 a 4 Sv, pero con una mayor intensidad. La esterilidad femenina es común en este punto. La convalecencia dura varios meses hasta un año. Las causas principales de muerte (generalmente dentro de un periodo de 2 a 12 semanas después de la irradiación) son las infecciones y el sangrado interno.
De 6 a 10 Gy: envenenamiento por radiación agudo con cerca del 100 % de muerte al cabo de 14 días (DL 100/14). La supervivencia depende de un tratamiento médico intenso. La médula ósea está casi o completamente destruida, por lo que se necesita un trasplante. El tejido gástrico e intestinal está gravemente dañado. Los síntomas comienzan a los 15 o 30 minutos después de la irradiación y duran hasta por 2 días. Posteriormente, existe una fase latente de 5 a 10 días después de la cual la persona muere a causa de infección o de sangrado interno. La recuperación tomaría varios años y probablemente nunca sea total. Devair Alves Ferreira recibió una dosis de aproximadamente 7,0 Sv durante el accidente de Goiânia y sobrevivió, en parte debido a su exposición fraccionada.
De 12 a 20 REM: en esta etapa la probabilidad de muerte es de un 100 % y los síntomas aparecen de inmediato. El sistema digestivo está completamente destruido. Se produce un sangrado incontrolable en la boca, debajo de la piel y en los riñones. El cansancio y la enfermedad en general se hacen sentir. Los síntomas son los mismos que los mencionados previamente, pero con una intensidad mayor. No es posible recuperarse de esta dosis de radiación.
Más de 20 REM. Aparecen los mismos síntomas de manera instantánea, con una intensidad mayor y luego cesan durante varios días en la fase del “fantasma que camina” (walking ghost). De repente, las células gastrointestinales se destruyen provocando una pérdida de agua y un sangrado excesivo. La muerte comienza con delirios y locura. Cuando el cerebro no puede controlar las funciones corporales, tales como la respiración o la circulación sanguínea, la persona muere. No existe ninguna terapia médica que pueda revertir esta condición y la ayuda médica se brinda únicamente para darle comodidad al paciente.
Por desgracia, debes aceptar que una persona podría morir pronto. Si bien es duro, no pierdas las raciones o los suministros en aquellos que morirán a causa del síndrome de irradiación aguda. Conserva las raciones para mantenerte en forma y saludable en caso de que los suministros escaseen. El síndrome de irradiación aguda es frecuente entre las personas más jóvenes, las más ancianas y las que están enfermas.

Protege los equipos eléctricos contra los pulsos electromagnéticos (EMP, por sus siglas en inglés). Un arma nuclear que detona a una gran altitud generará un pulso electromagnético tan poderoso que puede destruir los dispositivos electrónicos y eléctricos. Por lo menos, desconecta todos los dispositivos de los tomacorrientes y las antenas. Colocar las radios y las linternas en un contenedor de metal SELLADO (una “jaula de Faraday”) puede protegerlos del pulso electromagnético, siempre y cuando dichos objetos no estén en contacto con el contenedor. El blindaje de metal debe rodear por completo a los objetos protegidos y es mucho mejor si tiene una conexión a tierra.

Los objetos que quieras proteger deben estar aislados del armazón conductor, ya que el campo del pulso electromagnético que pasa por todo el contenedor aún puede inducir voltaje en las placas de circuitos en estado sólido. Una manta isotérmica metalizada (cuyo precio bordea los $2,00) envuelta fijamente alrededor de un dispositivo envuelto a su vez en papel o algodón puede actuar como una jaula de Faraday, la cual es útil si se está lejos de la explosión.
Otro método es envolver una caja de cartón en cobre o en papel aluminio. Coloca los objetos dentro y conecta el dispositivo a tierra.
Prepárate para los ataques posteriores. Lo más probable es que un ataque nuclear no sea un suceso aislado. Prepárate para otro ataque o ataques de las naciones enemigas o para una invasión.
Mantén el refugio intacto, a menos que los materiales que utilizaste sean absolutamente necesarios para tu supervivencia. Recoge el exceso de agua limpia y comida que tengas a disposición.
No obstante, si la nación enemiga repite el ataque, lo más probable es que sea en otra zona del país. Si todo lo demás falla, vive en una cueva.

Consejos
Asegúrate de lavar todo, especialmente la comida, incluso si te encuentras dentro del refugio.
Asegúrate de actualizarte con las indicaciones y anuncios más recientes del gobierno.
No salgas a menos que tengas un traje anticontaminación y debes tener cuidado con alguna otra arma nuclear o los tanques.
Construye un refugio nuclear en casa con anticipación. Los refugios nucleares en casa pueden construirse utilizando un sótano o una bodega. Sin embargo, muchas estructuras nuevas ya no cuentan con estos ambientes, así que en ese caso, considera la posibilidad de construir un refugio comunitario o uno privado en tu patio trasero.

Advertencias
Tómate el tiempo para aprender todo lo que puedas acerca de esta emergencia. Cada minuto que pases aprendiendo “lo que debes hacer y lo que es seguro” te ahorrará un tiempo valioso cuando surja la necesidad. Depender de la esperanza y de la suerte en una situación como esta es algo imprudente.
Incluso después de que sea seguro abandonar el refugio, la ley local y el gobierno federal se encontrarán en crisis. Podrían suceder cosas malas, así que mantente oculto hasta que sea seguro. En términos generales, si ves tanques (a menos que sean hostiles), significa que se ha restaurado algún tipo de orden.
Infórmate acerca de si habrá un ataque en represalia o una segunda explosión en tu área. En ese caso, debes esperar otras 200 horas (de 8 a 9 días) desde la última detonación.
No comas, bebas o entres en contacto con cualquier planta, corriente de agua u objeto metálico que encuentres en un área desconocida.
No te expongas. No es seguro cuántos roentgens puede recibir una persona sin padecer del síndrome de irradiación aguda. Normalmente se requiere de 100 a 150 roentgens para tener una enfermedad leve a la que se pueda sobrevivir. Aun cuando no mueras a causa de esta condición, aun puedes padecer de cáncer en el futuro.
Nunca pierdas la calma, especialmente si eres quien está a cargo. Esto es importante para mantener un nivel alto de moral entre los demás, lo cual es esencial en este tipo de situaciones.

QUE HACER PARA SER MÁS EFICIENTE CON LO MISMO



Excelencia operacional y rediseño de procesos apuntan a la imperiosa necesidad de las compañías de hoy de ser más eficientes con los mismos recursos y en los mismos espacios.

¿Cómo lograrlo?

No esperemos a tener un incendio, a tener números en rojo, a que la competencia haga para yo hacer. No esperemos a que algún ente gubernamental nos exija mejores procesos, mejor servicio y menos cobros a los clientes. Los objetivos deben venir desde adentro, de un liderazgo en dónde el jefe no tiene que saber más ni demostrarlo; lo que sí debe ser es un buen comunicador e integrador de su equipo para que conjuntamente se creen y se obtengan las herramientas para lograr el anhelado mejoramiento continuo. Es un liderazgo que finalmente debe tener como objetivo el cliente y que a su vez redundará en beneficios para la empresa.

Una herramienta excelente y probada, que además es una filosofía de vida que se llama LEAN. Se gestó alrededor de 1930 y con más fuerza después de la segunda guerra mundial en el Japón, en la Fábrica de Toyota (manufactura) y hoy es aplicada en todos los sectores económicos ¿Qué significa, en muy pocas palabras?: Maximizar el valor para el cliente eliminando desperdicios en los procesos. Es a esta sencilla conclusión a lo que debemos llegar; a volvernos expertos en identificar los desperdicios (Mudas) y eliminarlos; convertirnos en motores de mejoramiento continuo.

En LEAN los Líderes no tienen equipos que trabajan para ellos, al revés, ellos trabajan para sus equipos. Los operadores son los que tienen las respuestas. Las decisiones no se toman en las oficinas más altas, grandes y elegantes de los edificios. Las decisiones se  toman en el piso de manufactura, en la oficina de los clientes, en la sala de espera de urgencias, en la sala de cirugía. Es allí donde está el conocimiento, donde se transforman y se crean los productos, en donde se innova y en donde nace la eficiencia al hacer los procesos sencillos.

No incrementemos más el gasto en Tecnología y en Estructura Organizacional como si fueran panaceas, sin antes empezar a pensar distinto y a liderar distinto, que con seguridad con lo que tenemos podemos llegar a producir mucho más y con mayor rentabilidad.

Seguir en Facebook

TuMesaDeDinero

https://support.google.com/adsense/answer/6185995

Anuncios