Las
guerras civiles, las manifestaciones populares, los ataques terroristas y los
gobiernos dictatoriales marcan el pulso de un tablero internacional cada vez
más inestable. Cuáles son y en qué consisten las principales disputas que
azotan el globo
Las constantes en el escenario internacional están lejos
de ser la paz y la estabilidad. Muy por el contrario, el mundo es escenario de conflictos con raíces
políticas, étnicas, religiosas, sociales y económicas que en la mayoría de los
casos desembocan en violentas crisis, de las que ninguna región del
globo parece estar exenta. A continuación se enumeran las principales disputas
que incluyen conflictos armados internos, protestas y manifestaciones populares
y crisis regionales.
COLOMBIA
El conflicto armado ha marcado el ritmo de la vida
política y social colombiana desde hace medio siglo y, según un informe de 2014
de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, ha afectado a más 6 millones de
personas, entre muertos, desplazados, heridos o secuestrados.
En
1948 comenzó en el país un período de violencia bipartidista entre
conservadores y liberales que, con los años y con el desarrollo de
diferentes expresiones de izquierda -sobre todo después de la Revolución Cubana
en 1959-, decantó en el surgimiento de las FARC, principal guerrilla del país.
El
trasfondo del conflicto armado es una disputa también histórica por la posesión
de la tierra, a lo que se suman distintas problemáticas derivadas de una fuerte
presencia indígena en varias regiones y al desarrollo del narcotráfico.
Las décadas del 70, 80 y 90, se caracterizaron por la compra por parte de
poderosos grupos de narcotraficantes, de grandes porciones de tierra para el
cultivo de la coca.
MÉXICO
El
pueblo de Michoacán ha sido testigo del surgimiento, en abril del 2011, de las
primeras autodefensas: grupos de ciudadanos que se armaron para
defenderse de los violentos cárteles de la droga.
Las
milicias ciudadanas que hoy controlan el estado de Michoacán están conformadas
por agricultores y comerciantes que se hartaron de los abusos, las
amenazas, los secuestros y hasta las violaciones de las mujeres por parte del
cártel Los Caballeros Templarios, y cuentan con el apoyo de los pobladores de
la zona.
Con una fuerza de aproximadamente 1.500 hombres armados, la relación
de las autodefensas y las fuerzas del Estado ha sido al menos complicada.
Surgidos ante la ausencia estatal, estos grupos no se han negado a aceptar la
ayuda militar cuando ésta fue ofrecida. No obstante, y a pesar de que el
gobierno ha logrado intervenir para desarmar a varios de sus miembros y
trabajar en coordinación con otros, todavía persisten quienes se resisten a
entregar las armas y a subordinarse al gobierno mexicano.
Ahora,
el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto anunció un plan de inversiones
millonarias para el golpeado Michoacán, con la idea de que escuelas,
hospitales, autopistas y hasta una represa colaboren con el fin del conflicto.
IRAK
Una nueva ola de violencia se ha desatado en el país
árabe a partir del
desalojo de un campamento de sunitas que protestaba contra el gobierno
(de raíz chiíta), el pasado 30 de diciembre.
Después de la retirada de las tropas estadounidenses, el
grupo terrorista Al Qaeda
aprovechó las diferencias sectarias para despertar un nuevo brote de violencia
que dejó 7.818 civiles muertos en 2013, según datos de ONU. Además, han
logrado poner bajo su control varias ciudades iraquíes.
La
crisis se remonta al gobierno de Saddam Hussein, de origen sunita, que durante
sus 26 años en el poder aplicó mano de hierro sobre chiítas y kurdos.
Tras la intervención de los Estados Unidos, el chiísmo recobró protagonismo, lo
que ha sido aprovechado por Al Qaeda para fomentar el odio entre los que perdieron el poder.
Al
Qaeda, a través de su filial iraquí EIIL, busca su regreso al plano internacional, fomentando y
profundizando las pujas sectarias existentes en el país.
SIRIA
La
guerra civil en Siria comenzó con una ola de manifestaciones, que en el
marco de la llamada Primavera Árabe, reclamaban mayores libertades al gobierno
dictatorial de Bashar al Assad. La respuesta fue el recrudecimiento de la
represión estatal y los abusos a la población civil.
El
conflicto se ha extendido y profundizado a lo largo de los casi tres años
sin posibles ganadores a la vista. A favor de la continuidad de Al Assad, se
cuenta su enorme fortuna y un círculo familiar que es propietario de las
principales empresas sirias.
En agosto del 2013, un ataque con gas sarín al este de
Damasco dejó un saldo de más de 1.400 muertos, y alertó a la comunidad
internacional. La
Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) emprendió una campaña
para eliminar el arsenal químico en poder del régimen que según las
estimaciones de la ONU ronda las 1.200 toneladas.
Sin embargo, el incumplimiento de los plazos por parte
del régimen sirio, sumado a la continuidad de los ataques a blancos civiles en
el territorio, hacen que prime el pesimismo entre los observadores del proceso.
Las conversaciones que reunieron en Ginebra al gobierno y
a la oposición sirias tampoco arrojaron los resultados esperados, concluyendo
con nulos avances en la resolución del conflicto.
Durante
los casi 3 años que llevan los enfrentamientos, más de 136.000 personas han
muerto, mientras que la ONU estima que hay más de 4 millones de desplazados.
SUDÁN
DEL SUR
Cuando no terminaba de festejar su independencia de la
vecina República del Sudán, Sudán del Sur, surgido en 2011, ha vuelto a caer en una crisis
que rompió con su frágil equilibrio interno.
Después
de más de veinte años de guerras civiles y luchas étnicas que costaron un
millón y medio de vidas, este nuevo brote de violencia ya dejó 500
muertos, miles de desplazados, y ha colapsado los centros humanitarios de las
Naciones Unidas por la demanda de miles de personas en busca de refugio.
La violencia se ha desatado a
partir del que el presidente, Salva Kir, denunciara un intento de golpe de
Estado por parte de su ex vicepresidente, Riek Machar, y emprendiera una
persecución contra sus seguidores.
Aunque Machar ha negado querer hacerse con el poder, una
lucha entre facciones étnicas se ha desatado a partir de los enfrentamientos.
Por un lado, la tribu Dinka a la que pertenece el primer mandatario, y por
otro, el clan Nuer, del que es miembro el destituido vice.
Sudán
del Sur es una nación rica en petróleo aunque sumida en el
subdesarrollo, y compuesta por una población de más de 60 etnias que en un 70% son menores de
30 años mayormente analfabetos.
REPÚBLICA
CENTROAFRICANA
La
historia de la República Centroafricana está plagada de rebeliones y golpes de
Estado que han configurado la inestable vida política y social del que
es -a pesar de su riqueza en diamantes-, uno de los países más pobres del mundo.
Los
enfrentamientos actuales, que enfrentan a grupos católicos con musulmanes, ha
obligado a más de 160.000 personas a huir de sus hogares en busca de refugio,
de acuerdo a cifras del ACNUR.
Después del golpe de estado de marzo del 2013, la
situación recrudeció y el presidente de ese momento debió abandonar el país.
Uno de los líderes del golpe se proclamó presidente, pero gobernó solo hasta
enero de este año, cuando dimitió incapaz de detener el conflicto. Ahora, ha
asumido el gobierno de manera interina Catherine Zamba-Panza, que aunque es una
figura de consenso para cristianos y musulmanes, enfrenta el desafío de
convocar a elecciones y lograr la pacificación del país.
El
golpe del 2013 empujó a Francia a enviar de tropas a su ex colonia, aunque por
el momento sin resultados visibles.
Después de que
Zamba-Panza asumiera el poder, la violencia del país llegó a los diarios
internacionales con las crudas imágenes de varios linchamientos públicos contra líderes de grupos
musulmanes.
TAILANDIA
Las manifestaciones antigubernamentales estallaron cuando
la Primera Ministra Yingluck Shinawatra anunció la aplicación de la llamada Ley
de Seguridad Interna, votada en el año 2008, que plantea el recorte de una serie de derechos y
libertades civiles.
A pesar de que las
manifestaciones comenzaron con un tono pacífico, rápidamente se fueron
radicalizando hasta ocupar varios ministerios y oficinas públicas. El 3 de
diciembre los manifestantes tomaron la sede del gobierno, profundizando aún más
la crisis.
Arrinconado,
el gobierno resolvió la disolución del Parlamento y un llamado a elecciones
para apaciguar los ánimos, pero sin éxito. El boicot de casi todos los
grupos políticos opositores que respaldan las protestas convirtió la nueva
victoria de la Primer Ministra en un impasse de su gobierno de difícil
resolución.
UCRANIA
Ucrania
está hundida en una severa crisis política desde hace casi tres meses,
cuando el gobierno de Víktor Yanukovich decidió rechazar ayuda financiera de la
Unión Europea y en cambio aceptar
un préstamo por parte Rusia de 15.000 millones de dólares y el acuerdo
para un abaratamiento de los precios del petróleo.
Los problemas del gobierno no comenzaron con esa
decisión, sin embargo. Efectivamente, los últimos meses del 2013, Ucrania había
visto deteriorarse sus finanzas hasta verse acorralada en caso de no conseguir
financiamiento internacional.
Ahora, las masivas protestas contra el gobierno y a favor
de un acuerdo con la Unión Europea han abierto un inesperado frente de batalla
para Occidente y Rusia, que amenaza con hacer caer el débil gobierno de Yanukovich,
del que ya han renunciado la mayoría de los ministros.
El
régimen no obstante, no ha dudado en reprimir con crudeza las manifestaciones,
sobrando las denuncias de abusos y hasta torturas a opositores.
Aunque todavía con un final incierto, el gobierno se
dirime entre dos opciones. La
primera es otorgarles una amnistía a los manifestantes detenidos, y la segunda
y más probable consiste en la convocatoria a elecciones anticipadas.
BRASIL
La
posibilidad de un nuevo estallido de protestas en el país carioca hace crecer
la preocupación entre los miembros del gobernante PT, atentos al momento
en el que el mundo pose su mirada sobre los que serán los anfitriones de la
próxima Copa del Mundo.
En el 2013, las protestas durante la Copa Confederaciones
llegaron a reunir a más de
un millón de personas que manifestaron su descontento hacia la corrupción del
gobierno de Dilma Rousseff, los exorbitantes gastos del mundial y el
aumento en el precio del boleto de colectivo.
Ahora, los
más de 250.000 desalojos por las obras del mundial, sumados a una nueva suba en
el transporte y a la muerte del sexto obrero en la construcción de los
estadios mundialistas, han despertado las primeras protestas aisladas en
algunas ciudades, aunque se espera que el malestar aumente.
Aunque el
gobierno ha asegurado que dispondrá de un operativo de más de 100.000 hombres
que se ocupen de la seguridad del torneo de fútbol, un nuevo frente de
conflicto se ha abierto con un reclamo policial que ha surgido en San Pablo
pero que amenaza con adquirir alcance nacional.
ISRAEL
- PALESTINA
El
histórico conflicto ha entrado en una nueva etapa marcada por la posibilidad de
que el diálogo entre Israel y la Autoridad Palestina llegue a buen puerto.
Apadrinadas por el Secretario de Estado estadounidense,
John Kerry, las conversaciones cuentan con la aparente voluntad de ambas partes en cerrar un conflicto
que se ha cobrado miles de vidas humanas y en el que se llevan gastados
millones de dólares.
Sin embargo, los puntos que forman la agenda son complejos y la
mayoría de los especialistas no parecen optimistas frente a la posibilidad de
un acuerdo.
Los puntos sensibles son la creación de un estado
palestino, la delimitación
de las fronteras en la región, los asentamientos judíos en la zona de
Cisjordania, la liberación de los refugiados y, por último, la pertenencia de
Jerusalém.
CÁUCASO
- RUSIA
Los atentados cometidos recientemente en la ciudad rusa
de Volgogrado han encendido las alarmas en el gobierno de Vladimir Putin y
reforzado la seguridad frente a los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, que
comenzaron el viernes.
La
región del cáucaso ha funcionado en los últimos años como un caldo de cultivo
de grupos musulmanes fundamentalistas, que además de caracterizarse por su
extremismo religioso son separatistas, ya que pretendenindependizarse del control del Kremlin.
De allí provienen las llamadas Viudas Negras, protagonistas de medio centenar
de atentados suicidas.
El cáucaso ruso es una región con mayoría musulmana, que
además de al rebeldía que demuestra ante Rusia, ha sido escenario de enfrentamientos entre las decenas de
grupos étnicos que conviven en la zona.
Por su parte, la pobreza y el desempleo son una
constante en esas geografías, lo que según varios especialistas, colabora con el surgimiento de
células terroristas.