¿QUÉ PAÍSES TIENEN DISPUTAS POR TIERRAS CULTIVABLES Y ALIMENTOS Y QUE LOS PODRÍAN LLEVAR A UNA GUERRA?

 

Si bien las disputas directas sobre tierras cultivables y alimentos como causa única de una guerra son menos comunes, es importante reconocer que la seguridad alimentaria y los recursos agrícolas pueden contribuir a tensiones y conflictos en diversas formas. Estos son algunos ejemplos de regiones donde las disputas sobre tierras cultivables y alimentos han generado tensiones:
 
·         Horn of Africa (Cuerno de África): En el Cuerno de África, países como Etiopía, Sudán y Egipto han tenido desacuerdos sobre el acceso y la gestión del agua del río Nilo, que es crucial para la agricultura y la seguridad alimentaria en la región. Aunque la guerra directa no es inminente, estas tensiones subrayan la importancia de los recursos hídricos para la producción de alimentos.
 
·         Asia del Sur: India y Pakistán han tenido disputas sobre la gestión de aguas compartidas y el acceso a recursos hídricos que son esenciales para la agricultura en la región. Aunque la seguridad alimentaria no es la única causa de las tensiones, la gestión de los recursos hídricos puede tener implicaciones en la producción de alimentos.
 
·         África Occidental: La expansión agrícola y la competencia por tierras cultivables han llevado a tensiones entre pastores y agricultores en varios países de África Occidental. Aunque estas tensiones no siempre conducen a conflictos directos entre naciones, pueden generar inestabilidad interna.
 
·         Escasez de agua y seguridad alimentaria: En varias partes del mundo, la escasez de agua y los problemas de riego pueden afectar la producción de alimentos y la seguridad alimentaria, lo que a su vez puede contribuir a tensiones sociales y políticas.
 
·         Cambios climáticos y migración: Los cambios climáticos y eventos extremos, como sequías e inundaciones, pueden afectar la producción agrícola y desencadenar migraciones masivas. Esto a su vez puede aumentar las tensiones en áreas receptoras de migrantes y provocar conflictos locales.
 
·         Competencia por tierras agrícolas: La creciente demanda global de alimentos y biocombustibles ha llevado a la competencia por tierras cultivables en diversas regiones, lo que podría generar tensiones entre empresas, comunidades locales y gobiernos.
 
·         Medio Oriente: En varias partes del Medio Oriente, la escasez de agua y la degradación del suelo han afectado la producción agrícola y la seguridad alimentaria. Esto puede contribuir a la inestabilidad en la región, aunque la disputa directa por alimentos no sea la única causa de los conflictos.
 
·         Migración y seguridad alimentaria: Los movimientos de población debido a la escasez de alimentos y la inseguridad alimentaria en un país pueden ejercer presión sobre los recursos y las economías de países vecinos, lo que a su vez puede generar tensiones y conflictos.
 
·         Acceso a recursos marítimos: Disputas sobre la pesca y los recursos marítimos pueden tener implicaciones en la seguridad alimentaria de las naciones costeras. La sobreexplotación de recursos pesqueros y la pesca ilegal pueden afectar la disponibilidad de alimentos y aumentar las tensiones entre países.
 
·         Gestión de plagas y enfermedades agrícolas: La propagación de plagas y enfermedades agrícolas puede afectar significativamente la producción de alimentos y desencadenar disputas sobre la responsabilidad y las medidas de control.
 
·         Políticas comerciales y aranceles: Las políticas comerciales, como los aranceles y las restricciones a las exportaciones e importaciones de alimentos, pueden generar tensiones entre países que dependen del comercio agrícola.
 
·         Disparidades en la distribución de alimentos: Las desigualdades en la distribución de alimentos y la disponibilidad de recursos agrícolas pueden generar tensiones internas y conflictos sociales en los países.
 
·         Cambio de uso de la tierra y deforestación: La conversión de tierras agrícolas en áreas urbanas o la deforestación descontrolada pueden afectar la disponibilidad de tierras cultivables y desencadenar disputas sobre el uso de la tierra.
 
·         Acceso a semillas y biodiversidad agrícola: La competencia por el acceso a semillas y la diversidad genética en la agricultura puede generar tensiones en la producción de alimentos y en la seguridad alimentaria.
 
·         Tensiones por precios de alimentos: Aumentos significativos en los precios de los alimentos pueden generar inestabilidad social y política en países donde gran parte de la población depende de alimentos básicos para su subsistencia.
 
·         Especulación sobre tierras agrícolas: La adquisición de grandes extensiones de tierras agrícolas por parte de inversores extranjeros o empresas puede llevar a tensiones con las comunidades locales y afectar la disponibilidad de tierras para la producción de alimentos.
 
·         Agroindustria y desplazamiento de comunidades: La expansión de la agroindustria a menudo está relacionada con el desplazamiento de comunidades locales y la pérdida de tierras cultivables. Esto puede generar conflictos sobre la tenencia de la tierra y los derechos humanos.
 
·         Desafíos climáticos y sequías: Las sequías y eventos climáticos extremos pueden afectar gravemente la producción de alimentos y aumentar la competencia por recursos hídricos y tierras cultivables, lo que podría contribuir a tensiones y conflictos.
 
·         Acceso a tecnologías agrícolas: La disponibilidad y el acceso a tecnologías agrícolas, como semillas mejoradas y prácticas de cultivo modernas, pueden influir en la productividad y la seguridad alimentaria, lo que podría ser un punto de conflicto en algunas regiones.
 
·         Distribución desigual de alimentos: La distribución desigual de alimentos dentro de un país o entre países puede provocar tensiones y conflictos sociales, especialmente en situaciones de escasez.
 
·         Tensiones en cadenas de suministro alimentario: Interrupciones en las cadenas de suministro alimentario, ya sea debido a desastres naturales, conflictos u otros factores, pueden llevar a la escasez de alimentos y aumentar las tensiones.
 
·         Política de comercio internacional de alimentos: Las políticas de comercio internacional de alimentos, como las subvenciones agrícolas y las barreras comerciales, pueden afectar la disponibilidad y los precios de los alimentos, lo que podría generar tensiones entre países.
 
Aunque las disputas directas por tierras cultivables y alimentos como causa única de una guerra son raras, los problemas relacionados con la seguridad alimentaria pueden desencadenar conflictos indirectos y afectar la estabilidad de las naciones. La cooperación en la promoción de sistemas alimentarios sostenibles, la inversión en agricultura y la mitigación de los desafíos climáticos son fundamentales para prevenir tensiones relacionadas con la seguridad alimentaria.
 
 
 
REFLEXIONES DE UN SACERDOTE CATÓLICO  
Como sacerdote católico, contemplo con preocupación las tensiones que surgen en el mundo por el acceso a tierras cultivables y recursos alimentarios.

En regiones de África, como el Sahel, o en zonas de Asia como India y China, se han visto conflictos por tierras fértiles y agua, esenciales para la producción de alimentos.

Incluso en América Latina, el acaparamiento de tierras y los intereses económicos han generado violencia y desplazamiento de pueblos originarios.

Cuando la ambición y la codicia gobiernan el corazón humano, se olvida el mandato de Dios: "la tierra es de todos", no para ser explotada, sino compartida.

El Papa Francisco nos advirtió en Laudato Si': "La tierra, nuestra casa, clama por el daño que le provocamos". Si no cambiamos, el hambre y la sed de poder llevarán a más violencia.

Las disputas por alimentos y tierras podrían escalar si no se promueve la justicia y la equidad. Como cristianos, estamos llamados a proteger la creación, compartir el pan con el hambriento y promover la paz.

Recemos por los gobernantes, para que busquen justicia y no explotación. Que el Señor nos enseñe a ser solidarios, porque "donde hay amor, allí está Dios" (1 Jn 4,16).

Solo una humanidad reconciliada con Dios y con la naturaleza podrá evitar la guerra y sembrar esperanza.