¿CUALES SON PERSPECTIVAS ACTUALES DE INVERSIÓN EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL?

 

La Inteligencia Artificial (IA) ha capturado la atención de los inversores, y no se cree que se trate de una moda pasajera. La IA tiene el potencial de remodelar radicalmente las economías y los mercados, aunque existe una alta incertidumbre sobre su evolución exacta. Para navegar este panorama, se propone un marco de tres fases: Construcción, Adopción y Transformación.

 

Las Tres Fases de la Evolución de la IA

1.    Fase 1 - Construcción (Actual): Esta es la carrera por construir la infraestructura que la IA necesita. Los gigantes tecnológicos están impulsando niveles récord de gasto de capital en centros de datos, modelos de IA y los sistemas de energía que los sustentan. Los beneficiarios inmediatos incluyen a los grandes proveedores de la nube y fabricantes de chips, así como a empresas de sectores como servicios públicos, energía, industriales, materiales e inmobiliario que proporcionan insumos clave.

2.    Fase 2 - Adopción: A medida que la infraestructura crece y las aplicaciones maduran, se espera que la adopción se acelere. Las empresas invertirán en IA para remodelar sus operaciones e impulsar el crecimiento, surgiendo ganadores más allá del sector tecnológico, en industrias como la sanitaria, las finanzas y los servicios de comunicación.

 

3.    Fase 3 - Transformación: Esta es la fase en la que las empresas podrían desbloquear el valor total de la IA, con ganancias generalizadas de productividad y la aparición de nuevos modelos de negocio e industrias. La magnitud y el momento de estos cambios son inciertos, e identificar a los ganadores es un desafío, ya que algunos perderán y saldrán del mercado.

 

Implicaciones Macroeconómicas

·         Impacto en el Crecimiento: Las estimaciones del impacto de la IA en el crecimiento económico varían ampliamente, desde ganancias modestas hasta sustanciales. A corto plazo, la IA podría generar ganancias modestas de productividad al ayudar a los trabajadores a ser más eficientes. A largo plazo, su potencial para impulsar la innovación en sí misma podría ser transformador, expandiendo el conocimiento y la capacidad de suministro, lo que posiblemente aliviaría la inflación e impulsaría el crecimiento.

·         Inversión e Inflación: La inversión anual en centros de datos de IA y sus chips podría superar los 700.000 millones de dólares anuales para 2030, equivalente a más del 2% del PIB anual de EE.UU. Este gasto a gran escala podría agregar presión inflacionaria, en parte debido a los mayores costos energéticos a corto plazo, ya que las enormes necesidades de energía de la IA podrían sobrecargar las redes eléctricas.

·         Mercado Laboral: La adopción de la IA podría redefinir la producción, el trabajo y el consumo, creando nuevos empleos y evolucionando los existentes. Sin embargo, el mercado laboral necesitará tiempo para adaptarse. Una adopción muy rápida podría ser disruptiva, impulsando la inflación si la demanda de nuevas habilidades supera la oferta.

 

Implicaciones para la Inversión

·         Oportunidades en la "Pila Tecnológica": Las oportunidades de inversión abarcan toda la pila tecnológica de la IA, desde la infraestructura en la nube y los chips hasta las aplicaciones. Actualmente, el potencial más significativo se encuentra en las capas fundamentales, donde se concentran la experiencia y el capital.

·         No es una repetición de la Burbuja Puntocom: El documento sostiene que las comparaciones con la burbuja puntocom son inexactas. La calidad de los beneficios y la eficiencia del capital son más sólidas en la actualidad, y las robustas ganancias respaldan las valoraciones de las mega-capitalizaciones, a diferencia de la era puntocom.

·         Concentración del Mercado: La concentración actual del mercado de valores en unas pocas grandes empresas refleja una característica de "el ganador se lo lleva todo" de la IA. Si esta concentración está impulsada por una transformación subyacente real, no tiene por qué implicar fragilidad del mercado.

·         Mercados Privados: Los mercados privados son clave para la historia de inversión en IA, no solo para financiar infraestructura, sino también para capturar a los posibles ganadores futuros antes de que cotizen en bolsa. Las empresas en etapa de crecimiento pueden impulsar la adopción de la IA en sectores no tradicionales.

·         Enfoque de Inversión Activa: Dada la incertidumbre y la rapidez de la evolución de la IA, un enfoque de inversión activo con un sólido conocimiento técnico se considera crucial para identificar a los ganadores en las diferentes fases y sectores.

Demanda Energética y Sostenibilidad

·         Presión a Corto Plazo: Las enormes necesidades de energía de la IA podrían sobrecargar las redes eléctricas a corto plazo, lo que potencialmente ralentizaría el progreso de la IA. Se prevé que la demanda de energía de los centros de datos se duplique o incluso se triplique o cuadruplique en escenarios más alcistas.

·         Eficiencia a Largo Plazo: Por otro lado, la IA podría mejorar la eficiencia energética y apoyar la descarbonización. Sin embargo, estos ahorros solo pueden materializarse después de una adopción generalizada, lo que significa que es probable que primero veamos mayores costos energéticos y presiones inflacionarias.

 

Conclusión y Perspectiva General

La IA se considera una transformación económica fundamental, no una moda tecnológica pasajera. Si bien el camino está lleno de incertidumbre y requerirá paciencia por parte de los inversores, el potencial de remodelar la economía y generar nuevas fuentes de ingresos es significativo. La escala de la inversión en infraestructura crea un papel vital para los mercados de capitales y una oportunidad convincente para los inversores. Los riesgos clave a monitorear incluyen una adopción más lenta de lo esperado, limitaciones de suministro (como energía) y una mayor presión regulatoria.