El
precio del gas, electricidad y petróleo está provocando una fuerte crisis entre
los fabricantes europeos de fertilizantes. Dos grandes compañías han recortado
la producción al no poder asumir los costes con las tarifas energéticas tan
elevadas. La
situación amenaza a la industria alimentaria al aumentar el riesgo de falta de
suministros y precios más caros en los productos químicos, que tarde o temprano
se trasladarán al cliente.
Primero fue la estadounidense CF Industries en hacer
saltar las alarmas en la industria de fertilizantes. Ayer anunciaron el cierre
de dos plantas en Reino Unido aludiendo al alto precio del gas. Y hoy ha sido otra importante
compañía. La noruega Yara, especializada en producción de amoniaco, y con un
volumen de facturación de más de 11.000 millones de dólares, ha anunciado, en un comunicado,
que recortará un 40% su capacidad de producción en Europa "por los precios
récord del gas natural". La compañía dice que sus márgenes se están
viendo afectados por esta circunstancia.
Ayer los expertos esperaban una reacción en cadena con
más compañías tomando la misma decisión. CF produce principalmente nitrato de
amonio en las fábricas afectadas. "El mercado leerá el mensaje como que es
probable que cierren otros productores europeos, y los precios del nitrógeno seguirán aumentando debido a
la escasez de oferta", explicaba ayer Alexis Maxwell, analista de
Bloomberg Intelligence.
"Es
probable que sigan parando más productores de fertilizantes en Europa"
El
mercado de amoniaco para alimentos correrá la misma suerte. Una decisión
así solo la toma una compañía cuando producir con elevados costes ocasiona
grandes pérdidas. Yara comercializa alrededor de un tercio del amoníaco del
mundo, que se utiliza en fertilizantes, pero también se utiliza en industrias
como la automotriz, textil, sanitaria y cosmética. La compañía produce amoniaco
en Europa en plantas en los Países Bajos, Alemania, Noruega, Italia, Francia,
Reino Unido y Bélgica.
Los
precios de los principales fertilizantes a nivel mundial ya estaban muy altos
por la buena cosecha del año pasado y se han disparado tras el paso del huracán
Ida en Nueva Orleans. El fosfato de diamonio, o DAP, subió al nivel más
alto desde 2008 y la urea, que se basa en nitrógeno, también se dispararon,
informa Bloomberg.
Una
escalada en los precios de los fertilizantes o la falta de oferta supone una
amenaza para la industria alimentaria y la economía en general. Supone
un impacto directo para el rendimiento de los cultivos, pero también para los
alimentos que necesitan elaboración. Por ejemplo, muchos fertilizantes son
necesarios para la producción de dióxido de carbono, que es vital para la
industria cárnica y de cervezas. Las empresas de cerveza y refrescos dependen del CO2 para proporcionar
efervescencia a las bebidas, mientras que la industria cárnica utiliza
CO2 para aturdir al ganado antes del sacrificio. También para alargar el periodo
de consumo con el empaquetado de algunos productos perecederos como las
ensaladas.
La Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) ha denunciado "aumentos
considerables" en las cotizaciones internacionales del azúcar, trigo,
carne y los aceites vegetales, productos básicos que afectan a cualquier
rincón del planeta.
En Francia, los altos precios de la energía están creando "presión
inflacionaria sobre todos los costes" que terminarán traspasándose a los
clientes, dice Pascal Leroy, vicepresidente de Roquette Freres , una
empresa de procesamiento de alimentos con sede en el norte de Francia. Y el
principal productor de azúcar de Francia, Tereos, advierte sobre el aumento de los precios
del gas natural que elevan los costos de producción para la empresa
"tremendamente".
El índice de precios de alimentos básicos de la FAO desde
hace meses está ofreciendo
datos más que preocupantes. El precio del azúcar aumentó un 9,6% mensual en
agosto, pero desde el año pasado se ha encarecido un 48%. Los cereales suben un 3,4%
respecto a julio, pero un 31% desde el año pasado. El precio de la carne crece a un
ritmo anual superior al 20%. La FAO alude a numerosos problemas para
explicar el encarecimiento de los alimentos desde origen como sequías o
inundaciones en ciertos países
"No nos sorprendería ver más
producción de nitrógeno y productos químicos en Europa inactiva en los próximos
días hasta que los precios del gas se moderen", advierte Joel
Jackson, analista de BMO Capital Markets.
El alza o la falta
de disposición de los fertilizantes puede agravar la situación en el sector
alimentario. Los agricultores ya soportan un
fuerte incremento de costes por el transporte y la falta de mano de obra,
a lo que habría que añadir también los productos químicos que se utilizan en
las cosechas.
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