A
través de un análisis publicado en la revista BioScience, un total de 11.258
expertos internacionales provenientes de 153 países presentan gráficos del
impacto de las actividades humanas en el planeta durante los últimos 40 años.
Aportan cinco consejos para la crisis, entre ellos disminuir la natalidad.
Sobre la base de esta obligación y los indicadores
gráficos que se presentan a continuación, declaramos, con 11.258 signatarios científicos de todo el
mundo, clara e inequívocamente que el planeta Tierra se enfrenta a una
emergencia climática." Así comienza el análisis difundido ayer 5 de
noviembre en la revista BioScience.
Este informe, firmado por expertos de 153 países, aparece como el primero en
que los científicos nombran como "emergencia" la realidad actual. Su
causa, sostienen los autores, son las tendencias humanas que han venido aumentando las
emisiones de gases de efecto invernadero en la Tierra. Por eso "se
necesita un inmenso aumento de escala en los esfuerzos para conservar nuestra
biosfera para evitar sufrimientos indecibles debido a la crisis
climática", sugieren.
De
ahí que los científicos se hayan puesto a la tarea de presentar un
"conjunto de signos vitales gráficos del cambio climático en los últimos
40 años para actividades humanas que pueden afectar las emisiones de GEI
(Gases Efecto invernadero) y cambiar el clima". Esto con el fin de que los
formuladores de políticas y
el público conozcan los efectos de las actividades humanas en el tema y, en
consecuencia, los impactos que enfrenta el planeta, el medio ambiente y la
sociedad. La compilación de estos indicadores, adjuntos al informe, se
derivan de décadas de investigación previa.
Cambio
en las actividades humanas globales desde 1979 hasta el presente. Estos
indicadores están vinculados, al menos en parte, al cambio climático.
Esta
crisis climática, sostienen los expertos, "está estrechamente vinculada al
consumo excesivo del estilo de vida rico". Se refieren actividades
ejercidas durante los últimos 40 años que han aumentado las "poblaciones de ganado humano y
de rumiantes, producción de carne per cápita, producto interno bruto mundial,
pérdida global de la cubierta arbórea, consumo de combustible fósil, cantidad
de pasajeros aéreos transportados, emisiones de dióxido de carbono y las
emisiones per cápita de CO2 desde 2000", explicaron los expertos.
Para contrarestar estos generadores de crisis climática,
los autores afirman que
hace falta menos personas para combatir el problema. Otras de sus
recomendaciones son "la
"desaceleración de la pérdida de bosque en la Amazonía de Brasil, aumentos
en el consumo de energía solar y eólica, desinversión institucional de
combustibles fósiles de más de EE. UU. $ 7 billones, y la proporción de
emisiones de GEI cubiertas por los precios del carbono".
Pero, a sabiendas de que todo cambio empieza con pequeñas
transformaciones, los
científicos aconsejan cinco hábitos que podrían beneficiar al planeta en esta
lucha contra el calentamiento global. Estos son usar la energía de manera más eficiente al
mismo tiempo que los
gobiernos impongan altos impuestos al carbono con el fin de disminuir el uso de
combustibles fósiles. Políticas
internacionales sobre la estabilización de la población mundial.
"Actualmente crece en 200,000 personas por día, utilizando enfoques
éticos, como una educación
más larga para los niños", recomiendan.
El
tercer consejo es acabar con la destrucción de la naturaleza. Esto
significa aniquilar la deforestación al tiempo en que se restauran los bosques
y ecosistemas para que estos puedan absorber el CO2. También sugieren disminuir ingesta de carne
y comer plantas de la mano
de un plan para reducir los desperdicios de alimentos y, por último, "alejar los objetivos
económicos del crecimiento del PIB", concluyen los científicos.
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