La
Fundación Mulago canaliza inversiones hacia negocios con conciencia social.
Busca oportunidades de inversión que representen “un cambio duradero a gran
escala”. El sector social es joven, lleno de ideas, empresas y formas de
hacer las cosas. También cuenta con mucho capital disponible, y un amplio rango
de calidad de trabajo (en términos de eficacia).
Mulago
tiene un método infalible para filtrar las solicitudes de menor calidad, que
gira en torno a la misión de la empresa y a una sencilla forma de mantenerse
enfocado en un solo asunto. La mayoría de las empresas, sin importar el
sector, cuentan con una misión. La mayoría de estas están plagadas de adornos y
vocabulario complicado. Lo peor de todo, estas misiones son frecuentemente
olvidadas, mal aprendidas e ignoradas por los empleados que dan la cara al
público.
Para
combatir esto, el CEO de Mulago, Starr, insiste en que las empresas que
financian puedan expresar sus misiones en menos de ocho palabras.
Adicionalmente, deben seguir este formato: “Verbo, objetivo, resultado”.
Ejemplos: “Salvar a las especies en peligro, de la extinción” o “Mejorar la
salud de los niños africanos”.
La misión es clave en el acercamiento de Mulago, pero no es
lo único. Una vez que se establece la misión, Starr insiste en que las empresas
que reciben la inversión “midan
las cosas correctas”, y “las midan bien”.
El método de Mulago es refrescántemente sencillo y permite
aclarar las ideas. Es un gran ejercicio, que no resulta sencillo –
especialmente llevarlo a
menos de ocho palabras. Suele desatar conversaciones reales en la
empresa acerca de lo que se está haciendo, para quien, y el resultado que se
persigue.
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