Luego
de que el país superara su propia marca en llegada de visitantes extranjeros,
Arturo García, presidente de Sahic, asegura que en 5 años se podría duplicar
esa cifra. ¿Cómo llega a esa conclusión?
Arturo García, presidente de Latin American Hotel &
Tourism Investment Conferences (Sahic), uno de los eventos de la industria del
turismo más grandes del mundo, habló acerca de la situación de este mercado en
el país.
Una de las conclusiones de García es que Colombia, pese a haber atravesado un
episodio oscuro con la guerra interna, puede llegar a atraer más de 10 millones
de visitantes extranjeros en un periodo de 5 años. Esta hipótesis la
soporta en que, en menos
de 9 años, el país llegó a un récord histórico de llegada de turistas que
superó los 6 millones al cierre de 2017. Esto nos respondió el experto:
Luego de las afirmaciones del nuevo presidente del
Congreso, Ernesto Macías, acerca de la "mala situación que enfrenta el país" en
materia económica y demás, desde la industria hotelera, ¿cree usted que realmente Colombia está tan mal?
Lejos de competir con alguna visión, digamos, de terceras
personas y mucho menos la del presidente del Congreso, puedo dar algunos datos
que ayudan a entender por qué pienso lo que pienso sobre esta situación.
Había como tres grandes segmentos: los que tenían más de
6 millones de turistas; un segundo segmento de los que registraban llegada de
turistas entre los 4 y 3,5 millones (Chile, Perú, Colombia y Uruguay); y el
tercer segmento que estaba por los lados de 1 millón o 1,5 millones de turistas
(Ecuador, Venezuela, Bolivia y Paraguay).
Ahora,
si bien la región sudamericana viene creciendo sostenidamente y el año pasado
tuvo el récord de 7,2% -muy por encima de la media mundial del 4% y muy
por encima del resto de toda América-, respecto a esto la realidad es la
siguiente: ese segmento de liderazgo de más de 6 millones de turistas –que en
los últimos 40 años lo tuvieron Brasil y Argentina- tiene nuevos jugadores, básicamente dos, Chile y
Colombia. Este último llegó a los 6 millones de turistas.
Chile, con un gran trabajo de muchos años, pero tiene una debilidad muy
grande y es que un gran porcentaje de su demanda proviene de Argentina y este
país está en una situación complicada económicamente y eso hace que esa
afluencia de turistas hacia el exterior sea cerrada. Lo que quiere decir que
Chile ha encontrado su techo y va a estar en una meseta por algunos años.
En
cambio yo veo en Colombia un crecimiento fenomenal y, así como llegó de 2,5
millones de visitantes extranjeros a 6 millones en los últimos 10 años,
me atrevería a decir que en los próximos años puede llegar a tener incluso 10
millones de turistas.
¿Cuál
es la visión que tienen de Colombia afuera?
La
visión que tienen es muy positiva porque 6 millones de personas no llegan a
cualquier lado de la región. No hay mucho qué discutir; el mensaje ha
llegado, la visión está. Eso es producto de un trabajo muy grande de la
comunidad en general y del sector privado y del público, ya que han trabajado
con estrategias globales, más allá de la administración de turno.
¿Qué problemas ven?
En
todo lado hay cosas por resolver, ya que se solucionan unas cosas y surgen
otras, porque estamos en constante evolución y los cambios, en ocasiones,
generan otros problemas. Pero yo creo que Colombia tiene todo para poder
ir por ese crecimiento, que parece medio de locos, de llegar a 10 millones de
turistas en los próximos 5 años.
En mi cultura decimos “el que puede lo más, puede lo
menos” y si el pueblo
colombiano ha podido sufrir una guerra interna por más de 50 años y
sobreponerse de ello; atraer inversión extranjera de países que, en su
momento, tenían temores; salir de alguna manera de la inseguridad y lograr
atraer turistas –incluso a lugares donde muchos colombianos en el pasado no
eran capaces de visitar-, es capaz de romper la meta de los 10 millones. El mercado colombiano es el que
mejores señales ha dado para afuera.
Ahora este país tiene 6 millones de divulgadores, antes
solo tenía 2,5 millones y no
hay recomendación que pese más y se distribuya más que el ‘voz a voz’. El desafío es que hay que seguir
trabajando.
D- ¿Qué otros países tendrían la posibilidad de crecer en
poco tiempo?
Perú es uno de ellos, el problema es que al tener un
aeropuerto pequeño y sin planes de renovación y ampliación en el corto plazo es
casi imposible que se crezca en la llegada de visitantes extranjeros, pues no
hay forma de que aterricen más aviones. En cambio Colombia tiene grandes
aeropuertos como El Dorado en Bogotá y el Rafael Núñez en Cartagena que ofrecen
una robusta oferta a los viajeros. Hay que crecer de la mano de la demanda,
pero también de la tecnología.
Pasando al tema de las nuevas tecnologías, ¿usted sí cree
que plataformas como Booking o Airbnb promueven la informalidad en el sector?
Yo
tengo mi visión al respecto y no estoy a favor de la informalidad ni de la
ilegalidad, ya que estos actores operan bajo injusticias porque no funcionan
bajo los mínimos estándares que expresa la ley. Sin embargo, debo decir que estas plataformas son
imparables y los consumidores las encuentran razonables y una facilidad para
sus vidas y quién puede oponerse a algo que lo que hace es facilitarle
la vida a todos. El dilema
está en poder darle un orden a esta situación y al uso de estas plataformas.
Porque, ¿para qué venimos a esta vida? Para ser felices, es el único
sentido de la existencia. Entonces oponerse a las cosas que nos hacen la
vida mucho más sencilla es un camino equivocado.
Si
la expectativa sigue creciendo, la población y asimismo la calidad de vida,
¿cómo es que no va a haber herramientas que faciliten nuestra existencia? Yo
creo que el desafío es otro.
Entonces, ¿cómo lograr que esos actores que están por
fuera de la legalidad se formalicen?
Lo
que está obligado uno es a cumplir la ley más no a agremiarse. La idea es
agregar valor, pues en un mercado como este si no se agrega valor será más
difícil encontrar un lugar, pero todo dentro del marco de la ley y de un
régimen igualitario.
En este momento se está atravesando una sobreoferta de
hoteles en el sector, ¿cómo
controlar la construcción de los mismos y no caer en el error de acceder a
licencias falsas?
Las licencias de construcción y la compra de terrenos es
un tema que yo veo permanentemente, y desde hace años, complicado en cualquier
mercado. Los terrenos cada
vez se ponen más difíciles por algunas cuestiones: una, porque cada vez hay
menos, porque cuando los mercados se desarrollan o están muy demandantes los
terrenos pasan a ser cada vez más caros.
El
tema de las licencias siempre ha sido una complejidad que ha afectado el sector
en todo el mundo, lo que sí se puede decir es que hay algunos mercados
en donde esta regulación es más transparente que en otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios aqui: