Un
equipo de ingenieros informáticos y expertos en seguridad de la Escuela de
Ciencias de la Computación de la Universidad de Lincoln (Reino Unido) ha creado
un innovador invento: una llave electrónica inteligente que es capaz de abrir
hasta 3.000 cerraduras. Su nombre, eLOQ.
Este sistema está dirigido mediante un software capaz de
crear llaves y gestionar tanto estas como las cerraduras para que sean
imposibles de copiar. El software puede configurarse de muchas maneras: ponerle una fecha de inicio y
caducidad a la llave, restringir
su uso a determinadas zonas o incluso por períodos de tiempo. Además, cada llave poseerá una clave de
identificación única (basada en algoritmos de encriptación) para evitar
que pueda copiarse. Incluso
si se programan varias llaves de la misma forma, cada llave tendrá su propia
huella en el sistema.
“Si se pierde una llave en una empresa, o bien baja el
nivel de seguridad o conlleva una costosa tarea de sustitución”, explica John
Murray, creador de eLOQ, quien
expone que este sistema evita que las llaves sean copiadas. Y en caso de pérdida, su gestión
es muy sencilla.
Además, el recorrido de la llave queda completamente registrado en el sistema.
Cualquier movimiento (cada vez que se utilice para abrir una cerradura) quedará
registrado por su clave, la fecha y la hora del uso.
Las
llaves están compuestas de unas pilas con una autonomía de 18 a 24 meses, por
lo que podría utilizarse una media de 30.000 veces.
“Nuestro
objetivo es apoyar a los cerrajeros tradicionales que deseen aprovechar las
ventajas que ofrece la tecnología del siglo XXI”, sentencia Peter
Corlett, que también participó en la creación de este dispositivo.
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