Un
grupo de investigadores ha analizado la actividad tuitera del presidente y lo
que sus mensajes dicen sobre su personalidad.
Para
nadie es un secreto que el presidente Donald Trump está obsesionado con
Twitter. Es habitual verle publicando mensajes y diatribas desde primera hora
de la mañana y a las horas más intempestivas de la noche. Su frenética
actividad en esta red social ha
llevado a un grupo de analistas a revisar todos los tuits del presidente, y su
estudio arroja unas cuantas interesantes conclusiones. Los textos del
empresario metido a político muestran que Donald J. Trump es un tipo creativo y
competitivo al que le encanta saltarse las normas. También revelan sus tendencias
neuróticas. Este análisis sobre lo que su actividad tuitera dice sobre los rasgos de su
personalidad y sus implicaciones en el liderazgo político ha sido
publicado en el Springer's Journal Small Business Economics.
Desde que Trump se dio de alta en Twitter en 2009 hasta
mayo de 2017, el actual presidente de Estados Unidos ha publicado más de 35.000 tuits, lo que
supone una media de unos
doce por día. Con
30 millones de followers, es el segundo político más seguido del mundo por
detrás de su precursor en el cargo Barack Obama, quien tuitea una media
de cuatro mensajes diarios.
Los investigadores que han llevado a cabo el estudio,
Martin Obschonka, del Centro Australiano de Investigación del Emprendimiento de
la Universidad de Tecnología de Queensland, y Christian Fisch, de la
Universidad Trier de Alemania, analizaron los aspectos de la personalidad de Trump que salen a la luz
en el lenguaje que empleó en 3.200 tuits en octubre de 2016, poco antes de
convertirse en presidente. Para ello usaron un software de evaluación
lingüística y análisis de textos desde un punto de vista psicológico.
La personalidad online del presidente y su léxico fueron
comparados con los de otros 150 famosos e influyentes líderes y empresarios
como Eric Schmidt (Google), Meg Whitman (HP), Tim Cook (Apple), Elon Musk
(Tesla), Michael Dell (Dell) o Jeff Bezos (Amazon), que no pertenecen a la
escena política.
Los
resultados mostraron que Trump es un tipo característico de individuo con
fuertes rasgos de lo que se llama personalidad schumpeteriana, típica de los
emprendedores exitosos.
Este arquetipo debe su nombre a Joseph Schumpeter
(1883-1950), un destacado economista austriaco-estadounidense, que fue ministro
de Finanzas en Austria (1919-1920) y profesor de la Universidad de Harvard
desde 1932 hasta su muerte.
Destacó por sus investigaciones sobre el ciclo económico
y por sus teorías sobre la importancia vital del empresario y su papel clave a
la hora de innovar y determinar el aumento o disminución de la prosperidad.
Schumpeter acuñó el concepto de destrucción creativa como forma de describir el proceso de
transformación que acompaña a las innovaciones. La personalidad
schumpeteriana es creativa, propensa a los cambios y a romper las reglas.
Los
análisis también muestran que Trump tiene tendencias neuróticas y una capacidad
muy escasa de experimentar bienestar. Según Obschonka, "este último
rasgo es más bien atípico para un emprendedor, una actividad que requiere, además de optimismo y
estabilidad emocional, capacidad de aumentar el grado de felicidad en función
de la utilidad". "Aunque hay que decir que el temperamento
neurótico no tiene por qué ser solo negativo, ya que puede estimular la
competitividad.
Parece
que su alto grado de neurosis opera como un elemento motivador para el éxito de
Trump en sus proyectos como empresario, así como en su rol como líder
político", dice Fisch, quien añade que "si el ser diferente, el
distinguirse socialmente, es un rasgo preponderante de la personalidad
emprendedora, lo vemos claramente
reflejado en el inusual perfil psicológico de Trump. Muchos expertos
creen que los empresarios exitosos no solo intentan ser diferentes; realmente son diferentes".
Los investigadores apuntan que poseer estos rasgos puede ser ventajoso a la hora de dirigir una
empresa, pero que liderar
una compañía no es lo mismo que gobernar un país.
Curiosamente, hace dos meses, el portal de juego online
Casino.org hizo un
análisis textual titulado Triggering Trump (Trump el pistolero) de
30.000 tuits del presidente estadounidense. El informe se centraba en los objetivos favoritos a los
que Trump lanzaba sus dardos, que resultaron ser The New York Times (atacado en un 11 % de
los tuits desde octubre de 2016) y la CNN (a la que dirigió casi el 20% de sus mensajes en los
primeros meses de 2017).
En
la lista no podía faltar el expresidente Obama, con quien Trump parece
estar obsesionado, ya que el magnate mencionó a su antecesor en más de mil
tuits durante los últimos seis años. Entre otras lindezas, Trump acusaba a Obama de no ser
un verdadero ciudadano estadounidense y de que se pasa “demasiado tiempo
jugando al golf”.
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