Usando
sal como componente básico, investigadores chinos y británicos han diseñado un
nuevo tipo de batería recargable que podría acelerar el cambio hacia un
transporte eléctrico más ecológico en nuestras carreteras.
Las
baterías recargables de iones de litio tienen un problema, pueden perder
energía y potencia con el tiempo.
Para resolver estos problemas, la Universidad de
Nottingham está colaborando con seis institutos de investigación científica de
China para desarrollar un
sistema de almacenamiento de energía innovador y asequible con las
ventajas de rendimiento combinadas de una pila de combustible de óxido sólido y una batería de metal-aire.
La nueva batería podría ampliar considerablemente la autonomía de los vehículos
eléctricos, al tiempo que
sería totalmente reciclable, respetuosa con el medio ambiente, de bajo coste y
segura.
Los investigadores han conseguido convertir la sal fundida en una sal blanda-sólida,
usando nanopolvos de óxido sólido. El profesor Jianqiang Wang, del Instituto de
Física Aplicada de Shangai, de la Academia China de Ciencias, que dirige este
proyecto, ha pronosticado que este electrolito de estado cuasi-sólido (QSS) es
adecuado para las baterías de metal-aire que funcionan a 800 ºC, ya que suprime
la evaporación y fluidez de las sales fundidas que puede producirse a
temperaturas de funcionamiento tan elevadas.
El Dr. Cheng Peng, también del Instituto de Física
Aplicada de Shanghái, de la Academia China de Ciencias, explica un aspecto de
diseño único y útil de esta investigación experimental. La cuasi-solidificación se ha logrado mediante el
uso de nanotecnología para construir una red de partículas de óxido sólido
conectadas de forma flexible que actúan como una barrera estructural que
bloquea los electrolitos de sal fundida, al tiempo que les permite
conducir la electricidad de forma segura en condiciones de calor extremo.
El profesor Chen, que dirige un laboratorio de electrólisis
de sales fundidas en Nottingham, espera que los “buenos resultados” del equipo ayuden a establecer un
enfoque más sencillo y eficiente para diseñar baterías de metal-aire de
sales fundidas de bajo coste y alto rendimiento con gran estabilidad y seguridad.
La batería de hierro-oxígeno de sales fundidas modificada
tiene grandes aplicaciones
potenciales en nuevos mercados, como el del transporte eléctrico y el de
las energías renovables, que requieren soluciones innovadoras de almacenamiento
en nuestros hogares y a nivel de red. En principio, la batería también es capaz de almacenar el
calor solar además de la electricidad, con aplicaciones tanto domésticas
como industriales. Las sales fundidas se usan actualmente a gran escala en
España y China para capturar y almacenar el calor solar, que luego se convierte
en electricidad; nuestra
batería de sales fundidas de metal-aire hace los dos trabajos en un solo
dispositivo.
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