EL CREADOR DE INTERNET
Un
grupo de expertos en informática se reunieron en San Francisco para hablar
sobre la web.
Hace
27 años, Tim Berners-Lee creó la World Wide Web como un instrumento para que
los científicos encontraran información. Desde entonces se ha convertido en el
medio de conocimiento, comunicación y comercio más poderoso del mundo; sin
embargo, eso no significa que Berners-Lee esté contento con todas las
consecuencias que ha traído.
“Controla
lo que la gente ve, crea mecanismos de interacción entre las personas”,
opinó sobre la web moderna. “Ha
sido algo estupendo. Pero espiar, bloquear sitios, reeditar el contenido de las
personas, direccionar a sitios web equivocados, eso socava totalmente el
espíritu de creación”.
Por esto, hace poco Berners-Lee se reunió en San Francisco con algunos de los
científicos más importantes del mundo de la informática, incluido Brewster
Kahle, jefe del Internet Archive (sin ánimo e lucro) y activista de internet, para hablar sobre una nueva
etapa para la web.
La
World Wide Web se ha convertido en un sistema que en algunas ocasiones se
encuentra sujeto al control de gobiernos y empresas. Países como China
pueden bloquear ciertas páginas web y los servicios en la nube como Amazon Web
Services tienen gran influencia.
Así que los científicos se preguntaron qué pasaría si pudieran emplear
tecnologías más modernas, como el software usado en las monedas digitales o la
tecnología para compartir música entre usuarios, para crear una web más
descentralizada, más privada, con menos control de la administración pública y
las empresas y un cierto nivel de permanencia y confiabilidad.
“La
historia de un país ahora se gesta en la web”, afirmó Vinton G. Cerf,
otro fundador del internet y evangelizador en jefe de internet en Google, en
una entrevista por teléfono antes de dar su discurso en la conferencia. “Las personas creen que hacer
cosas digitales significa que durarán para siempre, pero por ahora no es así”.
El proyecto está en sus primeras etapas, pero las
conversaciones —y el calibre de las personas involucradas— demuestran que la ruta que ha
tomado la World Wide Web en los últimos años ha provocado ansiedad entre
algunos expertos.
Existe
preocupación, por ejemplo, por las revelaciones de Edward J. Snowden sobre la
manera en que la web ha sido usada por los gobiernos para espiar y
además, muchas personas se están dando cuenta de que empresas como Amazon,
Facebook y Google se han
convertido en los guardianes de nuestros perfiles digitales.
En la Cumbre para una Web Descentralizada, Berners-Lee,
Kahle y otros expertos participaron
en una lluvia de ideas para pensar en nuevas maneras para que los sitios web
tengan una difusión amplia sin el control estándar de un ordenador que
funcione como servidor web. También hablaron sobre la forma de guardar datos
científicos sin tener que pagar tarifas de almacenamiento a empresas como
Amazon, Dropbox o Google.
Además, surgieron propuestas para lograr mayor privacidad y fiabilidad,
en especial mediante un proceso de encriptación más sofisticado en varios nodos
de la web y un proceso de archivo más avanzado. Eso dificultaría la censura del contenido.
“Edward Snowden nos mostró que con la web construimos,
sin darnos cuenta, la red
de vigilancia más grande del mundo”, dijo Kahle, uno de los
organizadores del evento. “China puede impedir que las personas que se conectan
lean algunas cosas y algunos grandes proveedores de servicios tienen hoy la capacidad de
determinar gran parte de lo que ves. Tenemos capacidad para cambiar todo
eso”.
Muchas
personas confunden los servicios en línea de internet con la web, pero
técnicamente son muy diferentes. Internet es una infraestructura de interconexión en la que dos máquinas
distintas pueden comunicarse de varias maneras y una red local de ordenadores
puede conectarse con otras redes.
La
web, por su parte, es un medio popular para acceder a la red de redes.
No obstante, debido a la manera en la que se crean, manejan y nombran las
páginas, la web no está completamente descentralizada. Si se retira algún
servidor, cierta página web ya no estará disponible. Los vínculos a las páginas pueden dañarse con el
tiempo. Los sistemas
de censura, como el firewall chino, eliminan el acceso a mucha información para
una gran cantidad de gente. Y a través de las direcciones de internet, los gobiernos y empresas pueden
hacerse una idea de quién está leyendo qué páginas.
De
alguna manera, el esfuerzo por modificar la tecnología para la creación de la
web constituye una especie de relato sobre un joven que alcanza la madurez.
Berners-Lee creó la World Wide Web como una herramienta para los científicos
mientras trabajaba en el CERN, la Organización Europea para la Investigación
Nuclear. Actualmente, la
web sigue operando con tecnologías del viejo mundo.
Consideremos los pagos, por ejemplo. En muchos casos, las
personas pagan por productos en línea con la información de su tarjeta de
crédito, algo no muy distinto a entregar la tarjeta a un comerciante para que
haga el cargo.
Los
expertos informáticos debatieron sobre modalidades en que las nuevas
tecnologías de pago podrían incrementar el control del individuo sobre el
dinero. Por ejemplo, si los usuarios se acostumbran al sistema de
contabilidad de monedas digitales, un músico podría vender discos sin
intermediarios como lo hace iTunes de Apple. Los nuevos sitios podrían ser
capaces de contar con un sistema de micropagos para leer un solo artículo, en
lugar de depender de la publicidad de la web para conseguir dinero.
“Hoy
en día, las ganancias por publicidad son el único modelo de web para muchos”,
afirmó Berners-Lee. “La
gente asume que los consumidores de hoy tienen que lidiar con la maquinaria de
la publicidad si quieren conseguir las cosas ‘gratis’ incluso cuando están
horrorizados con lo que pasa con sus datos. Imagina un mundo donde pagar por
las cosas fuera fácil para ambos lados”.
El movimiento para cambiar la manera en que la web está
construida, igual que la sorprendente cantidad de charlas sobre tecnología,
tiene una dimensión casi religiosa.
Algunos de los participantes son firmes partidarios de la
privacidad y han creado métodos para construir sitios que no pueden ser
detectados. Cerf comentó que le
preocupaba el anonimato extremo, aunque creía que la manera en que las
monedas digitales registran de
forma permanente las transacciones podría usarse para que la web sea más fiable.
Sin embargo, no todas las grandes figuras están de acuerdo en que la web
necesite descentralizarse.
“La
web ya está descentralizada”, afirmó Berners-Lee. “El problema es el dominio de un
motor de búsqueda, de una gran red social, de un Twitter para el
microblogueo. No tenemos
un problema de tecnología, tenemos un problema social”.
Uno
que, quizá, se pueda resolver con más tecnología.
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