Resulta
importante para Colombia si la Reserva Federal aumenta o no sus tasas de
interés este año, en cuanto puede encarecer el costo de financiación externa e
interna del gobierno colombiano, repercutir en la tasa de cambio y en el
desempeño de la bolsa.
El costo de la financiación en Estados Unidos importa a
todo el mundo, por el peso económico que representa, y que resulta aún más
crítico en una desalentada
actividad mundial, y por su indiscutible liderazgo como factor
determinante en los mercados financieros mundiales.
Sin embargo, si dicho costo va aumentar en los próximos
meses y cuánto lo hará durante 2015, - así como en los siguientes años -
resulta cada vez más incierto.
Una
decisión especialmente difícil de predecir
La
última vez que Estados Unidos, a través de la Junta de Gobernadores del
Banco Central, aumentó las
tasas de interés fue en 2006.
Las tasas se mantienen desde hace años en niveles
históricamente bajos, cercanos
al 0%, y la
economía comenzando 2015 presenta datos contradictorios que no siempre permiten
visualizar que hay una sostenida tendencia de elevado crecimiento. Sin
embargo, desde el año pasado para muchos analistas y académicos el mes de 2015 en que es posible una subida es
en junio y en la medida en que se acerca, la ansiedad crece y el debate
se torna más acalorado.
En recientes declaraciones el presidente de la Reserva
Federal de Chicago, Charles Evans, considera que un aumento de tasas de interés debería darse comenzando
2016. Por su parte, el presidente de la de San Francisco, John Williams,
piensa que debería hacerse a
mitad de este año.
En ambos casos citan riesgos. Para el primero, la baja inflación americana y el entorno global
requieren actuar de forma preventiva esperando más información y dejando las
tasas de interés en niveles mínimos por más tiempo. Para el segundo, actuar de forma
preventiva significa anticiparse a que la reciente caída en la inflación
es transitoria y que no tardarán en presentarse presiones inflacionarias por mayores salarios.
Algunos estudios recientes soportan esta última visión.
Uno es de la Fed de Cleveland donde se reseña que la reciente caída de la inflación en Estados
Unidos obedece a la baja del precio del petróleo y no a un dólar mundialmente
más fuerte.
Otro es de la Fed de Saint Louis, donde se reseña que
contrario al comentario que hoy prevalece, el empleo de salarios altos en Estados Unidos ha crecido
más que el de salario bajos - 9.9% frente a 8.9%, durante los 66 meses
de la actual recuperación económica.
Pero el mismo informe indica que es cierto que durante la
última recesión fue mayor la caída del empleo de altos salarios frente al de
bajos salarios, por lo que hoy frente a 2008 el mercado laboral tiene menor
participación el empleo de altos salarios.
Pero los Presidentes mencionados no son los únicos
expertos con opiniones divergentes sobre qué debe hacerse. El Presidente de
Saint Louis reseña que ya
no es apropiado mantener las tasas de interés cerca de 0% y que incluso, al
elevarlas por encima del nivel actual, las tasas de interés se mantendrían
extremadamente expansivas para la economía.
Del mismo modo, el vicepresidente de la Reserva Federal
Stanley Fisher, ha expuesto que el escenario más probable es que en 2015 aumenten las tasas de interés
advirtiendo que la fortaleza del dólar no obedece a la intención de otros países por debilitar sus
monedas, sino que resulta de aplicar políticas expansivas para crecer a
una mayor tasa lo cual también es del interés de los Estados Unidos.
Sin embargo, la academia no necesariamente coincide con
quienes formulan la política económica. Un ejemplo de ello es el del profesor
Lawrence Ball, de la Universidad Johns Hopkins, quien en un documento de
investigación resalta que
el Banco Central debería esperar a tener un desempleo de 5% para mover el costo
de financiación. Dicha tasa de desempleo es la esperada para finales de
2015 o comienzos de 2016 por la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal
según la divulgación de sus últimas estimaciones.
Unas implicaciones inciertas pero no inevitablemente
negativas
El economista jefe de Standard & Poors, Paul Sheard, ha resaltado que un aumento de tasas
no significa -como en la época en que el Presidente de la Reserva Federal era
Alan Greenspan- aumentos consecutivos. Incluso, en su opinión, si las
tasas aumentan en junio o lo hacen en septiembre ello no implica una importante
diferencia por cuanto lo más probable es que los datos económicos hoy y los
mensajes de los miembros de la Junta de Gobernadores apuntan a un proceso de
aumento muy lento que dependerá de datos que confirmen que no se está dañando
la economía ni se están devastando los mercados financieros con dichos
incrementos de tasas.
Para el profesor de la universidad de Yale y premio nobel
de economía, Robert J Shiller, es comprensible que se señale que un aumento de las tasas de
interés podría desencadenar grandes pérdidas económicas del mercado de bonos en
Estados Unidos. Por ejemplo, un bono a 30 años con apenas una
rentabilidad de 2.5% frente a un inflación objetivo de largo plazo de 2% serían
sensibles si se dan los aumentos en el costo de financiación en la economía.
Sin embargo, con datos históricos, Shiller señala que desde 1857 las mayores
bajas en los mercados de acciones y de la vivienda no han tenido por telón de
fondo una fuerte caída de precios en el mercado de bonos, cuyo mayor descenso
histórico se dio por muy altos precios del petróleo y una Reserva Federal que
comenzando 1980 tuvo que agresivamente subir sus tasas de interés para cortar
una fuerte espiral de inflación.
Frente al próximo proceso de aumentos en las tasas de
interés en Estados Unidos resulta importante señalar que dependiendo de la
velocidad, países como Colombia
se pueden afectar mucho o no, tanto por el efecto que dichos incrementos
tendrían en los mercados financieros globales. Sin embargo, resulta
también importante considerar que mayores tasas de interés deben reflejar
mejores y apropiadas condiciones económicas en Estados Unidos y en la economía
mundial. Queda, en todo caso, menos claro si un dólar fuerte seguirá siendo parte del proceso de
éxito de la economía americana y si dicha fortaleza se verá confirmada por los
posibles aumentos de sus tasas de interés de la Reserva Federal en 2015 y
comienzos de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios aqui: