Tanto
las autoridades regulatorias como los propios competidores enfrentan una
coyuntura histórica en la industria. De las decisiones que tomen dependerá si
sobreviven en un mercado dinámico y agresivo.
¿Cómo
superar la crisis que vive el sector de las telecomunicaciones en Colombia?
El sector de las telecomunicaciones es proclive a
organizar foros con frecuencia. Tan sólo en esta semana, el ministro de las
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic), David Luna,
participó en más de cinco encuentros académicos de diferente índole. Sin
embargo, pocos han sido tan descarnados como el que organizó la Comisión de
Regulación de Comunicaciones (CRC).
Y es
que el sector de las telecomunicaciones se enfrenta a una coyuntura paradójica.
Mientras que gigantes de internet como Google y Facebook alcanzan los primeros
puestos de la lista de empresas millonarias de Forbes, las compañías que ponen
la infraestructura para que el buscador y la red social funcionen velozmente no
tienen las ganancias de hace cuatro años.
La
situación de las empresas telcos se explica desde el punto de vista de las
inversiones. Mientras que conglomerados monopólicos como Google y Facebook
ganan millones de usuarios sin invertir un solo dólar en el despliegue de
infraestructura, compañías como Claro, Movistar, TigoUne, Avantel o DirecTV
deben gastar fortunas en cables submarinos, antenas, estaciones y soporte
técnico para que los usuarios vean sus videos en Youtube y publiquen sus fotos
en Facebook.
Para dimensionar la asimetría de la competencia que hay
actualmente, la consultora argentina Sonia Agnese, de la empresa Ovum, señaló que “Facebook gana 3,3
dólares por usuario, mientras que a una empresa telco el mismo usuario le
cuesta casi 10 dólares”. Y si se tiene en cuenta que Facebook tiene más de 7.000
millones de usuarios es fácil determinar por qué la empresa de Mark
Zuckerberg es la segunda
más importante del mundo.
La situación de Colombia actualmente es un resfriado.
Pero puede convertirse en una neumonía. El sector de telecomunicaciones en los últimos años ha perdido
la dinámica de crecimiento, con crecimientos por debajo los presentados
en la economía. De acuerdo con estimaciones del DANE se observa que mientras
para el periodo 2001-2008 el sector TIC creció a 9,7%, un ritmo bastante mayor
que el resto de la economía, para el periodo 2009-2015 lo hizo a niveles
similares con 4,1%.
Además, en el último año hubo un decrecimiento de los ingresos de la industria
de telecomunicaciones móvil en Colombia. De 2015 a 2016 se presentó una
disminución del 2,0 % de los ingresos de los tres principales competidores de
la industria en Colombia: Claro, Telefónica y TigoUne.
Lo complejo del asunto es que mientras que los usuarios esperan que Facebook
funcione rápido, Netflix corra a la mejor velocidad o que sus mensajes de
WhatsApp salgan de inmediato, las empresas que permiten que eso ocurra día a
día están viendo que no es rentable hacer tamañas inversiones sin obtener el
famoso retorno de inversión para sus accionistas.
La
posición de los Google y Facebook es más extrema. Ellos se apalancan en el
concepto de ‘neutralidad en la red’. Básicamente, los operadores deben
presentar todos los contenidos de internet sin restricciones de velocidad, todo para el beneficio de los
usuarios. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sentó su posición al apoyar los portales.
Los expertos internacionales que participaron en el foro
de la CRC fueron moderados en sus apreciaciones. Es cierto que los unos no pueden vivir sin los otros.
Los operadores necesitan a
los grandes productores de contenido para que los usuarios usen sus redes.
Pero los gigantes de la
web requieren a los telcos para que construyan las avenidas por donde transitan
sus plataformas. Así que, de fondo, la pregunta es ¿cómo equilibrar el
campo de juego para que unos y otros en vez de verse cómo enemigos se
convierten en aliados?
¿Regular o no regular? Esa es la cuestión
Durante su intervención, Juan Carlos Archila, presidente
de América Móvil en Colombia, expresó con una sonrisa que “la CRC tiene la difícil decisión de elegir
entre ser un regulador que espere o un regulador que ponga en cintura”.
Mientras que el experto en el sector Ricardo Galán fue más allá y se preguntó
si el regulador debía establecer normas para rescatar a los operadores.
Para las autoridades, específicamente para el MinTic, la coyuntura es de alta
complejidad. Cualquier decisión que tome afectará diferentes industrias,
es por esto que ha desarrollado diferentes análisis para establecer el impacto que puede tener una nueva
regulación en lo que todos llaman en los foros “el nuevo ecosistema
digital”.
El ministro David Luna fue enfático al afirmar que “se encontraron con el lastre de
regulaciones del siglo pasado” y que la cartera debe apuntarle a la
creación de nuevas reglas. "Debemos promover la competencia, proteger a los consumidores y promover
la inversión y la innovación”, afirmó Luna.
El ministro, además, dejó pistas sobre un tema álgido: la convergencia de los
reguladores. Mientras que en la región en promedio hay dos reguladores
para toda la industria, el sector TIC colombiano tiene cinco entes diferentes que ponen reglas y sancionan.
A modo de guiño, Luna afirmó que "cuando hablamos de Economía Digital es
clave la convergencia institucional".
Sin embargo, la visión de las empresas es menos
optimista. Para Jaime Andrés Plaza, vicepresidente de Regulación de TigoUne, “el regulador debe hacer un
esfuerzo por solucionar problemas menos macro como la concentración de mercado
que hay y establecer los lineamientos claros para que haya competencia”.
Plaza no se fue por las ramas al señalar que la crisis es grave. “Bajo la guardia de este
Gobierno, el sector de las telco puede esfumarse. Hoy empresas como Avantel, ETB o Emcali están en venta y
eso debe ser una señal de alerta”.
Por su parte, Fabián Hernández, director de Relaciones
Institucionales, Fundación y Regulación de Telefónica-Movistar, también puso
sobre el tapete el tema de la concentración de mercado y solicitó que “el regulador tome las decisiones
necesarias para promover la competencia entre los jugadores y que equipare la
balance entre operadores y productores de contenido”.
Pero el asunto no es tan sencillo para el MinTic o la
CRC. La consultora internacional Barbara Van Schewick, explicó que “el reto de regular un mercado
tan dinámico y sobre todo tan cambiante no es algo simple. Aplicar
‘futurología’ puede ser un riesgo gigante en sector donde cualquier decisión
puede costar miles de millones de dólares”.
La principal conclusión del foro, de cara no a un futuro
cercano, sino a un
presente complejo, es que reguladores como la CRC también tienen que ser
disruptivos en las normas y reglas de juego que establezcan de aquí en adelante.
Y sobre todo deben respetar un principio fundamental: cualquier decisión que tome tendrá que beneficiar
al usuario final que, por ahora, sólo le interesa que ese video de Youtube corra rápido y
su mensaje de WhatsApp llegue de inmediato.
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