El
estudio dirigido por el español Francisco Sánchez-Bayo advierte que en un siglo
podrían desaparecer de la faz del planeta
Los
insectos están desapareciendo de la faz de la Tierra a una velocidad de
vértigo. El 41% de las especies están en declive y una tercera parte, en
peligro de extinción por el efecto combinado de la acción humana y el cambio
climático. Al ritmo actual (con una caída anual del 2,5% de la biomasa),
los animales invertebrados más diversos del planeta podrían extinguirse en
apenas un siglo.Hasta aquí las preocupantes conclusiones de un reciente estudio
publicado en 'Biological Conservation' y codirigido por el español Francisco
Sánchez-Bayo, de la Universidad de Sydney (Australia), especializado en los
efectos de la agricultura intensiva y del uso de pesticidas en los ecosistemas.
El
estudio, adelantado por el diario británico The Guardian, ha dado la vuelta al
mundo y ha arrojado luz sobre la parte más oculta de la "sexta extinción
masiva", como han bautizado los científicos a la alarmante pérdida
de biodiversidad. El declive de los insectos es casi el doble del que están
sufriendo todas las especies de vertebrados (22%) y es especialmente
inquietante en el caso de los tricópteros (68%), mariposas (53%), escarabajos
(49%) y abejas (46%).Nueva generación de insecticidas
La
"primavera silenciosa" de la que hablaba Rachel Carson en 1962 se ha
intensificado en las últimas décadas. "Carson fue efectivamente una
profeta de la hecatombe que estamos presenciando", asegura
Sánchez-Bravo desde Sydney, en declaraciones a este periódico.
"La
nueva generación de insecticidas sistémicos (que son persistentes en el suelo y
se distribuyen por las aguas rápidamente) ha acelerado el declive. Los
descensos de población en el pasado palidecen en comparación con lo que estamos
viendo","Estamos ante un problema muy apremiante", asegura el
científico español.
"Un
descenso de biomasa del 2,5% anual significa que en 10 años nos quedará una
cuarta parte, en 50 años la mitad y en 100 años no quedará nada de nada
".El
efecto de los pesticidas se extiende más allá de los suelos agrícolas, y de
hecho el 75% de las pérdidas de poblaciones de insectos en Alemania se
registran en reservas naturales.
También en Alemania se ha producido una pérdida del 76% de la
biomasa de insectos voladores, mientras que en Reino Unido se perdió el
58% de las especies de mariposas en suelo agrícola en la primera década del
siglo. En toda Europa se estima que el 28% de la especies de ortópteros
(saltamontes y grillos) están amenazadas o en peligro de extinción. Otro lugar
que ha disparado las alertas es Puerto Rico, con un declive de hasta el 98% de los insectos de tierra
en los últimos 35 años.
El propio Sánchez-Bayo reconoce que tuvo una experiencia
muy directa de la fulminante desaparición de los insectos en una travesía en
coche de más de 600 kilómetros por el interior de Australia: "No tuve que
limpiar el parabrisas ni una vez. Hace unos años, tenías que hacerlo constantemente".
"Los
insectos son esenciales para el funcionamiento de los ecosistemas",
advierte el científico salmantino. "De la polinización al reciclado de
nutrientes, cubren muchas funciones esenciales, además de ser la dieta básica de muchísimos animales:
pájaros, lagartos, anfibios, murciélagos, musarañas, peces",
enumera."Su
desaparición significaría el colapso de la trama que sostienen",
advierte. "¿Un mundo sin insectos? Podemos imaginarlo, pero sería muy
distinto al que conocemos ahora.
Para
nosotros, la desaparición de la entomofauna significaría la pérdida de la
polinización y la fertilidad del suelo, con el consiguiente impacto en la
producción agrícola".
'Una
guerra contra los insectos'
A lo que estamos asistiendo, según el biólogo español, es
a "una guerra contra
los insectos en todos los todos los frentes". El cambio climático,
asegura, es "particularmente impactante entre los insectos de zonas
tropicales como Puerto Rico o Brasil, pero no tanto en climas más templados
como los nuestros en España o en Australia". "Para remediar la situación hay que volver a las
causas principales, esto es la agricultura intensiva y el uso masivo de
pesticidas y fertilizantes artificiales de todo tipo", recalca
Sánchez-Bayo."Hay que volver a instaurar las prácticas del control
integrado de plagas, utilizando medios naturales como son los insectos
predadores, las avispas parásitas, e incluso el control biológico cuando sea
necesario.
Hay
muchas maneras de controlar las plagas de insectos, y los insecticidas deberían
ser la última arma a utilizar, no la primera. Por supuesto, el uso de
semillas recubiertas con insecticidas sistémicos debería ser prohibido".El
estudio, firmado al alimón con Kris Wyckhuys, de la Academia China de Ciencias
Agrícolas, ha añadido urgencia al problema de la pérdida de biodiversidad,
considerado junto al cambio climático y la contaminación como los grandes retos
ecológicos del siglo XXI.
El estudio, elaborado a partir de 73 informes sobre el
declive de las poblaciones de insectos en todo el mundo, es posiblemente uno de
los más completos a escala global realizados hasta la fecha. Los taxones más
amenazados son los lepidópteros (mariposas), los heminópteros (abejas, avispas,
hormigas) y los coleópteros (escarabajos), así como cuatro órdenes de insectos
acuáticos, afectados también por el uso extendido de los pesticidas.
'Efecto
cascada' Los insectos no son solo el grupo más variado de animales
invertebrados del planeta, con más de un millón de especies conocidas (frente a
los 5.400 especies de mamíferos) y un peso estimado de su biomasa hasta 17
veces superior al total de los humanos. Los científicos advierten que la desaparición de los
insectos podría crear un efecto "de cascada hacia arriba" y
poner en peligro a animales superiores en la cadena trófica, así como alterar
la calidad del aire y del agua. "Nos gusten o no, los humanos no podemos sobrevivir sin
insectos", asevera el profesor Dave Goulson, de la Universidad de
Sussex, en declaraciones a The Guardian. "Lo que está pasando debería
preocuparnos gravemente porque los insectos están en la base de la cadena
alimenticia, son los polinizadores de la mayoría de las plantas y reciclan los
nutrientes y mantienen lo suelos saludables".
Desde la Universidad de Stanford, el entomólogo Paul
Ehrlich recoge el testigo y certifica la desaparición reciente de la mariposa
de Checkerspot, una especie endémica de la bahía de San Francisco cuyo declive
observó con preocupación desde los años sesenta. Ehrlich ha dado también la voz
de alarma por la caída fulminante de los insectos acuáticos en el norte de
California y pone sobre la mesa su particular caballo de batalla: "La sobrepoblación humana y
el hiperconsumo es el factor que está detrás de todo lo que está sucediendo,
incluido el cambio climático".
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