Estar
bien informado no sólo le ayuda a tener un mejor manejo de sus finanzas, sino a
tomar buenas decisiones para su futuro.
A lo largo de los años se han creado varias creencias
sobre las entidades financieras, pero... ¿qué tan ciertas son?
Le
explicamos cuatro mitos que se han popularizado sin contar con un fundamento
ciento por ciento verídico.
1.
¡Los bancos cobran por todo!
Las entidades financieras ofrecen productos y
transacciones que no tienen ningún costo. La administración que usted le de a
los mismos, puede representar un ahorro en comisiones y cargos.
Por esta razón:
- Trate siempre de retirar el dinero de los cajeros que pertenecen a
la red de su entidad.
- No
exceda el tope de retiros gratuitos al mes: averigüe con su entidad la
cantidad de operaciones que puede realizar al mes desde su cajero automático de
manera gratuita.
- Averigüe
si dicha transacción tiene costo y si es el caso, programe sus retiros mensuales
y utilice canales
alternativos como Internet o banca móvil, los cuales pueden resultar más
baratos o gratuitos.
-
Marque su cuenta como exenta del 4 x mil: usted puede tener una cuenta de ahorros exenta de este
impuesto, siempre y cuando sus movimientos mensuales no excedan los
$9.619.750 (350 UVT en 2014). Los pensionados poder tener hasta dos cuentas
exentas.
2.
¡El usuario nunca tiene la razón!
Si usted tiene alguna inconformidad, petición, reclamo o
queja, existen mecanismos puestos al servicio de los ciudadanos para solucionar
esos requerimientos. Puede
acudir a las oficinas de las entidades, al Defensor del Consumidor Financiero
de su entidad o a la Superintendencia Financiera.
El defensor es la persona que se encarga de resolver de
manera gratuita y objetiva las quejas y reclamos. También es el vocero de los
consumidores ante la respectiva entidad financiera, frente a la cual presenta
recomendaciones sobre los productos y servicios y actúa como conciliador entre
la entidad y el consumidor.
3.
¡Siempre me demoro diez mil horas en el banco!
Todas las instituciones bancarias poseen una plataforma
tecnológica con la que los clientes pueden realizar sus transacciones
cotidianas y ahorrar tiempo. Los
servicios en línea (internet, teléfono móvil y/o corresponsal bancario)
incluyen tanto la posibilidad de realizar pagos y hacer transferencias, como
hacer consultas y averiguaciones financieras.
4.
¡No me puedo comunicar con el banco!
Además de la línea telefónica y los asesores que se ponen
a disposición del usuario, las entidades financieras han optado por hacer de las redes sociales un gran
aliado. Los recursos tecnológicos que manejan son administrados por
expertos, que de seguro le darán una rápida respuesta a su proceso o inquietud.
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