La
autoridad monetaria de EE. UU. decide si subir o no su tasa de intervención, en
0,25 % desde el 2008. Analistas dicen que emergentes como Colombia deben
prepararse pues será inminente, ahora, o antes de finalizar el año, y eso
significará la salida masiva de dólares y más riesgos devaluacionistas.
Mercados mundiales 'tiemblan' por la reunión de la FED que ya dio inicio.
La
FED tiene una 'papa hirviendo' entre sus manos. ¿Por qué?
Al
parecer, el momento de pagar la factura se acerca para los mercados emergentes
pues en algún momento de este año, incluso puede ser hoy o mañana, la Reserva
Federal de Estados Unidos aumentará en miles de millones de dólares los costos
financieros y muchas economías y empresas, al parecer, no están preparadas para
lo inevitable.
Sin importar que el alza de tasas por parte de la máxima
autoridad monetaria sea o no en el noveno mes del año, el impacto se sentirá en
compañías y hogares que mantuvieron deudas baratas durante los casi siete años
en que los tipos de interés se mantuvieron en niveles muy bajos y cercanos a
cero.
La
Reserva Federal (FED), liderada por Janet Yellen, se reune para tomar
decisiones de cuándo empezará a endurecer su política monetaria.
Desde el colapso financiero y económico del primer
mercado mundial en 2008, la FED llevó a cabo un programa de ‘sanación’ borrando
la tasa de los fondos federales, que actúa como el interés básico para
determinar el costo de crédito en el mundo.
Ahora esos años de ‘embriaguez’ con tasas de interés en
niveles mínimos empiezan a encontrar su fin.
Los
mercados mundiales esperan que ese ‘tsunami’ no solo afecte a Wall Street, sino
a todo el mundo pues se cambiarán las reglas del juego económico a nivel
mundial.
OPINIONES DIVIDIDAS
Las expectativas de los economistas sugieren que las
subidas de tasas se darán pronto, mientras que los inversores piden una
prórroga.
Los primeros saben, y reconocen que las metas impuestas
por Yellen se cumplieron en el papel, pero los segundos no sabrían cómo
reaccionar.
Sin
embargo, ambos bandos saben que si no es en noviembre o en diciembre: no se
puede seguir postergando lo impostergable.
El diario Wall Street Journal señala que el 46 % de los
inversores cree que la Reserva Federal subirá los tipos esta semana, mientras
que hace un mes el porcentaje que optaba por el alza era de 82 %.
Felipe Campos, gerente de estrategias de inversión de
Alianza Valores, asegura que este es un ‘dilema’ que divide a ambos grupos:
“Los economistas no están de acuerdo con los inversionistas y visceversa. Al revisar el mercado de futuros
de tasa FED, las cifras revelan que el 70 % de los inversores no cree que haya
subida de tasas este mes”.
El mismo ejercicio para el décimo mes del año muestra que
las expectativas de los inversores funcionan como la probabilidad de sacar cara
o sello con una moneda, mientras que para diciembre, un grueso de
inversionistas, casi 65 %, esperaría con optimismo esa subida.
Por el contrario, en el mundo de los economistas la
división de lo que debe hacer la Reserva Federal es por mitades.
“Los
analistas de los mercados están ligados a los discursos que han dado
recientemente los miembros de la Reserva Federal y a las condiciones impuestas
al mercado laboral y al nivel de precios, que ya se cumplieron, mientras que
los inversionistas argumentan que la debilidad en los mercados financieros
persiste y que una decisión equivocada podría generar mayor volatilidad”,
explicó el gerente de Alianza Valores.
TODO DEPENDE DEL TONO
Para Jalil Munir, economista jefe de Citibank y profesor
universitario, la decisión que tome la FED tiene dos componentes importantes.
El primero es la decisión de subir o no la tasa.
El segundo tiene en cuenta el mensaje que se transmita en
el comunicado.
“No se puede pensar que existen únicamente dos
escenarios: subir o mantener tasas. Tenemos cuatro mundos posibles y los
mercados estarán atentos para interpretar y tomar decisiones. Pero todo se
centra en el tono que lleve el comunicado”, analizó Munir.
Para el economista de Citibank, los escenarios posibles
son:
1. Se mantienen las tasas y aún no es claro cuándo será
la ‘movida’.
2. Se mantienen las tasas, pero se da un aviso para
preparar el futuro.
3. Se suben las tasas pero será de modo ‘tranquilo’ y
progresivo.
4.
Se suben las tasas pero con un ajuste rápido y ‘agresivo’.
Particularmente, el equipo de especialistas económicos de
Citibank espera una subida de tasas moderada acompañada de palabras ‘amigables’
hacia los mercados.
“Nuestro
escenario no descarta una sobrerreacción ante un anuncio que contemple un incrementos.
De cumplirse nuestro pronóstico, se verá una fuerte depreciación del peso y
desvalorización de los títulos del tesoro”, puntualizó Jalil Munir.
Teniendo en cuenta que los 17 miembros de la Reserva
Federal empiezan a coincidir en que el desempeño del mercado laboral es
relativamente alentador, pues los indicadores ‘favoritos’ como los costos
laborales y la creación de puestos han mostrado repuntes significativos, el
proceso de normalización de la política monetaria estadounidense está más cerca
que lejos.
“La
finalización de los estímulos monetarios que se mantienen desde la crisis de
2008 debe verse con buenos ojos. En medio de la volatilidad que sentiremos en
las jornadas posteriores, este suceso indica que la salud económica de nuestro
principal socio comercial es buena, lo que se traduce en beneficios para
nuestro sector industrial y exportador”, agregó.
El término ‘short-term pain, long-term gain’, que en
‘cristiano’ sería algo así como ‘dolor en el corto plazo, ganancia en el largo
plazo’, ilustra lo que muchos expertos intentan transmitir en sus análisis.
Por su parte, Juana Téllez, economista jefe de BBVA
Research Colombia, estima que el incremento será de 0,25 puntos porcentuales.
“Lo
importante es el mensaje que nos transmitirá la Reserva Federal. Será un aviso
de que es el momento de cambiar el rumbo de la política monetaria expansiva
desde la crisis”, indicó Téllez.
Aunque la crisis bursátil de China y la posterior
devaluación del yuan han mermado la posibilidad de una subida de tasas, las
estimaciones de BBVA señalan que en el mundo existe un exceso monetario y por
tal motivo un ajuste es necesario.
“Las
consecuencias empezaremos a verlas gradualmente a nivel local. Posiblemente se
presentará una salida de capitales del país que migrarán hacia los Estados
Unidos buscando mejores niveles de rentabilidad. En 2016, el impacto sería más
fuerte en nuestro escenario hipotético que contempla una subida adicional de
100 puntos básicos”, manifestó la economista jefe de BBVA.
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