QUE HACER SI EXPLOTA UNA BOMBA ATOMICA

La Guerra Fría terminó hace más de dos décadas y muchas personas nunca han vivido bajo la sombra de amenazas nucleares y radiológicas. Sin embargo, un ataque nuclear es una amenaza muy real. La política mundial está lejos de ser estable y la naturaleza humana no ha cambiado en nada en las últimas dos décadas. “El sonido más persistente que reverbera durante toda la historia del hombre es el de los tambores de guerra”.

Mientras existan las armas nucleares, siempre existirá el peligro de que las usen.

¿Es posible sobrevivir a la guerra nuclear? Solo existen conjeturas, ya que algunos dicen que sí mientras que otros dicen que no. Ten en cuenta que las armas termonucleares modernas son muchos cientos y, en el caso de las más grandes, varios miles de veces más poderosas que las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki in 1945. En realidad, no comprendemos por completo lo que ocurrirá cuando miles de estas armas se detonen al mismo tiempo. Para algunos, sobre todo para aquellos que viven en los grandes centros urbanos, puede parecer un esfuerzo completamente inútil.

Si es posible sobrevivir, solo lo harán aquellos que estén mental y logísticamente preparados para tal acontecimiento y que vivan en áreas muy remotas que no tengan una importancia estratégica.

Prepararte con anticipación

Elabora un plan. Si se produce un ataque nuclear, no será seguro aventurarte al exterior para buscar comida; debes permanecer refugiado al menos unas 38 horas, de preferencia por más tiempo. Tener comida y suministros médicos a la mano puede tranquilizarte y permitirte concentrarte en otros aspectos de la supervivencia.

Almacena alimentos no perecibles. Los alimentos no perecibles pueden duran varios años, ya sea que estén almacenados o que los uses después de un ataque. Elige alimentos que contengan muchos carbohidratos para obtener una gran cantidad de calorías y almacénalos en un lugar fresco y seco.
arroz blanco (deben estar guardados en un contenedor hermético para evitar gorgojos)

trigo
frijoles (deben estar guardados en un contenedor hermético para evitar gorgojos)
azúcar
miel
avena
pasta
leche en polvo
frutas y verduras secas

Acumula tus suministros lentamente. Cada vez que vayas al supermercado elige uno o dos alimentos más para tu almacén. Con el tiempo, podrás desarrollar un suministro para varios meses.
Asegúrate de tener un abrelatas para los alimentos enlatados.

Almacena agua. Considera la posibilidad de tener un suministro de agua en recipientes plásticos de calidad alimentaria. Límpialos con una solución de lejía y luego llénalos con agua filtrada y destilada.
Opta por almacenar aproximadamente unos 4 litros (1 galón) de agua por persona al día.
Para purificar el agua en el caso de un ataque, ten a la mano lejía de uso doméstico y yoduro de potasio (disolución de Lugol).

Consigue algún tipo de medio para comunicarte. Ser capaz de mantenerte informado, así como de alertar a los demás de tu posición puede ser muy importante. Estos son los objetos que podrías necesitar:
Una radio: procura encontrar una que funcione con una manivela o con energía solar. Si tienes una que funcione con baterías, asegúrate de tener unas de repuesto a la mano. Si vives en los Estados Unidos, considera la posibilidad de conseguir una radio NOAA, la cual transmitirá información de emergencia las 24 horas del día.
Un silbato: puedes usarlo para pedir ayuda.
Un teléfono celular: el servicio de telefonía celular podría estar operativo o no, pero de cualquier modo querrás estar preparado. Si puedes, consigue un cargador solar apto para el modelo de tu dispositivo.

Almacena suministros médicos. Tener unos cuantos artículos médicos disponibles podría ser la diferencia entre la vida y la muerte en caso de que salgas herido durante el ataque. Necesitarás:

Un kit básico de primeros auxilios: puedes comprarlo preempaquetado o hacer uno tú mismo. Necesitarás gasa y vendas esterilizadas, ungüento antibiótico, guantes de látex, tijeras, pinzas, un termómetro y una manta.
Un folleto de instrucciones para primeros auxilios: compra uno en una organización como la Cruz Roja o arma el tuyo propio con materiales que imprimas de Internet. Debes saber cómo vendar heridas, administrar la reanimación cardiopulmonar (RCP), tratar choques y quemaduras.
Medicamentos o suministros con receta: si tomas algún medicamento en específico diariamente, asegúrate de contar con un pequeño suministro de emergencia.

Consigue otros artículos diversos. Completa el kit para casos de emergencia con los siguientes artículos:
una linterna y baterías
mascarillas para el polvo
láminas de plástico y cinta americana
bolsas para basura, lazos de plástico y toallitas húmedas para el aseo personal
una llave inglesa y alicates para cortar los servicios públicos como el gas y el agua

Revisa las noticias. Es poco probable que una nación enemiga realice un ataque nuclear sin previo aviso. Es probable que este ataque sea producto de una situación política deteriorada. Una guerra con armas convencionales entre naciones que poseen armamento nuclear, de no terminar rápidamente, podría convertirse en una guerra nuclear e incluso los ataques nucleares limitados a una sola región están propensos a intensificarse y a convertirse en una guerra nuclear en otra parte. Muchos países poseen un sistema de clasificación para denotar la inminencia de un ataque. Por ejemplo, en los Estados Unidos y en Canadá podría ser útil conocer el nivel DEFCON (“DEFense CONdition” o estado de defensa).

Evalúa el riesgo y considera la posibilidad de una evacuación si existe la probabilidad de un ataque nuclear. Si la evacuación no es una opción, entonces debe afectar al menos al tipo de refugio que construyas por tu cuenta. Conoce tu cercanía a los siguientes objetivos y elabora un plan apropiado:
Los aeródromos y las bases navales, sobre todo los conocidos por albergar a bombarderos nucleares, los submarinos de misiles balísticos o los silos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) son objetivos seguros incluso en un ataque nuclear limitado.
Los puertos comerciales y las pistas de aterrizaje con más de 3000 m (10 000 pies) de largo son objetivos probables durante un ataque nuclear limitado y objetivos seguros en una guerra nuclear total.
Los centros de gobierno son objetivos probables durante un ataque nuclear limitado y objetivos seguros en una guerra nuclear total.
Las grandes ciudades industriales y los principales centros urbanos son objetivos probables en el caso de una guerra nuclear total.

Conoce los tipos diferentes de armas nucleares:
Las bombas de fisión (bombas A) son el arma nuclear más básica y se incorporan a las otras clases de armas. El poder de esta bomba radica en la división de los núcleos pesados (plutonio y uranio) con neutrones. A medida que el uranio o el plutonio se dividen cada átomo libera grandes cantidades de energía y más neutrones. Los neutrones resultantes causan una reacción nuclear en cadena extremadamente rápida. Hasta el momento, las bombas de fisión son el único tipo de bomba nuclear que se utiliza en la guerra. Este es el tipo de bomba que los terroristas tienen más probabilidades de usar.
Las bombas de fusión (bombas H), al utilizar el calor increíble que produce el “tapón de ignición” de una bomba de fisión, comprimen y calientan el deuterio y el tritio (isótopos de hidrógeno) que se fusionan liberando cantidades enormes de energía. Las armas de fusión también son conocidas como armas termonucleares debido a las altas temperaturas que se necesitan para fusionar el deuterio y el tritio. Por lo general, estas armas son muchos cientos de veces más poderosas que las bombas que destruyeron Nagasaki e Hiroshima. La mayor parte del arsenal estratégico de los Estados Unidos y de Rusia se compone de este tipo de bombas.
Sobrevivir a un ataque inminente
Busca refugio de inmediato. Además de las señales de alarma geopolíticas, las primeras advertencias de un ataque nuclear inminente probablemente serán una alarma o una señal de advertencia; de lo contrario, será la explosión misma la que te lo indique. La luz brillante de la detonación de un arma nuclear puede verse a decenas de kilómetros de distancia de la zona cero. Si te encuentras en las inmediaciones de la explosión (o en la zona cero), tus probabilidades de supervivencia son prácticamente inexistentes a menos que te encuentres en un refugio que proporcione una protección muy (MUY) buena contra las explosiones. Si te encuentras a unos cuantos kilómetros de distancia, tendrás unos 10 o 15 segundos hasta que la ola de calor te alcance y quizás de 20 a 30 segundos hasta que la onda de choque lo haga. Bajo ninguna circunstancia mires directamente a la bola de fuego. En un día claro, puede provocarte ceguera temporal a distancias muy grandes. Sin embargo, el radio de daño real es sumamente variable dependiendo del tamaño de la bomba, de la altitud de la explosión e incluso de las condiciones meteorológicas en el momento de la explosión.
Si no puedes encontrar un refugio, busca un área cercana que tenga depresiones y recuéstate boca abajo exponiendo la menor cantidad de piel posible. Si no encuentras un refugio de este tipo, cava tan rápido como puedas. Incluso a unos 8 km (5 millas) sufrirás quemaduras térmicas de tercer grado y aún a los 32 km (20 millas) de distancia el calor te quemará la piel. El viento mismo llegará a unos 960 km/h (600 mph) y arrasará con todo lo que esté a su paso.
Si las alternativas anteriores no funcionan, refúgiate en el interior de una estructura si y solo si puedes estar seguro de que no sufrirá un daño significativo producto de la explosión y del calor. Este lugar te proporcionará al menos un poco de protección contra la radiación. La viabilidad de esta alternativa depende de la construcción de dicha estructura y de qué tan cerca estés de la zona cero. Aléjate lo más que puedas de las ventanas, de preferencia quédate en una habitación que no las tenga; incluso si la estructura no sufre un daño sustancial, una explosión nuclear destruirá todas las ventanas ubicadas a distancias muy grandes.
Si vives en Suiza o en Finlandia, revisa si tu casa tiene un refugio atómico. Si no lo tiene, determina el lugar donde se encuentra el refugio atómico de tu pueblo, ciudad o distrito y averigua cómo llegar ahí. Recuerda: en cualquier parte de Suiza podrás encontrar un refugio atómico. Cuando las sirenas suenan en Suiza, se aconseja que informes a aquellos que no puedan oírlas (p.ej., a las personas sordas) y luego escucha los servicios de radio nacionales (RSR, DRS o RTSI).
No te acercas a objetos inflamables o a combustible. Las sustancias como el nailon o cualquier material a base de aceite se prenderán a causa del calor.

Recuerda que la exposición a la radiación podría provocar un gran número de muertes.

Radiación inicial (rápida). Esta es la radiación liberada al momento de la detonación, su duración es breve y viaja distancias cortas. Con el rendimiento de las armas nucleares modernas, se cree que matará a unos cuantos que no mueran a causa de la explosión o del calor a la misma distancia.

Radiación residual, conocida como lluvia radiactiva. Si la detonación fue una explosión superficial o si la bola de fuego golpea la tierra, se producirá grandes cantidades de lluvia radiactiva. El polvo y los desechos liberados en la atmósfera caen en forma de lluvia, trayendo consigo cantidades peligrosas de radiación. La lluvia radiactiva puede caer en forma de hollín negro contaminado, conocido como “lluvia negra”, el cual es altamente fatal y puede tener una temperatura extrema.

La lluvia radiactiva contaminará todo lo que toque.
Si has sobrevivido a la explosión y a la radiación inicial (al menos por ahora, ya que los síntomas de la radiación tienen un periodo de incubación), debes encontrar protección contra el hollín negro en llamas.

Conoce los tipos de partículas radiactivas. Antes de continuar, es necesario mencionar los tres tipos diferentes:

Partículas alfa: son las más débiles y durante un ataque son prácticamente inexistentes como amenaza. Las partículas alfa sobrevivirán por solo unos cuantos centímetros en el aire antes de que la atmósfera las absorba. Representan una amenaza mínima desde el exterior, pero son fatales si se ingieren o se inhalan. La ropa convencional te mantendrá protegido de estas partículas.
Partículas beta: son más rápidas que las partículas alfa y pueden penetrar a mayor profundidad. Viajarán por hasta 10 m (10 yardas) antes de que la atmósfera las absorba. La exposición a estas partículas no es fatal a menos que sea por periodos de tiempo prolongados, lo que podría provocar “quemaduras beta”, que son casi tan dolorosas como las quemadura de sol. Sin embargo, representan una amenaza seria para los ojos si la exposición es por un tiempo prolongado. Una vez más, estas partículas son dañinas si se ingieren o se inhalan y la ropa puede ayudar a evitar las quemaduras beta.
Rayos gama: los rayos gamma son los más letales. Pueden viajar por casi 1,5 km (1 milla) en el aire y penetran casi cualquier tipo de blindaje. Por lo tanto, la radiación gamma provocará un daño grave a los órganos internos incluso como una fuente externa. Para este caso se necesita contar con el blindaje adecuado.

El factor de protección contra la radiación de un refugio te indicará cuántas veces menos radiación recibirá una persona en el interior en comparación con el espacio abierto. Por ejemplo, un factor de protección de 300 significa que recibirás 300 veces menos radiación en el refugio que si estuvieras en el exterior.

Evita exponerte a la radiación gamma. Procura no pasar más de cinco minutos expuesto. Si te encuentras en una zona rural, intenta encontrar una cueva o un tronco caído en el que puedas meterte. De lo contrario, cava una zanja en la que puedas permanecer y rodéate de tierra apilada.

Comienza a reforzar tu refugio desde el interior al apilar tierra alrededor de las paredes o cualquier otra cosa que puedas encontrar. Si te encuentras en una zanja, crea un techo, pero solo si los materiales están cerca; no te expongas innecesariamente. La tela de un paracaídas o de una tienda de campaña te protegerá de los desechos radiactivos, aunque no detendrá a los rayos gamma. En un nivel básicamente físico, es imposible protegerte completamente de toda la radiación. Solo es posible reducirla hasta un nivel tolerable. Utiliza la siguiente información para poder determinar la cantidad de materiales que necesitarás para reducir la penetración de la radiación a 1/1000:
acero: 21 cm (0,7 pies)
roca: de 70 a 100 cm (de 2 a 3 pies)
concreto: 66 cm (2,2 pies)
madera: 2,6 m (8.8 pies)
tierra: 1 m (3,3 pies)
hielo: 2 m (6,6 pies)
nieve: 6 m (de 20 a 22 pies)

Planifica quedarte en tu refugio por un tiempo mínimo de 200 horas (de 8 a 9 días). Bajo ninguna circunstancia abandones el refugio durante las primeras 48 horas.
La razón de esto es evitar los “productos de la fisión” que se crean a partir de una explosión nuclear. El más letal de ellos es el yodo radiactivo. Por suerte, el radio yodo tiene un periodo de semidesintegración relativamente corto de unos ocho días (el tiempo que le toma a la mitad descomponerse naturalmente en isotopos más seguros). Ten en cuenta que incluso después de 8 o 9 días, aun quedará mucho radioyodo en los alrededores, así que limita tu exposición. Puede tomar hasta 90 días para que la cantidad de este compuesto llegue hasta el 0,1 % de la cantidad inicial.

Los otros productos principales que surgen de la fisión nuclear son el cesio y el estroncio. Ellos poseen periodos de desintegración más largos de 30 y 28 años respectivamente. También son muy fáciles de absorber y pueden hacer que los alimentos sean peligrosos durante décadas. Estos materiales pueden viajar miles de kilómetros con el viento, así que si crees que estarás seguro en un área remota, estás equivocado.

Raciona tus suministros. Como es obvio, deberás racionar tus suministros para sobrevivir, ya que a la larga tendrás que exponerte a la radiación (a menos que te encuentres en un refugio específico con agua y comida).
Los alimentos procesados son buenos para comer, siempre y cuando el recipiente no tenga agujeros y esté relativamente intacto.

Puedes comer animales, pero debes despellejarlos cuidadosamente descartando el corazón, el hígado y los riñones. Procura no comer carne que esté demasiado cerca al hueso, ya que la médula ósea retiene la radiación.

Las plantas que se encuentran en una “zona caliente” son comestibles; se recomienda especialmente aquellas que tienen raíces comestibles o que crecen bajo tierra (como zanahorias y papas).
El agua expuesta puede contener partículas radiactivas y ser dañina. En este caso, el agua proveniente de una fuente subterránea, como la de un manantial o una que esté bien cubierta, es tu mejor alternativa. Considera la posibilidad de hacer un destilador solar con forma de hoyo tal como se describe en el artículo Cómo hacer agua en el desierto. Utiliza el agua de los arroyos y lagos únicamente como último recurso. Crea un filtro al cavar un hoyo de aproximadamente 30 cm (1 pie) desde la orilla y al sacar el agua que se filtra en él. El agua podría estar turbia o lodosa, por lo que debes permitir que los sedimentos se asienten, luego hiérvela para asegurarte de que esté libre de bacterias. Si estás en una edificación, el agua generalmente es segura. Pero si no hay (que es lo más probable), utiliza la que ya se encuentra en las tuberías al abrir el grifo en el punto más alto de la casa para permitir que el aire entre, luego abre el grifo ubicado en la parte más baja para drenar el agua.
Usa toda la ropa que puedas ponerte (sobreros, guantes, lentes, camisa de manga larga cerrada, etc.), sobre todo cuando estés en el exterior, para evitar las quemaduras beta. Descontamínate al sacudirte la ropa constantemente y al lavar con agua cualquier parte expuesta de tu piel. Con el tiempo, los residuos que queden en tu piel causarán quemaduras.

Trata las quemaduras térmicas y por radiación.
Quemadura menor: se le conoce también como quemadura beta (aunque podría producirse a causa de cualquier otra partícula). Sumerge las quemaduras beta en agua fría hasta que el dolor disminuya (generalmente por 5 minutos).
Si la piel comienza a ampollarse, a chamuscarse o a agrietarse, lávala con agua fría para eliminar los contaminantes; luego cúbrela con una compresa estéril para prevenir la infección ¡No revientes las ampollas!
Si la piel no se ampolla, se chamusca o se agrieta, no la cubras aun cuando el daño se encuentre en una gran parte del cuerpo (casi como una quemadura de sol). En lugar de eso, lava el área y cúbrela con vaselina o con una solución de polvo de hornear y agua en caso la tengas a tu disposición. La tierra húmeda (descontaminada) también servirá.
Quemadura grave: se le conoce también como quemadura térmica, ya que se produce mayormente a causa del calor de alta intensidad generado por la explosión y no de las partículas ionizantes, aunque también puede producirse a causa de estas últimas. Este tipo de quemadura puede ser fatal, ya que todo se convierte en un factor: pérdida de agua, choque, daño pulmonar, infección, etc.

Si tienes ropa que cubre el área, córtala con cuidado y retírala. NO intentes sacarte la ropa que se haya adherido o se haya fusionado con la quemadura. NO trates de pasar la ropa por encima de la quemadura para sacártela. TAMPOCO apliques ningún ungüento en el área. Lo mejor es que llames a emergencias.
Lava cuidadosamente el área quemada SOLO con agua. NO apliques cremas ni ungüentos.
No utilices un típico vendaje médico estéril que no sea específicamente apto para quemaduras. Dado que los vendajes para quemaduras no adhesivos (al igual que todos los demás suministros médicos) tienen más probabilidades de escasear, una buena alternativa es emplear una envoltura de plástico (también conocida
como envoltura de saran, envoltura para alimento y papel film), la cual es estéril, no se adhiere a las quemaduras y está más disponible.
Evita el choque. El choque es el flujo inadecuado de sangre hacia los tejidos y órganos vitales. Si no se trata, puede ser fatal. El choque es el resultado de una pérdida de sangre excesiva, de quemaduras graves o de una reacción al contemplar una herida o la sangre. Las señales del choque son inquietud, sed, piel pálida y un ritmo cardiaco acelerado. El sudor puede producirse incluso si la piel se siente fría y húmeda. A medida que empeora, la persona comienza a producir jadeos rápidos y cortos además de tener una mirada vacía. Para tratarlo es necesario mantener el ritmo cardiaco y la respiración a un nivel adecuado al masajear el pecho y colocar a la persona en una postura apropiada para que respire. Afloja cualquier prenda apretada y tranquiliza a la persona. Sé firme pero cuidadoso y confía en ti mismo.

Siéntete libre de ayudar a las personas que sufran del síndrome de irradiación aguda. No es contagiosa y todo depende de la cantidad de radiación que se haya recibido. Esta es una versión condensada de la tabla:

Familiarízate con las unidades de radiación. Gy (gray): es la unidad del Sistema Internacional de Unidades (SI) que se utiliza para medir la dosis de radiación ionizante absorbida. 1 Gy = 100 rad. Sv (Sievert): es la unidad del SI de la dosis equivalente, 1 Sv = 100 REM. Para propósitos de simplificación, 1 Gy generalmente equivale a 1 Sv.

Menos de 0,05 Gy: no hay síntomas visibles.
De 0,05 a 0,5 Gy: disminución temporal del conteo de glóbulos rojos.
De 0,5 a 1 Gy: disminución en la producción de células inmunitarias. Los síntomas más frecuentes son susceptibilidad a las infecciones, náuseas, dolor de cabeza y vómito. Por lo general, es posible sobrevivir a esta cantidad de radiación sin recibir ningún tratamiento médico.
De 1,5 a 3 Gy: 35 % de los que sufren esta exposición mueren en un período de 30 días (DL50/30). Los síntomas son náuseas, vómitos y pérdida de cabello en todo el cuerpo.
De 3 a 4 Gy: envenenamiento por radiación grave, 50 % de los afectados mueren al cabo de 30 días (DL 50/30). Los otros síntomas son similares a los de una dosis de 2 a 3 Sv, con un sangrado incontrolable en la boca, debajo de la piel y en los riñones (50 % de probabilidad en dosis de 4 Sv) después de la fase latente.
De 4 a 6 Gy: envenenamiento por radiación agudo, 60 % de los afectados mueren al cabo de 30 días (DL 60/30). La mortandad aumenta de un 60 % en dosis de 4.5 Sv a un 90 % en dosis de 6 Sv (a menos que se proporcione un cuidado médico intenso). Los síntomas comienzan una media hora o dos después de la irradiación y duran hasta por 2 días. Después de eso, se produce una fase latente de 7 a 14 días, luego de la cual generalmente aparecen los mismos síntomas que en una irradiación de 3 a 4 Sv, pero con una mayor intensidad. La esterilidad femenina es común en este punto. La convalecencia dura varios meses hasta un año. Las causas principales de muerte (generalmente dentro de un periodo de 2 a 12 semanas después de la irradiación) son las infecciones y el sangrado interno.
De 6 a 10 Gy: envenenamiento por radiación agudo con cerca del 100 % de muerte al cabo de 14 días (DL 100/14). La supervivencia depende de un tratamiento médico intenso. La médula ósea está casi o completamente destruida, por lo que se necesita un trasplante. El tejido gástrico e intestinal está gravemente dañado. Los síntomas comienzan a los 15 o 30 minutos después de la irradiación y duran hasta por 2 días. Posteriormente, existe una fase latente de 5 a 10 días después de la cual la persona muere a causa de infección o de sangrado interno. La recuperación tomaría varios años y probablemente nunca sea total. Devair Alves Ferreira recibió una dosis de aproximadamente 7,0 Sv durante el accidente de Goiânia y sobrevivió, en parte debido a su exposición fraccionada.
De 12 a 20 REM: en esta etapa la probabilidad de muerte es de un 100 % y los síntomas aparecen de inmediato. El sistema digestivo está completamente destruido. Se produce un sangrado incontrolable en la boca, debajo de la piel y en los riñones. El cansancio y la enfermedad en general se hacen sentir. Los síntomas son los mismos que los mencionados previamente, pero con una intensidad mayor. No es posible recuperarse de esta dosis de radiación.
Más de 20 REM. Aparecen los mismos síntomas de manera instantánea, con una intensidad mayor y luego cesan durante varios días en la fase del “fantasma que camina” (walking ghost). De repente, las células gastrointestinales se destruyen provocando una pérdida de agua y un sangrado excesivo. La muerte comienza con delirios y locura. Cuando el cerebro no puede controlar las funciones corporales, tales como la respiración o la circulación sanguínea, la persona muere. No existe ninguna terapia médica que pueda revertir esta condición y la ayuda médica se brinda únicamente para darle comodidad al paciente.
Por desgracia, debes aceptar que una persona podría morir pronto. Si bien es duro, no pierdas las raciones o los suministros en aquellos que morirán a causa del síndrome de irradiación aguda. Conserva las raciones para mantenerte en forma y saludable en caso de que los suministros escaseen. El síndrome de irradiación aguda es frecuente entre las personas más jóvenes, las más ancianas y las que están enfermas.

Protege los equipos eléctricos contra los pulsos electromagnéticos (EMP, por sus siglas en inglés). Un arma nuclear que detona a una gran altitud generará un pulso electromagnético tan poderoso que puede destruir los dispositivos electrónicos y eléctricos. Por lo menos, desconecta todos los dispositivos de los tomacorrientes y las antenas. Colocar las radios y las linternas en un contenedor de metal SELLADO (una “jaula de Faraday”) puede protegerlos del pulso electromagnético, siempre y cuando dichos objetos no estén en contacto con el contenedor. El blindaje de metal debe rodear por completo a los objetos protegidos y es mucho mejor si tiene una conexión a tierra.

Los objetos que quieras proteger deben estar aislados del armazón conductor, ya que el campo del pulso electromagnético que pasa por todo el contenedor aún puede inducir voltaje en las placas de circuitos en estado sólido. Una manta isotérmica metalizada (cuyo precio bordea los $2,00) envuelta fijamente alrededor de un dispositivo envuelto a su vez en papel o algodón puede actuar como una jaula de Faraday, la cual es útil si se está lejos de la explosión.
Otro método es envolver una caja de cartón en cobre o en papel aluminio. Coloca los objetos dentro y conecta el dispositivo a tierra.
Prepárate para los ataques posteriores. Lo más probable es que un ataque nuclear no sea un suceso aislado. Prepárate para otro ataque o ataques de las naciones enemigas o para una invasión.
Mantén el refugio intacto, a menos que los materiales que utilizaste sean absolutamente necesarios para tu supervivencia. Recoge el exceso de agua limpia y comida que tengas a disposición.
No obstante, si la nación enemiga repite el ataque, lo más probable es que sea en otra zona del país. Si todo lo demás falla, vive en una cueva.

Consejos
Asegúrate de lavar todo, especialmente la comida, incluso si te encuentras dentro del refugio.
Asegúrate de actualizarte con las indicaciones y anuncios más recientes del gobierno.
No salgas a menos que tengas un traje anticontaminación y debes tener cuidado con alguna otra arma nuclear o los tanques.
Construye un refugio nuclear en casa con anticipación. Los refugios nucleares en casa pueden construirse utilizando un sótano o una bodega. Sin embargo, muchas estructuras nuevas ya no cuentan con estos ambientes, así que en ese caso, considera la posibilidad de construir un refugio comunitario o uno privado en tu patio trasero.

Advertencias
Tómate el tiempo para aprender todo lo que puedas acerca de esta emergencia. Cada minuto que pases aprendiendo “lo que debes hacer y lo que es seguro” te ahorrará un tiempo valioso cuando surja la necesidad. Depender de la esperanza y de la suerte en una situación como esta es algo imprudente.
Incluso después de que sea seguro abandonar el refugio, la ley local y el gobierno federal se encontrarán en crisis. Podrían suceder cosas malas, así que mantente oculto hasta que sea seguro. En términos generales, si ves tanques (a menos que sean hostiles), significa que se ha restaurado algún tipo de orden.
Infórmate acerca de si habrá un ataque en represalia o una segunda explosión en tu área. En ese caso, debes esperar otras 200 horas (de 8 a 9 días) desde la última detonación.
No comas, bebas o entres en contacto con cualquier planta, corriente de agua u objeto metálico que encuentres en un área desconocida.
No te expongas. No es seguro cuántos roentgens puede recibir una persona sin padecer del síndrome de irradiación aguda. Normalmente se requiere de 100 a 150 roentgens para tener una enfermedad leve a la que se pueda sobrevivir. Aun cuando no mueras a causa de esta condición, aun puedes padecer de cáncer en el futuro.
Nunca pierdas la calma, especialmente si eres quien está a cargo. Esto es importante para mantener un nivel alto de moral entre los demás, lo cual es esencial en este tipo de situaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escriba sus comentarios aqui:

Seguir en Facebook

TuMesaDeDinero

https://support.google.com/adsense/answer/6185995

Anuncios