Las
áreas protegidas, los territorios indígenas y el trabajo de cientos de
organizaciones hacen parte de las soluciones para detener el rápido deterioro
de la selva tropical más grande del planeta.
Nunca
antes en la historia la Amazonia había estado tan amenazada. En Colombia, el
fuego ha consumido miles de hectáreas de bosque en lo que va corrido del 2018 y
la meta de reducir la deforestación parece cada vez más lejana. En Bolivia
crece la preocupación por la construcción de una carretera en pleno corazón de
la selva, y en Perú, la minería ilegal sigue acabando con los bosques.
Lo que ocurre en estos tres países es apenas una muestra de las
graves amenazas que tienen en riesgo a todo el bioma amazónico.
Si
seguimos como vamos, la Amazonia podría llegar a un punto de no retorno en el
que sería imposible su recuperación. El panorama parece desalentador,
pero no todo está perdido. Esa es una de las conclusiones del primer Encuentro
Regional de Programas y Proyectos del Bioma Amazónico realizado recientemente
en Bogotá, en el que participaron más de 60 representantes de 37 iniciativas
que trabajan para conservar este valioso ecosistema.
En el encuentro, liderado por el proyecto Integración de
las Áreas Protegidas del Bioma Amazónico (IAPA), con el apoyo de la Unión
Europea, compartieron sus experiencias iniciativas de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana,
Guyana Francesa y Perú. El objetivo era generar diálogos y sinergias regionales
para la consolidación de la Visión Amazónica y el fortalecimiento de la Red
Latinoamericana de Parques – Redparques.
Sí aún estamos a tiempo de conservar la Amazonia como la
conocemos hoy, ¿cómo vamos a lograrlo? Diferentes expertos coincidieron en que parte de la
respuesta está en enfocar mayores esfuerzos en las áreas protegidas y los
territorios indígenas, así como promover un trabajo más allá de las fronteras
entre las organizaciones que trabajan en la región a través de acciones
coordinadas, como el plan de trabajo de la Visión Amazónica de la Redparques,
para lograr resultados más efectivos.
Actualmente más de la mitad del bioma amazónico está en áreas protegidas y
territorios indígenas, que han funcionado como barreras contra los principales
motores de deforestación y como soluciones naturales frente al cambio
climático. Es justo en su ampliación, manejo efectivo y mejoramiento, donde
estarían parte de las soluciones para conservar el bioma. De acuerdo con Analiz
Vergara, Oficial de Programa de la Unidad de Coordinación Amazónica de WWF “si seguimos invirtiendo en la
protección de estos lugares tendremos una buena oportunidad de que la Amazonia
se mantenga”.
Una de las ventajas a la hora de pensar en la
conservación de la Amazonia radica en que los territorios indígenas ocupan casi
un 30% del bioma amazónico y hay
estudios que demuestran que en algunos casos presentan incluso menos
deforestación que las áreas protegidas. Trabajar de la mano con las
comunidades indígenas y reconocer su rol para proteger los bosques es urgente,
como resalta Edwin Vásquez, de La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas
de la Cuenca Amazónica COICA.
José Antonio Gómez, coordinador del proyecto IAPA, señala
la importancia de las áreas protegidas: “sin duda sobre el bioma amazónico se
ciernen muchas amenazas, pero
hay esperanza y las áreas protegidas demuestran que sí es posible. En este momento hay 1.032 áreas
protegidas en 8 países y un territorio de ultramar que han logrado mantener el
33% del bioma conservado por lo que es clave seguir trabajando para fortalecer
estas figuras de protección”.
El
tercer elemento clave para no perder la Amazonia tiene que ver con el trabajo
que vienen adelantando cientos de organizaciones en la región. Uno de
sus desafíos como señala Laura García, coordinadora del Grupo de Asuntos
Internacionales y Cooperación de Parques Nacionales, es empezar a trabajar de
la mano para aumentar los resultados y hacer más efectivos los esfuerzos, “en
la Amazonia estamos trabajando muchos actores, pero tenemos que lograr que
todas las acciones que estamos coordinando se hagan de manera contundente”.
Este
es tal vez el peor momento que ha tenido la Amazonia en países como Colombia,
pero es también el momento en el que más actores están trabajando por su
conservación y en el que más información hemos recogido sobre el bosque
tropical más grande del planeta. En palabras de Analiz Vergara, “no todo está perdido, estamos a
tiempo de salvar la Amazonia, pero es el momento de actuar”.
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